¿Te ha tocado escuchar diferentes opiniones acerca de la vacunación? ¿Te interesa hablar con una persona que no ha decidido vacunarse?
La Dra. Graciela Medina, coordinadora del área de Psicología Clínica en TecSalud, y Alejandro Navarrete, editor de CONECTA nacional te comparten consejos sobre cómo dialogar con personas que por una u otra razón no han tomado la decisión de vacunarse.
En CONECTA te compartimos estos 5 pasos que puedes usar para dialogar e intentar convencer a amigos y familiares tuyos que dudan aún de estas medidas preventivas de salud.
1. Mantén una relación de confianza
Asegúrate de crear una atmósfera de confianza para hablar con esa persona donde no se sienta juzgada o atacada, señaló el editor de CONECTA.
Así, puedes propiciar una apertura al diálogo en donde ambos se sientan seguros y puedan expresar libremente sus ideas y argumentos sobre el tema de las vacunas. Incluso, puedes preguntarle o pedirle permiso para hablar sobre el tema.
“Trata de entender genuinamente sus argumentos. Empatiza con el sentimiento de la otra persona, busca entender su pensamiento y confírmale que lo entiendes repitiéndoselo con tus propias palabras, sin juzgar”, comentó Navarrete.
2. Escucha empáticamente y entiende las inquietudes
La Dra. Medina dijo que dar tiempo para escuchar al otro y a sus ideas ayuda a que la persona no tenga la sensación de que se le busca imponer o forzar a hacer algo.
“Hay que hablar con base en el respeto, ser amable, hay que evitar invadirlo”, dijo la coordinadora.
Permítete escuchar y empatizar con las inquietudes de esa persona para, a partir de ahí, buscar resolver sus dudas y llegar a un acuerdo juntos.
“Lo mejor es charlar, escuchar sus motivos y eso te va a llevar directamente a los mitos o esas ideas por las que la otra persona no quiere vacunarse. Además, si somos coercitivos vamos a encontrar una mayor resistencia”, comentó la coordinadora.
3. Comparte tu experiencia y propio proceso
El periodista sugirió exponer tus puntos de vista a partir de lo que te ha tocado vivir y conocer en torno a las vacunas.
Muéstrale, manteniendo esa postura de respeto, cómo y por qué crees que el aceptar a vacunarse podría ser de beneficio para esa persona.
“Cuenta tu experiencia y comparte por qué tú sí crees en este proceso científico, dando datos duros, pero de manera sencilla, y apelando también a tu experiencia en este aprendizaje y vivencia”, añadió Navarrete.
“Hay que hablar con base en el respeto, ser amable (con la otra persona), hay que evitar invadirlo” - Dra. Graciela Medina
4. Comparte datos verificados en lenguaje y términos fáciles
Según la especialista hay quienes no se deciden a vacunarse por posturas psicológicas y actitudes basadas en un optimismo ilusorio que los lleva a pensar que no les va a pasar nada y que estarán bien si no se ponen la vacuna.
"Este tipo de pensamientos se generan a partir de mitos y falsas creencias. Que se promovieron o se difundieron en las redes o con amigos, pero no están sostenidas científicamente. Lo que podemos hacer es ofrecer información real y de fuentes confiables”, señaló la doctora.
Lleva a esa persona a reflexionar con base en información apegada a datos reales que comparten médicos, investigadores, instituciones de salud y fuentes de información oficiales.
Navarrete sugiere buscar también referencias que sean importantes para esa persona y que podrías utilizar para, en sus propios términos, explicarle cómo el concepto del que buscas convencerle tiene sentido; incluso, con elementos que la persona ya cree o ha creído antes.
“Nuestros conocidos pueden no creer en datos si no se los explicamos. Es posible que no le tengan confianza a los mismos líderes de opinión. Pero nosotros podemos ser líderes de opinión para ellos si sabemos mantener la confianza”, dijo el periodista.
