Los desafíos actuales han acentuado la importancia de la ciencia, tecnología e innovación como factores determinantes para combatir una crisis de salud como la pandemia del COVID-19, aseguraron expertos de TecSalud.
El desarrollo de la vacuna contra el SARS COV-19 ha requerido de un profundo proceso de investigación y cooperación por parte de la comunidad científica en el ámbito global, logrando exceder las expectativas en tiempo para su lanzamiento y distribución en tan solo 10 meses.
“La gente está viendo la importancia de cómo la ciencia nos ayuda en un problema tan fuerte como el COVID-19”, comentó el Dr. Ashutosh Sharma, investigador y rector del Departamento Regional Centro Sur de Bioingeniería del Tec de Monterrey en una entrevista para CONECTA.
¿Qué lecciones ha revelado la pandemia por COVID-19 en cuanto a las vacunas y el progreso científico?
El Dr. Guillermo Torre, rector de TecSalud, mencionó que las nuevas tecnologías en vacunas, como el ARN mensajero, es un parteaguas en opciones terapéuticas en el futuro.
"Estoy convencido que esta tecnología va a ser uno de los avances biotecnológicos más relevantes de este siglo y estoy convencido que así será para infecciones, problemas oncológicos y cardiovasculares", dijo.
Adelantó que la tecnología de las vacunas de Pfizer y Moderna permitirá responder con rapidez en futuras pandemias y hacer cambios si el virus muta.
"Esto resulta por décadas de invertir en ciencia. No solo este año. Extraordinario".
La vacuna contra el COVID-19: un caso histórico
En términos simples, las vacunas son medicamentos biológicos que, aplicados a individuos sanos, provocan la generación de anticuerpos que actúan para proteger al organismo en caso de entrar en contacto con agentes infecciosos.
A lo largo de la historia, su administración ha conseguido controlar enfermedades como la viruela, sarampión, poliomielitis, tétanos y hepatitis B, que antes resultaban epidémicas.
Aunque para su elaboración se contempla un lapso de tiempo prolongado, hasta décadas en algunos casos, la pandemia actual ha demostrado ser una excepción, coincidieron los expertos.
De igual manera, el Dr. Sharma destaca que el estado de emergencia sanitaria contribuyó a un esfuerzo colectivo del mundo para agilizar la investigación:
“La gente critica que la vacuna se desarrolló muy rápido porque una vacuna puede tardar más de 5 o 10 años, es normal, pero dentro de un año, ¿cómo lo haces? Es que no hay otra opción, es una emergencia”.
Pese a la premura por desarrollar un método inmunitario contra el COVID-19, se ha establecido que el proceso de investigación de cada vacuna autorizada ha respetado y reportado cada una de las fases de investigación.
“De ninguna manera se han evitado los estándares, la exigencia no se ha reducido solo para aprobar. Todas las vacunas son monitoreadas por las fases clínicas”, destacó el Dr. Sharma.
“Nadie habla de la ciencia o medicina hasta que hay una pandemia. Necesitamos ciencia y tecnología en este mundo, porque sin eso no somos nada.
“Ya hay más de 8 vacunas aprobadas en el mundo para uso limitado y extenso”, comentó el Dr. Sharma.
La importancia de las vacunas
El Dr. Michel Martínez, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y líder del Programa COVID-19 de TecSalud, señala que la vacunación es una de las medidas sanitarias que mayor beneficio han producido en la humanidad.
En México han hecho que la expectativa de vida pasara de 40 o 50 años en la década de los 50 a más de 75 actualmente, dijo.
“Si ha habido una herramienta para el ser humano que ha prolongado la expectativa de vida ha sido la inmunización (con vacunas)”, añadió Martínez.
“La solución más rápida para tratar un virus es la vacuna, porque si nos vamos con medicamento, esto puede tardar más de 30 años”, señaló el Dr. Sharma, quien ha sido reconocido internacionalmente por su experiencia en el mundo de la academia, ciencia e industria.
Al momento, el Dr. Sharma se encuentra trabajando en un proyecto enfocado en la búsqueda de nuevas moléculas antivirales dentro de las plantas, ya que el 30% de los fármacos se originan de ellas.
