Luis Fernández-Carril, profesor e investigador del Tec de Monterrey, participó en un informe internacional en el que se advierte de la gravedad de no tomar acciones inmediatas ante la crisis ambiental.
El profesor colaboró del 2019 al 2022 en uno de los 3 grupos del Grupo Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
“Cada día que pasa se reduce nuestra capacidad de actuar. En este reporte hay evidencia, no solo del impacto ambiental, sino de que las medidas que tomamos no son suficientes”, advierte Fernández-Carril.
El profesor trabajó en el grupo enfocado a vulnerabilidad, adaptación e impactos del cambio climático, que en conjunto con el trabajo de académicos del mundo, integraron la sexta edición del informe.
El académico también es coordinador de Sostenibilidad y Cambio Climático en la Vicepresidencia de Inclusión, Impacto Social y Sostenibilidad del Tec de Monterrey, donde colabora en el plan sostenible de la institución.
Cambio climático afecta vida en las ciudades
En entrevista con CONECTA, Fernández-Carril explicó que trabajó como uno de los autores del capítulo 18, el final de este reporte, enfocado a los ecosistemas, biodiversidad y las comunidades humanas en el ámbito global y regional.
Dentro de este reporte del Grupo II destacan observaciones sobre cómo el cambio climático no solo ha afectado a los ecosistemas en el mundo, sino también a los sistemas humanos, como la vida dentro de las ciudades.
Afecciones en la salud mental de las personas, disrupciones a nivel socioeconómico, una mayor mortalidad relacionada con la contaminación, escaso o nulo acceso a agua y a comida saludable son abordados por el reporte.
“Ya a estas alturas no es suficiente mitigar y reducir los gases de efecto invernadero, sino que ya estamos viendo impactos de gran magnitud y cada vez mayor frecuencia en el mundo.
“Los esfuerzos que tienen que hacer México y otros países será encontrar sinergias y hacer actividades que mitiguen los gases de efecto invernadero y nos adapten al cambio climático mientras se busca el desarrollo sostenible”, indicó.
“En este reporte hay evidencia, no solo del impacto ambiental, sino de que las medidas que tomamos no son suficientes”,
Fernández-Carril añadió que la falta de acciones en los recientes años ha reducido las opciones e incluso ha hecho que iniciativas globales sean insuficientes.
“En el reporte se identificaron 127 riesgos climáticos a lo largo del mundo.
“Como lo describió el secretario de las Naciones Unidas, esto es un atlas del sufrimiento humano. La labor del Grupo de Trabajo II es sobre el ser humano, los ecosistemas, la vida misma siendo impactada”, indicó el investigador.
El IPCC fue creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.
Desde el inicio de su labor en 1988, el IPCC ha preparado 5 informes de evaluación que constan de varios volúmenes.
El IPCC y Al Gore, exvicepresidente de Estados Unidos, recibieron el premio Nobel de la Paz en 2007 por su labor en materia de cambio climático.
Así participó el profesor en el reporte
Fernández-Carril señaló que fue nominado para ingresar al IPCC por Carolina Vera, vicepresidenta del Grupo de Trabajo I.
“Esa nominación ocurrió en 2017 y el trabajo en sí fue desde el 2019 hasta hace un mes, que terminó en 2022”, señala.
Durante este tiempo, Fernández-Carril participó en reuniones plenarias con otros autores, en Sudáfrica, Nepal y Portugal, para posteriormente trabajar en línea ante la llegada de la pandemia.
“Es muy importante mencionar que el trabajo del IPCC no es hacer ciencia, sino evaluar el estado de la ciencia. Este informe se hace cada 7 u 8 años. Se evalúa la literatura que se publica y las investigaciones del mundo.
“En este reporte estuve trabajando en aspectos sociales, de justicia, culturales y de conocimiento indígena relacionados con el cambio climático y se vieran permeados en este capítulo 18”, señaló el profesor.
Fernández-Carril señala que es el único miembro del Tec que participó en este grupo y además el único del área de filosofía.
"De más de 300 investigadores yo era el único filósofo. No puede ser así, hay demasiadas cuestiones ambientales que tienen que ver con ética, y dignidad humana.
"Debe discutirse, incluirse, y no puede ser solo con una persona. Necesitamos más humanistas en estas áreas", añadió.
“La acción no puede venir solo del gobierno”
Fernández-Carril afirmó que las acciones para enfrentar la crisis ambiental no deberían ser únicamente por parte de los gobiernos del mundo.
“El sector privado ya no puede estar pensando que su acción debe ser voluntaria o filantrópica. Ya estamos en un punto donde es una situación de emergencia”, indica.
En ese sentido, el profesor señala que también las universidades deben comprometerse a participar activamente para enfrentar la crisis ambiental.
“No solo el sector privado debe comprometerse sino nosotros como individuos también y las universidades tendrán que hacer un esfuerzo enorme.
“El papel del Tec de Monterrey es fundamental. Somos una institución que genera investigaciones en distintos campos, pero también podemos generar soluciones que mejoren la vida de las comunidades”.
Tanto Luis como otros colaboradores han trabajado desde el Tec en acciones para enfrentar la emergencia climática, e incluso buscar la neutralidad de carbono de la institución para el año 2040.
“Los alumnos no solo necesitan saber sobre ciencia y cambio climático, sino ser sensibles al sufrimiento humano y que eso nos lleve a transformarnos como personas y profesiones”, señaló el profesor.
Tras la publicación del reporte del Grupo de Trabajo II, el 3 de abril se presentaron los resultados del Grupo de Trabajo III del IPCC relacionados con las opciones de mitigación del cambio climático.
En este se menciona que de continuar en aumento las emisiones será imposible mantenerse por debajo de 1.5 a 2 grados centígrados de aumento si no se adoptan medidas climáticas contundentes y a gran escala esta década.
“Ahora sí se nos acabó el tiempo. A partir de ahora cada día nos acerca o nos aleja de un panorama catastrófico.
“Las acciones para reducir drásticamente las emisiones e impulsar el desarrollo sostenible en los próximos años a nivel mundial serán la base sobre las futuras generaciones nos juzgarán por actuar o no actuar con urgencia”, advierte el profesor.
LEE MÁS: