TapVision es un proyecto de alumnos Tec que busca desarrollar un guante que lea en voz alta el sistema braille para ayudar a estudiantes con discapacidad visual.
Por Ricardo Treviño | Redacción Nacional CONECTA - 30/08/2021 Fotos Cortesía Luis Ramos

Estudiantes del Tec de Monterrey crearon el prototipo de un guante, con sensores e inteligencia artificial (IA), capaz de leer braille como si fuera Siri, para ayudar a personas con discapacidad visual.

Se trata de TapVision, proyecto desarrollado durante la pandemia por 6 alumnos del Tec campus San Luis Potosí, que actualmente está en fase de prototipado.

Luis Ramos, estudiante de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica, señaló que esta iniciativa tiene como meta contribuir a evitar la deserción estudiantil de jóvenes con discapacidad visual.

“Es un proyecto que busca concretarse en un dispositivo que le permita a personas con discapacidad visual, ya sea grave o ceguera, a leer braille de forma instantánea al colocar su mano sobre un texto.

“Buscamos ayudar a erradicar el analfabetismo en personas con ceguera; que tengan la oportunidad de estudiar. La deserción académica no va por la parte económica, sino por la complejidad”, dijo Ramos.

 

Luis Ramos, Darío Aguilar, Erik Urrutia y Claudia Rivera son parte del equipo de estudiantes que desarrollan el proyecto TapVision.
Estudiantes Tec desarrollan un guante capaz de identificar y leer el sistema braille.

 

Sensores e inteligencia artificial dan voz a lectura en braille

El equipo se integra por los estudiantes del Tec campus San Luis: Luis Ramos, Claudia Rivera, Dario Aguilar y Mildred Naranjo, además de Erik Urrutia, del campus Querétaro, y Yajairo Zavala, del campus Estado de México.

El equipo explica que el sistema braille es universal y está conformado por 6 puntos con relieve que representan los caracteres. Sus combinaciones son las que busca reconocer el sistema para identificar y leer las palabras y frases de textos.

“Aunque estamos en fase de prototipado y todavía no existe el guante como tal, ya hicimos ciertas tareas para que pueda recopilar datos

“Debemos cumplir tres tareas para hacer realidad el proyecto: recopilar los datos, traducirlos, y luego transformarlos a un formato auditivo", señaló Luis.

El reto del proyecto está en hacer las tareas de formas más sencillas.

Por ejemplo, buscan implementar un sensor delgado que se active mientras la persona pase el dedo como lo haría normalmente en una lectura y que además le permita sentir el relieve braille.

"Justo ahora, nos encontramos entre un 30 y un 35% de avance; para determinar la parte física, necesitamos la parte digital”, explicó Ramos.

 

“Buscamos ayudar a erradicar el analfabetismo en personas con ceguera; que tengan la oportunidad de estudiar".- Luis Ramos

 

La inteligencia artificial, corazón del proyecto

Luis señala que, aunque la parte técnica del guante, sensores y procesadores son importantes, el corazón del prototipo está en la inteligencia artificial, que es la parte en la que más se han esforzado.

“Buscamos que esta inteligencia artificial pueda hacer reconocimiento de imágenes, distinguir las letras por la distancia que hay entre los puntos. Que dé igual si la persona está leyendo una hoja de papel o una placa de metal en un monumento.

“Lo que va a recopilar la imagen se va a poder traducir y sacar el audio como si fuera Siri, como un sistema de asistente que le pueda decir la información que vaya leyendo, pero que no requiera de estar conectado a internet para funcionar”, agregó.

En este apartado, el estudiante destacó el apoyo que han recibido del Tec, tanto en licencias de software con técnicas de machine learning, sin costo para alumnos, como en la mentoría de profesores como Nélida López Palau y Jesús Flores Eraña.

Pese a que el proyecto aún no cuenta con una patente, Luis dijo que la parte más compleja, es justo el código de inteligencia artificial, que entra en derechos de autor como si se tratase de un libro.

Sin esa parte, el proyecto no podría funcionar, señaló.

 

Claudia Rivera, Darío Aguilar y Erik Urrutia son estudiantes del Tec campus San Luis Potosí.
Los estudiantes del Tec desarrollaron el proyecto TapVision para la lectura del sistema braille

 

Del servicio social a buscar cambiar vidas

Hacer el servicio social en el Instituto para Ciegos y Débiles Visuales “Ezequiel Hernández Romo” (IPACIDEVI), en San Luis Potosí, sensibilizó a varios de los cofundadores de TapVision sobre las necesidades de personas con discapacidad visual.

Claudia Rivera, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, platicó que fue a partir de las experiencias que tuvieron en este instituto decidieron involucrarse con ese sector de la población.

“Fueron experiencias que nos marcaron y que nos llevaron a buscar un proyecto que ayudara en una de las problemáticas que ellos más tienen, que es la deserción académica debido al desconocimiento del braille.

“Como amigos decidimos buscar un equipo que se pudiera complementar desde distintas áreas. Somos 5 ingenieros y Mildred es de Negocios; entonces, nos juntamos y decidimos emprender un proyecto para impactar bastantes vidas”, dijo Claudia.

 

Los cofundadores de TapVision son de los campus San Luis Potosí y Estado de México.

 

TapVision nació a principios de 2021, comentó Luis. Los estudiantes participaron en un bootcamp llamado “30 Segundos X México”, liderado por AT&T México, junto a New Ventures y The Center at MIT, donde quedaron entre los mejores 15 proyectos del país.

También, obtuvieron un tercer lugar en la categoría Ideación en el 4° Concurso de Emprendimiento Social del Tecnológico de Monterrey Región Centro Sur.

“Nos invitaron a formar parte de Tec Lean Launch, un programa de emprendimiento del Tec. Así hay cosas que nos han motivado todo este tiempo, que nos llevan a que cada vez más personas crean en nosotros y en que el proyecto podría cambiar vidas”, añadió Claudia.

 

 

Actualmente, los estudiantes siguen validando su proyecto y colaborando con el IPACIDEVI y se ha sumado la Asociación Mexicana de la Retinitis Pigmentosa y Enfermedades de la Retina, en Monterrey.

“Tenemos ciertas metas, como tener un prototipo funcional este año para hacer pruebas de eficiencia, y que el producto final no supere los 100 dólares, es algo mucho más accesible que otros de hasta 20 mil pesos, que no hacen lo mismo, pero que también funcionan dando apoyo.

“La idea de crecimiento es anclarnos con algún sistema educativo que permita a las personas con discapacidad visual aprender, autorrealizarse y a ser más independientes”, dijo Luis.

 

 

 

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