“Las moléculas antivirales son fundamentales. No existe un medicamento para matar a un virus, cada uno es diferente, evolucionan muy rápido y su propagación es muy complicada”, agregó.
El Dr. Sharma labora en el Centro de Bioingeniería del Tec campus Querétaro, donde se realizan trabajos de investigación en ingeniería genómica, molecular, entre otras, para apoyar a diversas industrias del país.
El proceso de investigación detrás de las vacunas
La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece diversas pruebas para que las vacunas demuestren su seguridad y eficacia:
Fase preclínica: Resultados experimentales sobre la eficacia y tolerancia. Se usan cultivos de tejidos o de células y/o pruebas en animales,
Fase 1: Evaluación en un número reducido de personas, generalmente menos de 100 adultos para evaluar inicialmente su seguridad y sus efectos, Se determinan dosis y vías de administración.
Fase 2: Ensayo que necesita un grupo más grande de personas, entre 200 y 500, para dar seguimiento a su seguridad. Los ensayos que determinaran la eficacia de la vacuna.
Fase 3: Evaluación más completa de seguridad y eficacia. Se prueba en cientos o miles de personas en un país o varios. A la mitad se le da un placebo y a la otra mitad la vacuna real.
Asimismo, los laboratorios deben reportar todos los incidentes que se presentan en cada una de las fases.
Tipos de tecnología de vacunas
- ARN mensajero
De acuerdo con la Universidad de Oxford, la celeridad del desarrollo de la vacuna se debe principalmente a los avances tecnológicos de la actualidad, entre ellos el método de ARNm o ARN mensajero que constituye a algunas de las vacunas ya autorizadas contra el COVID-19, como lo son las de Pfizer-BioNTech y Moderna.
Las vacunas ARNm proveen protección contra enfermedades infecciosas al desencadenar una respuesta inmunitaria en el organismo, enseñando a las células a producir una porción de proteína denominada Spike.
A partir de esto, la célula se encarga de mostrar la porción de proteína generada sobre la superficie, haciendo que nuestro sistema inmune reconozca a la proteína como un cuerpo extraño y comienza a producir anticuerpos.
- Adenovirus o vector adenoviral
Usan un fragmento del código genético del coronavirus que se mezcla con un virus inofensivo, vector de adenovirus, que sirve para transportar este material genético al cuerpo humano.
“Estos vectores virales son inofensivos al ser humano”, indicó Martínez.
En el caso de las vacunas anti-COVID, los adenovirus, de tipo replicante (virus atenuados) o no replicante (subunidades de proteínas), transportan la proteína spike o espícula que hace que se produzcan anticuerpos.
“Por ejemplo, a un adenovirus de chimpancé se le introduce un material genético. Entonces este virus al ser inoculado al ser humano monta la respuesta sin causar la enfermedad”, explicó Martínez.
- Virus atenuados
Técnica pionera en las vacunas al utilizar microorganismos atenuados o muertos de la enfermedad para generar la inmunidad.
- Subunidades de proteínas
Incluyen partes de inofensivas del virus que causa el COVID-19 en lugar del virus completo, en este caso, solamente sus proteínas, para inducir la respuesta inmunológica del cuerpo.
Sobre cuál vacuna contra COVID es la más conveniente, el Dr. Torre aclaró que hay que ponerse la que esté disponible y que haya sido aprobada por las autoridades sanitarias.
"El día que tengas la opción de vacunarte contra COVID, hazlo. La decisión es siempre una evaluación de riesgo/beneficio. El beneficio de normalidad es mucho mayor que los riesgos que hemos visto hasta hoy".
Mencionó que el sistema de salud del Tec de Monterrey realizó una alianza con la farmacéutica alemana CureVac para probar su vacuna anti-COVID como parte del compromiso del institución para participar con la comunidad científica internacional y en investigación aplicada.
"Un compromiso importante del Tec y de TecSalud para México es acercar temas de innovación científica que den un impacto real en la comunidad y esto es un ejemplo claro de esto", dijo el Dr. Torre.
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