Cuando Ignacio Álvarez caminaba por el pasillo de Shark Tank México se sentía preparado. No era la primera vez que el emprendedor se presentaba en frente de inversionistas.
Aun así, nunca lo había hecho en una plataforma tan pública, como en este programa de televisión.
"Sabiendo lo que me podrían preguntar, tenía que estar muy consciente de que esa información se va a volver pública", explicó Álvarez, CEO y fundador de Moneypool, también es profesor de Evaluación de Proyectos en el Tec de Monterrey.
"Esa era la gran diferencia de cualquier otro pitch que había hecho".
En el tanque, Álvarez presentó Moneypool, una aplicación fintech que facilita pagos entre personas para gastos compartidos.
"Una plataforma 100 % digital dedicada a aliviar el dolor de los organizadores de las coperachas", explicó Álvarez frente a los tiburones.
Su propuesta convenció a 2 de los inversionistas del programa, Karla Berman y Simón Cohen. Ambos le ofrecieron una inversión de $3 millones de pesos.
Finalmente, decidió aceptar la oferta de Berman, convirtiéndose en la primera cartera digital regulada como Institución de Fondos de Pago Electrónico (IFPE) en México en obtener inversión en este programa.
El valor de Moneypool
Uno de los mayores retos que preocupaba a Álvarez durante su presentación fue comunicar claramente la propuesta de valor de Moneypool.
"Si bien tiene sustitutos, no hay un comparable directo", explicó. "No puedo decir que soy el Uber de tal cosa”.
La aplicación permite crear grupos digitales para las "coperachas" que se organizan en grupo.
Álvarez explicó que ayuda a recolectar dinero de manera organizada, eliminando la incomodidad de cobrar en efectivo a conocidos.
"Tradicionalmente se hace en efectivo. Nosotros tenemos un sustituto del efectivo, pero es muy diferente", señaló Álvarez.
Durante su pitch, descubrió algo que lo relajó inmediatamente: tres de los cinco inversionistas ya conocían o habían usado Moneypool.
En particular le impresionó que Berman la utilizaba con sus cinco hijas.
"Cuando la escuché, sentí que, bueno, ya sabes de qué te estoy hablando", recordó Álvarez sobre ese momento.
Al recibir dos ofertas, Álvarez eligió trabajar con Berman por razones muy específicas. Más allá de su perfil como emprendedora y su uso habitual de la aplicación, era su cliente ideal.
"Tenemos muy claro que nuestro segmento ahora más enganchado es el de las mamás y las comunidades de personas con hijos de preescolar y secundaria", dijo el emprendedor.
El origen de Moneypool
La idea de Moneypool nació hace más de una década, cuando Álvarez trabajaba en un fondo de venture capital.
"En el equipo de fútbol con mis amigos, todas las temporadas era un rollo juntar la cuota del torneo", recordó. "Uno te pagaba con una bolsa de monedas o te decía 'yo te pago luego'".
Ese problema recurrente lo llevó a identificar una oportunidad en el mercado fintech.
Sin embargo, la aplicación tomó un rumbo inesperado.
"Cuando arranqué yo no estaba casado, no tenía hijos. Pensé que era para la pachanga, para el antro", admitió.
"Pero el mercado nos llevó a que la comunidad de escuelas lo empezó a adoptar".
Ahora, con tres hijos, Álvarez entiende perfectamente por qué: "Tenemos que pagar la fiesta de Navidad, el vestuario, el día del maestro. Todas esas son coperachas".
De acuerdo a la Academia Mexicana de la Lengua, la coperacha se define como una "cooperación generalmente voluntaria para un fin determinado", principalmente económica.
Moneypool ha identificado dos segmentos principales: padres de familia y universitarios. Sin embargo, comunicarse con ambos simultáneamente representa un desafío.
La estrategia actual se enfoca primero en los 2 millones de papás que tienen hijos en primarias y secundarias privadas en México.
"Ese es nuestro mercado meta inicial, y de ahí nos podemos ir a muchos otros", dijo.
Su emprendimiento como ejemplo en el aula
Álvarez lleva ocho años impartiendo la clase de Evaluación de Proyectos en el Tec, experiencia que nutre con sus vivencias como emprendedor.
Explicó que utiliza mucho toda su experiencia, habiendo participado en la evaluación de proyectos en diversas industrias y etapas.
Su método incluye ejemplos cercanos a los estudiantes, como calcular el valor presente neto de estudiar en la universidad.
Detalló que comienzan analizando cuál es el costo de oportunidad de asistir a la universidad en lugar de empezar a trabajar después de la preparatoria.
"Me gusta tratar de aterrizarlo a ejemplos que ellos puedan vivir", dijo.
Emprendedores en la familia
Pese al éxito de su presentación, para Álvarez, el momento más emocionante no fue estar frente a las cámaras, sino viendo el episodio con su familia.
Álvarez es padre de tres niños de siete, cinco y dos años y usó la oportunidad para explicarles sobre su empresa.
Al recordar la conversación que tuvo con su hijo de cinco años, le dio risa que ahora el también quiere "inventar" Moneypool y salir en la tele.
"Ya te lo gané", recuerda haberle dicho.
Su hijo no es el único con el "gen" de emprendimiento en su familia.
La hermana de Álvarez, Marisa, pasó por el tanque de Shark Tank hace 5 años con Pixyalbum, su plataforma digital para imprimir fotos.
Al prepararse, Álvarez busco los consejos de su hermana quien ayudó a tranquilizar sus nervios.
Su mensaje fue práctico: "Todo está hecho para que tengas una buena experiencia. Entonces, nada más ve y disfruta", recuerda que le dijo.
Su meta de 1 millón de usuarios
El impacto inmediato de Shark Tank se vio en el aumento de usuarios siguiendo el episodio.
Además, el programa funciona como un sello de confianza para usuarios actuales.
"Para muchos de ellos fue ponerle cara al equipo que está atrás", dijo Álvarez.
Moneypool ahora cuenta con más de 160 mil usuarios y más de $4 mil millones de pesos en cientos de miles de coperachas.
Además, tienen metas de llegar a 1 millón de usuarios en los próximos tres años.
"El mercado existe, la necesidad existe", afirmó Álvarez con confianza.
Con esa meta, Moneypool busca transformar la coperacha en un mecanismo de gestión financiera organizado y confiable para familias y comunidades en el país.
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