Experto en comunicación y “social media” del Tec Guadalajara comenta cómo interfieren las redes en nuestro día a día y ofrece consejos para controlarlo.
Juan Carlos Villalobos* | Opinión | Director de la Licenciatura en Comunicación y Medios Digitales del Tec, campus Guadalajara
La navegación en Facebook, Twitter, Instragram y similares es un hábito tan frecuente, que ya parece acto reflejo.
Pocas personas se pueden resistir a la tentación de revisar su teléfono tras recibir una alerta, como si cada mensaje, “me gusta” o etiquetado de fotografía fueran fundamentales.
Hay investigaciones en Israel, en la Universidad de Ariel, donde se afirma que la adopción del Internet por parte de las personas tiene un impacto positivo en sus vidas.
Lo anterior es obvio desde el punto de vista de la conexión con los otros y el ahorro de recursos en las comunicaciones instantáneas.
Otras investigaciones, como la de Glasgow University en Escocia, indican que el uso de Facebook en adolescentes, sobre todo antes de dormir, genera estrés y hasta depresión.
"La señal más clara de adicción a los medios sociales y su afección, es la acumulación de pendientes que tenemos al final de la semana".
El Instituto Pew investiga sobre los beneficios de los medios sociales para medianos y pequeños negocios.
A la vez, señala cómo los empleados de cualquier empresa pueden perder enfoque y energía si constantemente revisan sus medios sociales durante su jornada laboral.
Aunque no existe un estudio formal, expertos en tecnología y uso de dispositivos coinciden: la obsesión por revisar las cuentas sociales deterioran nuestra calidad de vida.
Por eso comparten consejos para desprendernos de esta adicción, con el propósito de mejorar nuestra salud, relaciones personales y eficiencia en el trabajo.
NO LLEVAR DISPOSITIVOS A LA CAMA
Lo primero es no llevarse el celular o la tablet a la cama, hay que dejarlos fuera de la recámara y desconectarse por lo menos 30 minutos antes de irse a dormir.
También reemplazar la alarma matutina en el celular por un reloj despertador normal, para quitar la tentación de revisar correo o Facebook como primera actividad.
ESTABLECER HORARIOS
Después de lograr dormir sin el móvil, pasamos a otra etapa: establecer horarios para revisar los medios sociales y así no interfieran con otras actividades importantes.
Es difícil al inicio, pero hay que repetirnos todo el tiempo que no pasa nada si nos alejamos de Facebook, que la información y los mismos seguirán ahí cuando nos conectemos.
En el trabajo y nuestra vida diaria nos gusta pensar que somos multitasking o multitarea, pero cambiar nuestro enfoque de una cosa a la otra, genera mayor cansancio.
El agotamiento es debido al esfuerzo que nuestra mente tiene que realizar para retomar asuntos que dejamos a la mitad una y otra vez.
La señal más clara de que la adicción a los medios sociales afecta nuestro trabajo es la acumulación de pendientes que tenemos al final de cada semana.
DESCONECTAR LAS ALERTAS
Otro nivel de desprendimiento de los medios sociales es aprender a ignorar las alertas o inclusive desconectarlas.
Si nos preocupa perder mensajes importantes de la oficina o la familia, pongamos alertas exclusivas para ellos, casi todos los dispositivos tienen esa opción.
Así reducimos la angustia de sacar el móvil cada que vibra o timbra.
Existen otras recomendaciones para moderar el uso de dispositivos, como hacer ejercicio, platicar con familia y amigos, dormir más tiempo y leer.
Lo que queda claro es que sólo podemos reducir la dependencia a nuestros dispositivos si tenemos claridad de cuáles son los usos y beneficios reales que proporcionan.
La diferencia es no entregarnos a la satisfacción fácil e inmediata que nos genera un número elevado de “likes” en la foto de nuestra hamburguesa.
*Juan Carlos Villalobos
Especialista en comunicación y medios, sociedad y repercusiones de la comunicación y el uso de medios en la población.
Recibió el grado de Maestro en Comunicación y Medios Digitales por la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos.
Ha colaborado para el servicio público en Jalisco y se ha desempeñado como académico y administrativo del Tec, campus Guadalajara, en las áreas de Comunicación y Desarrollo Humano.
Especialista en estrategia de contenido para medios digitales, Media Literacy, reputación en redes, repercusiones de la comunicación y uso de medios en la población.
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