Si lo haces de corazón, puedes vencer cualquier obstáculo.
A través de los años, la lucha por atender a los niños de escasos recursos con malformaciones congénitas en el corazón ha sido titánica para algunas asociaciones.
La Fundación TecSalud y Cardiochavitos se han dedicado a los proyectos sociales en pacientes pediátricos con esta patología desde hace más de una década, pero trabajar cada una por su lado no era suficiente para cubrir las necesidades de los pacientes, por lo que se fusionaron en un solo programa: Corazones Invencibles, cuya sede es el Hospital Zambrano Hellion.
El Dr. Jesús Manuel Yáñez Sánchez, cardiólogo pediatra del Instituto de Cardiología y Medicina Vascular del Hospital Zambrano Hellion y líder del programa Corazones Invencibles, ha participado por más de 15 años con diferentes asociaciones dirigidas a grupos vulnerables y celebra que al fusionar esfuerzos se han logrados grandes resultados, sobre todo en lo económico.
“La atención del niño con problemas del corazón es costosa, alrededor de 350 mil a más de 600 mil pesos, y esta unificación de programas ha venido a derrumbar muros, como el orgullo o la vanidad. Ninguna institución puede jactarse de trabajar por sí sola, salvo que tenga dinero, de hecho, en las pláticas de preparación para recaudar fondos se pide trabajar con alguna asociación para sumar esfuerzos”, agrega.
Yáñez Sánchez platica contento que Corazones Invencibles ha crecido de tal forma en los últimos meses, que iniciaron el 2018 con una jornada médico-quirúrgica social en donde se atendieron a 13 niños con excelentes resultados en cirugías de corazón abierto y cateterismos.
El resto del año tiene programadas tres jornadas más con el mismo propósito: atender a niños y sumar voluntades.
Por su parte, Cecilia Britton Robles, cardióloga pediatra con especialidad en ecocardiografía pediátrica y hemodinamia en cardiopatías congénitas, agrega que los pacientes de los diferentes estados del país que son atendidos en las jornadas médico-quirúrgicas, son captados a través de las redes sociales de Corazones Invencibles, en su mayoría, o ellos buscan directamente el apoyo de ambas fundaciones.
“O nosotros, como médicos, los identificamos cuando vamos a hacer valoraciones a instituciones del sector salud, como el Hospital Metropolitano. A veces llegan con la sospecha diagnóstica, pueden ser o no cardiópatas, y se les ofrece el apoyo médico, humano, social y económico desde un inicio, gracias a un estudio socioeconómico previo”, explica.
Y es así como empieza a formarse la familia de Corazones Invencibles, reconoce la especialista quien, junto con Yáñez Sánchez, encabeza el equipo de las jornadas médico-quirúrgicas sociales.
No están solos
El programa de Corazones Invencibles está diseñado para ofrecer un trato muy humano a las familias, desde que reciben la noticia de que su hijo va a necesitar una cirugía de corazón, hasta que son dados de alta del hospital.
En algunos casos los padres sienten culpa, aunque realmente no exista, porque piensan que le van a restar atención al resto de los hijos. “En el hospital, siempre hay apoyo psicológico por parte de un especialista y acompañamiento a la familia en momentos difíciles por parte de voluntarios, mientras esperan noticias sobre la operación de su hijo, eso tiene mucho valor porque se le está dando soporte psicológico especializado, palabras de aliento, o incluso, le llevan pañales, leche o cualquier otra cosa que necesiten”, comparte la cardióloga.
Yáñez Sánchez agrega que la suma de voluntades de enfermeras, médicos y personas externas es una fortaleza que distingue al programa. “Hay un grupo de jóvenes de prepa que se suman para atender a los pacientes, por ejemplo, si alguno de ellos tiene preferencia por cierto equipo de futbol, le decoran su cuarto con los colores que lo distingue, o través de nuestros contactos procuramos que venga uno de los jugadores de ese equipo, entonces es muy bonito, porque atenderse en este hospital, con las mejores instalaciones, y con esta experiencia de apapacho de todas las personas alrededor de él, muchas veces nos hace llorar, junto con los papás, de satisfacción”, reconoce el cardiólogo pediatra.
La edad para participar en el programa no es un obstáculo, aun cuando la mayoría de los pacientes son niños. “Hemos atendido al más pequeño, de 3 meses, y el mayor fue de 25 años”, explica Britton Robles. “Todo lo que sea cardiopatía congénita, sin importar la edad, se le da atención, cumpliendo con un estudio socioeconómico, y mientras que podamos atender el tipo de cardiopatía que padecen, ya hay algunas muy complejas que en este momento continúan siendo muy costosas, y no se tiene el recurso económico suficiente para lograrlo”.
