Con el motivo del Congreso Nacional de Liderazgo, Santiago Vázquez, director del Instituto de Liderazgo del Tecnológico de Monterrey, dio a conocer cómo el concepto de liderazgo ha tenido que evolucionar en las organizaciones.
“El mundo vive una crisis de liderazgo y el Tec se compromete en contribuir, mediante el desarrollo de conciencia individual y colectiva”, menciona el director del este instituto en el campus Sonora Norte.
El impacto de la tecnología, la cuarta revolución industrial y la preponderancia de los trabajadores del conocimiento están marcando una nueva era, señala Santiago, marcando un ritmo importante del concepto liderazgo.
“Tiene que ser un liderazgo más orientado al desarrollo integral de las personas”, acentúa el director.
Además, añadió que el líder capataz de la era industrial tiene que evolucionar a un líder que no es infalible, que es alguien que se encarga o se enfoca en el desarrollo de los miembros de los equipos.
Sobre todo, con la llegada de los millennials se convierte en algo más importante. Porque el millenial no está cómodo y no busca trabajar con líderes que no se preocupan por las personas, añadió durante su plática.
“Buscan estilos de liderazgo más democráticos, más sensibles, más por influencia que por autoridad” afirma Santiago.
"Ahora debemos liderar bajo pasión, no bajo presión”.
Las organizaciones en estos momentos intentan ser atractivas para los millennials, por lo tanto, tienen necesariamente que plantear una evolución en sus estilos de liderazgo.
Por consiguiente, la visión del Tec se ha transformado a una visión de liderazgo con sentido humano, competitivos internacionalmente y emprendedor a una visión de liderazgo de innovación, emprendimiento y orientado al florecimiento humano.
Vázquez considera que el florecimiento humano va precisamente orientado por el bienestar de las personas, uno de los principales motores del Instituto de Liderazgo del Tec de Monterrey.
“El liderazgo debe de estar orientado a generar bien común y al florecimiento de las personas que conforman los equipos”
El choque generacional dificulta la productividad de los equipos, por lo que nos invita a la reflexión, tanto como organización o como individuos.
“Aprender a liderar a los millenials y enseñarles a ser un líder es nuestro trabajo hoy en día. Ahora debemos liderar bajo pasión, no bajo presión”.
Considera que la creatividad en la actualidad es el principal motor de las organizaciones y la sociedad, por esto la era industrial, donde el liderazgo estaba enfocado en la obediencia, hoy entra en un momento importante de transición.
Para concluir, Santiago añadió que en un mundo donde convivimos simultáneamente baby boomers, generación x, generación y, millennials y centennials, es fundamental mantenernos abiertos al cambio y tolerantes a todo tipo de ideas.
“Cerrarnos a las ideas de otras generaciones no lleva a nada, sin embargo, aprender a ver puntos de vista de otras generaciones nos genera empatía, crecimiento y un mayor acercamiento al cambio”,
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