Ximena González González, nadadora del equipo representativo de natación del Tec Campus Querétaro y estudiante de PrepaTec, compitió en la final de dos categorías diferentes en la serie mundial de paranatación que ocurrió el pasado mes en Tijuana.
Hace dos semanas, Ximena regresó de la serie mundial, su primer evento internacional. Narra que, para entrar, registró sus mejores tiempos, y fue seleccionada entre los 20 más destacados de todo México para competir a nivel internacional.
“Estaba muy nerviosa, porque había personas de muchos países, incluso nadadores que ya habían ganado medallas paralímpicas”, comenta Xime.
González pasó a dos finales en categoría A, donde compiten los mejores 8 tiempos; 50m libres y 100m pecho. Fue tanta su emoción y sorpresa, que cuenta que, cuando se enteró, le habló a su coach, Juan Rivas, para compartirle su logro.
“Le marqué bien emocionada, y le grité al teléfono: ‘¡Pasé a la final, Juanito!’”, detalla la nadadora.
Un parteaguas en el equipo
Ximena tiene agenesia de antebrazo izquierdo, una discapacidad de nacimiento que no le ha impedido lograr sus metas. Ella forma parte de la primera generación del equipo representativo de natación que incluye a personas con alguna discapacidad, en el 2021.
Comparte que solicitó una beca deportiva para entrar al Tec, pero sus tiempos eran altos comparados con los de un nadador convencional y pensó que no iba a poder conseguirla. Sin embargo, logró obtenerla.
Ximena narra que todo fue gracias a la determinación y la ayuda de sus papás, sus más fuertes pilares.
“Mucha gente de mi antiguo equipo, que también son personas con discapacidad, se sorprende al verme con mi sudadera de Borregos y me preguntan cómo le hice para entrar”.
También está agradecida de haber hecho muchos amigos en su equipo. Relata que, aunque al principio estaba nerviosa porque nunca había entrenado con convencionales, siempre se muestran atentos y emocionados por sus logros.
Detrás de los logros
González comenzó a competir en natación desde hace 8 años, cuando un entrenador la invitó a formar parte de un equipo conformado por personas con discapacidad en el INDEREQ. Sin embargo, cuenta que fue su papá quien la enseñó a nadar.
“Es algo que relaciono con él; mi papá me enseñó a desplazarme bien, así que mi discapacidad nunca me ha representado ninguna dificultad al nadar”, cuenta Xime.
Para ella, la natación es una forma de vivir. En su día a día, nadar es una oportunidad para hacer mejor las cosas, para reponerse y cambiar su mentalidad con respecto a los retos que se le presentan.
“Lo que más me motiva es ganar una medalla paralímpica. Esa es mi meta, y me preparo para llegar entrenando todos los días”, asegura la nadadora.
Actualmente, Ximena se encuentra entrenando junto de la mano del entrenador de natación del campus Querétaro Juan Rivas y equipo, con la esperanza de seguir acumulando logros, dando el máximo en cada serie, para seguir dando pasos más cerca de lograr sus sueños.