La profesora Beata Wojna, profesora de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey en Santa Fe, compartió a CONECTA la relevancia histórica de Mijaíl Gorbachov, fallecido este 30 de agosto.
El último jefe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), murió el 30 de agosto a sus 91 años, después de una larga enfermedad.
Wojna analizó el papel de Gorbachov, por el cual es considerado de gran relevancia para Europa y para el mundo.
La llegada de Gorbachov al poder
La experta en temas internacionales comentó que Gorbachov fue el primer líder soviético que reconoció abiertamente que el comunismo se encontraba en crisis y necesitaba una reforma.
"Gorbachov llegó al poder en la Unión Soviética en 1985 a sus 54 años, convirtiéndose en el jefe más joven del Partido Comunista de la URSS. Durante 7 años dirigió un país que se encontraba en una profunda crisis económica y tenía una necesidad urgente de transformarse.
“Todo esto en un entorno internacional marcado por la confrontación de la Guerra Fría, carrera armamentística agotadora y las crisis internas en los demás países comunistas del Pacto de Varsovia”, señaló.
El Pacto de Varsovia fue alianza militar de los países comunistas de Europa del Este firmado en 1955 para hacer frente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Primer líder en reconocer la crisis en la Unión Soviética
"A raíz de eso, propuso un programa de transformación política y económica conocido como perestroika y una política de transparencia conocida como glásnost que implicaba, entre otras cosas, la disminución de la censura.
"Desde la perspectiva de la URSS y su población sumida en una limitación de los derechos políticos y una escasez de productos y servicios básicos, eran cambios muy importantes, aunque insuficientes frente a la crisis estructural que la Unión Soviética tenía desde hace muchos años", dijo.
Para la profesora las reformas de Gorbachov llegaron tarde a un país que era difícil reformar, así que su intento de transformar el comunismo desde dentro fracasó, generando incluso una mayor tensión y descontento social, y hasta el intento del golpe de Estado desde los sectores opositores al cambio.
Asimismo, la apertura del sistema soviético a la crítica interna condujo al resurgimiento de los nacionalismos y de las reivindicaciones de independencia, lo que llevó finalmente a la disolución de la URSS en diciembre de 1991.
“La disolución de la URSS fue un proceso relativamente pacífico”.
“Sobre los escombros de la URSS surgieron 15 nuevos países, de acuerdo con las fronteras de las antiguas repúblicas soviéticas. Con la excepción de algunos casos en los que se usó la fuerza contra los que demandaban independencia (Lituania, Azerbaiyán).
“En general, la disolución de la URSS fue un proceso relativamente pacífico, lo que debemos reconocer como parte del legado de Gorbachov, dadas las complejidades y el tamaño de la Unión Soviética”, expresó.
Esta disolución relativamente pacífica contrasta con lo que ocurrió poco después en Yugoslavia cuya disolución fue marcada por las guerras civiles y terribles casos de genocidio.
La política exterior novedosa de Gorbachov
La profesora compartió que la relevancia de Gorbachov está relacionada con su política exterior novedosa, caracterizada por el principio del no uso de las fuerzas armadas soviéticas en el exterior para suprimir movimientos reformistas o revueltas contra el comunismo en los países satélites.
"Esa nueva política exterior de la URSS durante los tiempos de Gorbachov permitió a los países del bloque comunista realizar sus propias transformaciones democráticas sin el miedo a la intervención militar soviética, como en Budapest en 1956 o en Praga en 1968.
"Es probablemente lo que más agradecen a Gorbachov millones de ciudadanos de Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Bulgaria y Rumanía", manifestó.
Gorbachov, crucial en la reunificación de Alemania
En el caso de Alemania, después de la caída del muro de Berlín, Gorbachov, como líder del bloque comunista, fue crucial para permitir la reunificación de la Alemania comunista (República Democrática Alemana) con la Alemania capitalista (República Federal de Alemania).
“Con esto se estableció así un nuevo orden en Europa que dejó de ser dividida por el muro de Berlín y la cortina de acero”, puntualizó.
El fin de la Guerra Fría
Asimismo, Gorbachov se sentó a la mesa de negociaciones con los Estados Unidos para negociar temas nucleares, llegando ambas partes a una importante reducción del arsenal nuclear.
“Las medidas de confianza que se construyeron en los años de Gorbachov permitieron hablar en el año 1989 del fin de la Guerra Fría.
“Gorbachov ‘jugó’ en las grandes ligas de su tiempo, negociando con los líderes de los Estados Unidos, como Ronald Reagan o George Bush, con la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher y estableciendo relaciones incluso con el Vaticano y el Papa Juan Pablo II”, resaltó.
Para la especialista, el líder de la antigua Unión Soviética contribuyó de forma decisiva a finalizar la Guerra Fría y terminar la confrontación con los Estados Unidos.
“Se convirtió también en parte de la cultura popular; era un hombre simpático, acompañado siempre por su esposa Raisa; su imagen contrastaba con la mayoría de los jefes de la URSS anteriores a él”, añadió.
Un personaje icónico
Finalmente, la profesora enfatizó en que, como en el caso de muchos grandes personajes que han marcado la historia, la perspectiva sobre todo lo que hizo Gorbachov no es homogénea.
“En la Federación Rusia, gobernada por el presidente Putin, se le acusa de llevar a la crisis y a la desaparición de la Unión Soviética.
“Para los demás, es un líder que contribuyó a cerrar la Guerra Fría y abrió las puertas a la democratización de Europa Central y Oriental. Un personaje icónico, sin ninguna duda”, concluyó.
Gorbachov fue jefe de Estado de la Unión Soviética de 1988 a 1991. Fue ganador del Premio Nobel de la Paz en 1990.
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