Trato como en casa
Lo más importante en Corazones Invencibles es hacer sentir a los pacientes y sus familias como en casa.
“Desde el momento en que llegan al hospital se les da la bienvenida y se les hacer sentir en confianza, es mucha gente la que se requiere para poder llegar a culminar una jornada”, recalca la cardióloga pediatra.
Una de las dinámicas consiste en realizar una convivencia entre las familias participantes, mientras que otras, que ya fueron beneficiadas con el programa, ofrecen sus testimonios sobre la experiencia.
No obstante, las dudas y los miedos siguen latentes en los papás. No es fácil para ellos aceptar que sus hijos van a ser sometidos a una cirugía de corazón abierto, y para ello se ofrecen talleres de psicología para que puedan compartir sus temores y despejar sus dudas y así enfrentar más tranquilos el proceso.
Nuestros psicólogos, con la ayuda de juguetes les explican cómo es la circulación de la sangre en el corazón y el tratamiento que recibirán, rompiedo paradigmas ya que comúnmente se piense que no es recomendable informarles por su edad. “A veces lo mejor es comunicárselo a un nivel que ellos entiendan y en esa parte las psicólogas nos apoyan”, explica Britton Robles.
Yáñez Sánchez agrega que el tiempo de estancia en el hospital depende del tratamiento al que haya sido sometido el paciente. Cuando son cateterismos cardiacos, que se realizan por la vía inguinal, y la recuperación es más rápida, comparte el cardiólogo. Los niños con cardiologías complejas, como tetralogía de Fallot, el promedio de recuperación es de cinco días en el hospital.
“Pretendemos que al final de la meta trabajemos como en los grandes hospitales, en donde las estancias intrahospitalarias son cortas como consecuencia del buen resultado de la intervención y esto nos permita optimizar recursos”, enfatiza.
Ayudar no tiene precio
Gracias a los donativos y a los grupos voluntarios que participan en Corazones Invencibles, los costos de los procedimientos son casi nulos para los pacientes.
La capacidad instalada es donada por parte del Hospital Zambrano Hellion, en donde los insumos se cobran al costo, mientras que ambas fundaciones suman esfuerzos para poder apoyar cada vez a más familias.
“Para mí es una satisfacción ver los resultados, después de estar trabajando en TecSalud por más de 25 años, poder atender a los niños que no tienen recursos, ver en las condiciones que llegan y apreciar con una alegría inmensa el fruto del trabajo de todo el equipo.
Somos un promedio de 20 personas entre médicos, perfusionistas, anestesiólogos, cirujanos, y los residentes que nos apoyan, además de las enfermeras, personal de admisión, administrativo y otras personas que donan material”, agregó Yáñez Sánchez.
“Cuando empiezas a ver que se construyen cosas grandes a través de la suma de mucha gente es muy bonito, porque esto no se puede hacer ni con una ni dos personas. Que alguien crea que lo que estás haciendo es con honestidad y transparencia y con el fin único de ayudar, hace que lo demás se vaya dando por añadidura”, enfatiza la Dra. Britton Robles.
Familias de gran corazón
Así como en las jornadas médico-sociales se suman voluntades para ayudar, los donativos también son muy valiosos. Los montos voluntarios recaudados por parte de las familias que participan en el programa de Corazones Invencibles, los donativos externos, la participación de compañías especializadas en enfermedades cardiacas y que se haya sumado la Fundación TecSalud con Cardiochavitos, ha incrementado la posibilidad de operar el doble de los pacientes, aun con el mismo presupuesto de años anteriores, aunque también influye, reitera el cardiólogo, a la administración de los donativos por parte de la Fundación TecSalud.
Se pretende que el Hospital Zambrano Hellion se convierta en un centro de referencia en cardiología pediátrica, tanto a nivel local, regional y nacional, así como en el sur de Texas, ya sea en pacientes en situaciones vulnerables, pagadores particulares y compañías de seguros, advierte Yáñez Sánchez.
Únete a Corazones Invencibles
- Cada vez se incrementan más los casos de cardiopatías congénitas, de manera que cualquier tipo ayuda es bienvenida, sobre todo si es económica.
¿Cómo ayudar?
A través de la cuenta:
Bancomer BBVA No. 0162114499 a nombre de la Fundación Santos y De la Garza Evia, I.B.P.
Teléfono (81) 8888.2081
Correo electrónico: fundacion@tecsalud.mx