El proyecto de investigación buscó crear un algoritmo para que se pudieran detectar los fármacos que se pueden reutilizar con el objetivo de usarlos para inhibir la corrosión de metales, en específico del hierro.
Alan Joel Miralrio Pineda, Carlos Beltrán Pérez, Andrés A. A. Serrano y son los profesores del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca que lideraron el estudio y que logró el apoyo del Hasso Plattner Institute.
Esta investigación es una colaboración que se tiene con la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Veracruzana.
El algoritmo identifica fármacos que inhiben la corrosión
El nombre de la investigación es A General Use QSAR-ARX Model to predict the Corrosion Inhibition Efficiency of Drugs in Terms of Quantum Mechanical Descriptors and Experimental Comparison for Lidecaine.
Es un proyecto enfocado en crear un algoritmo que diera información para identificar los fármacos aptos para reutilizarse con el objetivo de inhibir la corrosión de metales, específicamente del hierro.
“Estos fármacos se estudian desde hace algunos años; los investigadores de estas univrsidades estudiaban fármacos y compuestos extraídos de plantas para inhibir la corrosión”, comentó el profesor.
Se concretó la colaboración con las universidades antes mencionadas en la cual “ellos hacen el experimento y nosotros proveemos los modelos matemáticos para tener nuevas ideas de investigación”, puntualizó el investigador.
El objetivo: detectar los fármacos que se pueden reutilizar s para inhibir la corrosión de metales
Añade además que hay referencias de que ciertos medicamentos caducos, debidamente conservados, alejados del sol y en un lugar con poca humedad conservan hasta el 80 o 90 por ciento de la sustancia activa.
La investigación propone recobrar algunos de esos fármacos o excedentes de las fábricas, por ejemplo, para reutilizarlos y darles un segundo uso, en este caso como inhibidores de la corrosión.
Alan Miralrio explica que la aportación del estudio fortalece el cuidado al medio ambiente, ya que en la actualidad, los procesos que se utilizan para elaborar estas sustancias anticorrosivas afectan al medio ambiente.
La Lidocaína, una sustancia para inhibir la corrosión
El estudio contiene un modelo predictivo, el cual, al alimentarlo con información, brinda resultados respecto de qué tan buen inhibidor será la sustancia que fue analizada.
El profesor indica que de acuerdo con los experimentos realizados, la Lidocaína tiene propiedades anticorrosivas.
La Lidocaína tiene efectos anestésicos y suele utilizarse al momento de hacer una extracción de muela, ejemplifica el investigador.
También señala que los inhibidores de la corrosión lo que hacen es que al ser colocados en la superficie de los metales, se crea una capa protectora.
Esta capa que impide que el elemento puramente metálico no entre en contacto con los ambientes corrosivos y, por lo tanto, no se realicen las reacciones químicas que oxidan el metal.
Hay referencias de que algunos medicamentos caducos conservan hasta el 80 o 90 por ciento de la sustancia activa.
“Entre mejor sea esa protección, entre más anclada quede la molécula de la superficie o aleje más al ambiente de la superficie metálica, entonces hará un mejor proceso de inhibición de la corrosión”, explica Alan.
El fenómeno de la corrosión se da en todos metales
La corrosión es un fenómeno que se da en todos los metales, en algunos es más notorio como en el caso del hierro. Se puede ver cómo cambia de color pues de un gris metálico pasa a un color pardo.
Añade el profesor “tenemos otros casos que no son tan notorios como el aluminio que por sí mismo ya está oxidado y por eso no se nota tanto ese proceso”.
Las condiciones que determinan la corrosión de los metales están presentes en ambientes que se consideran como agresivos para los metales.
El investigador explica proceso de oxidación de metales de la siguiente manera: “si se pule un metal, va a quedar un material que puramente va a ser elementos metálicos”.
“Este material tiende a ser muy reactivo y si está en un ambiente corrosivo, ocurrirán reacciones químicas entre la superficie y el ambiente, resultando sustancias que ya no son puramente metálicas”, menciona.
Otros usos del algoritmo creado
“Esta aplicación que se desarrolló, también sirve para ductos que conducen petróleo ya que dentro de ellos tenemos sustancias que son muy corrosivas”, explica Alan Miralrio.
Ejemplo de ellas pueden ser la sal de mar, el cloro, el ácido sulfúrico o el ácido clorhídrico por el nivel de ácido que poseen.
"Entre más anclada quede la molécula de la superficie, entonces hará un mejor proceso de inhibición de la corrosión".- Miralrio.
“Lo que proponemos es que esta clase de modelos predictivos puedena ser utilizados por compañías que tengan excedentes farmacéuticos, ya que en ocasiones pueden tener sustancias caducas”, explica Miralrio.
A estas sustancias se les puede dar un segundo uso, se puede encontrar una aplicación fuera del nicho de la medicina o la la farmacéutica.
Comenta el profesor que existen muchos grupos de investigación alrededor del mundo interesados en buscar alternativas menos contaminantes o tal vez más baratas o ecológicas a los inhibidores usuales de la corrosión.
La afectación al medio ambiente por los procesos actuales de creación de inhibidos de la corrosión
Finaliza Alan Miralrio explicando que con los procesos actuales para elaborar sustancias anticorrosivas se vierten al agua sustancias muy nocivas que afectan a los ecosistemas.
Por otro lado, algunas personas tiran los fármacos caducos al baño, a la basura y esos desechos pueden llegar a los mantos acuíferos afectándolos.
"Se ha visto que en los lugares en donde se está contaminando con estos medicamentos, hay una alteración en la fauna, los peces ven alterados sus mecanismos", explica
“Hay algunos casos donde se ha visto que son más agresivos o cambian su su comportamiento, desagraciadamente solo existen algunos estudios de esto en Brasil”, explica.
El documento se encuentra en la página del Internacional Journal of Molecular Sciences de la editorial mdp y se puede consultar de forma libre.
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