Sergio Díaz Rodríguez | Campus Toluca
La excelencia educativa ha sido, es y será, además de los esfuerzos individuales de los estudiantes que se empeñan en alcanzarla, fruto del esmero de aquellas personas que dedican corazón y alma al arte de enseñar.
“Quisiera agradecer a mis maestros. No a todos, sólo a algunos” - Emmanuel “chivo” Lubeski.
Ya el “chivo” Lubeski, quien, al recibir su Oscar dijo “Quisiera agradecer a mis maestros. No a todos, sólo a algunos” e hizo conciencia de que no nacemos sabiendo, que para llegar a tales grados necesitamos un guía.
Un guía que además de mostrarnos el camino, lo camine con nosotros casi como adoptando un papel de padres, que nos deje caer, pero también nos enseñe cómo levantarnos.
Son pocos, muy pocos como Luis Gerardo González López, profesor del Tecnológico de Monterrey en Toluca que este año se hizo acreedor al premio Profesor Inspirador, que otorga la misma Institución gracias a su trayectoria como docente.
Pararemos un momento para definir lo que significa el premio Profesor Inspirador. En el Tecnológico de Monterrey y sus 26 campus y 18 sedes y oficinas internacionales, se concentran al día de hoy un total de 10,002 profesores.
Este año hubo 207 postulados al premio, todos considerados como profesores de alto impacto en sus respectivos campus. De estas postulaciones hubo 7 finalistas y 3 ganadores. Uno de ellos fue Luis Gerardo.
Su humildad no le permite admitirlo, pero es un rockstar en su ecosistema. En los pasillos del Tec en Toluca preguntar por su oficina es como preguntar en la Ciudad de México dónde queda el Castillo de Chapultepec, todos saben dónde está.
Tal es su efectividad como profesor, que una de las frases más repetidas entre los alumnos a la hora de elegir una materia y su respectivo maestro, de estar entre sus opciones, siempre será “inscríbela con Luis Gerardo”.
“De uno de mis profesores tomé mi vocación. Jorge Gasca me invitaba a apoyarlo en sus clases de prepa y al ver cómo es que ayudaba a sus alumnos a descubrir cosas de sí mismos, del mundo; que puedan desarrollar un compromiso diferente a través de lo que se hace”. Cuenta mientras recuerda cómo en un distante 2001 comenzó, recién graduado, a impartir una clase de orientación vocacional en la preparatoria del Tec.
“De uno de mis profesores tomé mi vocación, al ver cómo es que ayudaba a sus alumnos a descubrir cosas de sí mismos, del mundo; que puedan desarrollar un compromiso diferente”- Luis Gerardo González.
Parte del éxito de Luis Gerardo para convertirse en un profesor que deja huella en sus alumnos es la constante innovación y la capacidad que tiene para adaptarse a las distintas generaciones de estudiantes.
Se esfuerza por mantenerse al día en tendencias y herramientas educativas, por implementar actividades para que en sus clases prevalezca el dinamismo.
“Cada generación de estudiantes es diferente, lo que funciona con algunos probablemente no funcione con los siguientes”.
“Antes resultaba más complicado, pero hoy en día tenemos acceso a una cantidad inmensa de información que nos ayuda a generar mejores técnicas para que los alumnos sigan aprendiendo de la mejor manera posible”
¿Y la receta de sus clases?
Luis Gerardo defiende que cada clase debe ser diferente, se puede tener una rutina, pero hay que procurar que, como en una receta, haya ciertos elementos que mantengan viva la atención de los estudiantes.
“Para mí mis clases siempre deben ser una experiencia única, que haya interacción, emociones, que sean creativas, que atrapen al alumno. También hay que ser muy sensible para saber adaptarse a los grupos y si algo no está funcionando cambiarlo en el momento”.
Sin embargo, nos menciona que lo más básico es darse tiempo para conocer a sus alumnos en lo individual, para generar un vínculo y un ambiente en el que ellos se sientan cómodos y así poder aplicar dinámicas que ayuden a explotar su mayor potencial.
Ver, juzgar, actuar
El Profesor Inspirador 2018 también comenta que parte del éxito de sus clases se debe a que en ellas hay una gran diversidad de alumnos, de distintos semestres y edades que estudian distintas carreras.
“Lo que yo hago es hacer que interactúen entre ellos, que conversen para que en sus distintas formas de ver el mundo complementen sus ideas y propongan soluciones integrales”.
Esto y basarse en el modelo “ver, juzgar, actuar” para conocer las situaciones de sus grupos, buscar las mejores técnicas de docencia y aplicarlas a cada uno dependiendo de las necesidades que presenten.
Estos, son algunos de los pasos que ha seguido para hoy erguirse con el máximo galardón a la excelencia docente que el Tecnológico de Monterrey otorga, pero todos aquellos que lo conocen y que han tomado clase con él, podrán agregar que su ingrediente secreto es la calidad humana que imprime en todo lo que hace.
Si algún día te topas con un EXATEC del Tec en Toluca y le preguntas por el Dr. Luis Gerardo González, seguramente tendrá grandes y positivas cosas que poder contarte sobre este personaje, que ha marcado la vida de tantos alumnos desde hace 17 años.