“Se toma a la muerte como eje central porque es un elemento con el que los mexicanos jugamos”, Carlos Mendiola, director y profesor asociado del departamento de Medios y Cultura Digital del Tec de Monterrey.
Cuentos de terror salpicados de muerte, es un libro de textos que proyectan el sentir mexicano sobre la muerte, proyectando a treinta nuevos autores del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, que plasman su mirada sobre la muerte contemporánea.
La idea de este libro surge de la maestra Sandra Munguía, buscando, por un lado, motivar a sus alumnos, y, por otro, proyectar al talento joven, presentando nuevas plumas, ayudando a la renovación y enriquecimiento de la literatura mexicana.
Sandra, profesora de Escritura creativa, compartió que este paso significa mucho a nivel curricular y personal, ya que el tener impreso el ejemplar, que tiene una primera edición de mil ejemplares, se convierte en un logro palpable siendo el resultado de diez meses de trabajo, ya que además fue creado durante la pandemia.
“No queríamos que se quedará en una clase sino que fuera más allá para salpicar sus vidas, por lo que se trabajó con cada uno de los autores, dentro del centro de escritura, para afinar cuestiones de forma y fondo de los cuentos.
“El que mis estudiantes y yo hayamos hecho equipo para convertirnos en autores y coautores de este ejemplar de escritura creativa nos da muchas alas para dejar ver que en la institución hay sentido humano, que hay proyectos de calidad humanística que nos dan presencia en el mundo real de las letras”, manifestó.
De acuerdo con Sandra no hay mayor satisfacción como profesora que las letras de sus alumnos estén asentadas en una hoja de papel y qué otras personas puedan acceder a ellas.
Inmortalizar mis palabras es un sueño hecho realidad
Durante el lanzamiento del libro Carlota Caso y Camil Ferraras, autoras dentro del libro, hablaron un poco sobre su experiencia.
“Me considero una escritora muy empática, me gusta escribir con mucha puntuación para que el lector pueda encontrar en el texto los pensamientos que se pueden proyectar a la hora de leer mi cuento.
“Muchísimas gracias a todos por darnos esta oportunidad, significa muchísimo, el inmortalizar mis palabras es un sueño hecho realidad”, dijo Carlota.
“Muchos elegimos la clase de escritura creativa porque me imagino que la mayoría de nosotros tenemos un escritor dentro. Le agradezco muchísimo a Sandra porque sin ella esto no hubiera pasado.
“Les comparto a mis compañeros que si de verdad esto les llenó el corazón, tanto como a mí, no lo dejen, síganlo, apóyense con la profesora. Gracias a mis compañeros porque si ellos no hubieran escrito, todo esto no hubiera pasado”, enfatizó Camil.
El equipo detrás del ejemplar
El equipo detrás del ejemplar son la maestra Sandra Munguía, quien coordinó el trabajo editorial, trabajó los textos y caligramas con los autores, Ricardo Nenclares de Palabras Palibros, editor de parte de la editorial y contacto para distribución en librerías.
Así como Mexicaníximo, quien produjo el ejemplar, gestionó el concurso de ilustraciones y el diseño editorial.
“En conjunto trabajamos para sacar adelante las distintas decisiones que requiere la edición de un libro”, puntualizó Carlos Mendiola.
Finalmente, Carlos mencionó que el impacto de esta publicación es enorme pues hace que el trabajo de clase cobre una dimensión muy distinta.
“El trabajo de clase adquiere un carácter más formal, más rico y motiva de manera muy distinta a los alumnos, quienes ven plasmado su trabajo en una obra con grandes valores de edición y distribuida a nivel mundial”, señaló Carlos.
Dentro del equipo también estuvo la maestra Hilda Muñoz con el diseño editorial, y la ilustración de portada estuvo a cargo de José Antonio Martínez Caballero, estudiante del Tec campus Querétaro.
“Nos gustaría agradecerle a la doctora Gabriela Vieyra, directora de División de la Escuela de Humanidades por su apoyo al proyecto”, expresó Carlos.
El libro se puede adquirir en Mexicaníximo, Palabraspalibros, librerías Porrúa y Gonvill, El Sótano de CDMX, Guadalajara, Querétaro, Puebla, Satélite, Bellas Artes y Monterrey, entre otras librerías.
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