5. Enfócate en expectativas positivas de la vacuna y objetivos comunes
La doctora comentó que ante la incertidumbre o el miedo a la inmunización es preferible hacer ver el lado positivo de las vacunas a la otra persona -con información verídica-. Demostrarle que pueden ser más los beneficios.
“Fomenta este riesgo percibido pero de manera realista. Fomenta lo positivo, porque no podemos desgastar tanto a la población nada más hablándole de lo negativo; hay que decirle, ‘si te vacunas e implementas estas acciones, vas a estar más seguro'”, añadió.
A partir de esa información pueden encontrar juntos una causa o motivo que sea suficiente para reflexionar sobre la aplicación de la vacuna. Tal vez, por seguridad de sus seres queridos o tratar de incorporarse a la nueva realidad con más seguridad ante los contagios.
“La paciencia tiene un papel fundamental (cuando queremos persuadir a una persona de que se vacune). Pero para lograr esta paciencia también necesitas un cierto sosiego interno, estar en paz y tener un manejo del autocuidado", añadió la doctora.
"Empatiza con el sentimiento de la otra persona, busca entender su pensamiento y confírmale que lo entiendes repitiéndoselo con tus propias palabras, sin juzgar” - Alejandro Navarrete
Algunos mitos y creencias falsas
Los mitos y las falsas creencias pueden generar miedo o incertidumbre en las personas que aún no se han decidido a vacunarse, entre los más comunes están:
- Las vacunas tienen un microchip o me vuelven magnético
Debido a que son creadas para combatir las enfermedades, las vacunas no contienen microchips. Tienen diferentes componentes para ayudarte a producir anticuerpos y protegerte de un posible contagio.
Tampoco contienen ingredientes que puedan producir un campo electromagnético en el área de la aplicación, además, las vacunas no tienen metales para generar ese efecto.
- Cuando te ponen la vacuna te inyectan el virus
Hay vacunas para sarampión, paperas y rubeola, o varicela, que usan formas del virus debilitadas para generar anticuerpos; sin embargo, no es el caso de las vacunas contra el COVID-19, estas pueden contener elementos como proteínas, pero no el virus como tal.
- Si me pongo la vacuna va a modificar mi ADN
Las vacunas contra el COVID no interactúan con el ADN de las personas, y tampoco lo alteran. Las vacunas de vectores virales o las de ARN mensajero, comparten material genético para que las células generen protección, pero nunca ingresan a su núcleo.
- Las vacunas tienen ingredientes tóxicos
La OMS ha señalado que muchos de los ingredientes de los que están compuestas las vacunas se encuentran naturalmente en el cuerpo o la comida, además, algunos que puedan “intimidar” pudieran estar en cantidades minúsculas como para causar un daño.
- Una vacuna normal tarda años, estas son improvisadas
Investigadores y el personal de laboratorios en todo el mundo han compartido conocimientos, esforzándose de manera colaborativa y poniendo como prioridad encontrar una vacuna que ayude a proteger a las personas contra el COVID.
Así han producido vacunas en tiempo record para atender las necesidades de la pandemia, sin embargo, han tenido que pasar por filtros y ensayos en tres fases buscando garantizar su seguridad y eficacia antes de ser aplicadas.
- Las vacunas causan autismo o infertilidad
Según organizaciones como la UNICEF, hay estudios que han desmentido ese mito y por el contrario no hay alguno que demuestre que las vacunas sean la causa o que estén relacionadas con la aparición de estas condiciones.
- Soy joven, hago ejercicio, como bien y me mantengo saludable, no necesito vacuna
Las variantes del virus SARS-CoV-2 como la Delta, son más contagiosas y han logrado afectar sectores más jóvenes de la población.
Por otro lado, estar saludable, con una buena alimentación y hacer ejercicio, no garantiza que una persona no se pueda enfermar de COVID, o que pueda desarrollar síntomas de gravedad.
- Ya estoy tomando antibióticos para que no me dé COVID
La OMS ha señalado que los antibióticos no son eficaces contra los virus, son para atender infecciones causadas por bacterias. En el caso del COVID-19, es causado por el virus SARS-CoV-2, entonces, usar antibióticos no ayuda.
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