“Cuando llegué al Tec en Tuxtla hablaba muy poquito español, porque hablaba tzeltal todos los días; se me complicaba explicar lo que quería decir".
Así recuerda Jerónimo Moreno cuando a sus 18 años entró a estudiar la carrera de Estrategia y Transformación de Negocios en el Tec de Monterrey campus Chiapas, sin dominar la lengua castellana.
El joven pasó su niñez en el poblado de Bachajón, donde todos se comunicaban en el dialecto tzeltal, típico de las comunidades de las regiones montañosas de Chiapas.
Gracias a su excelencia académica desde primaria hasta preparatoria, su participación en proyectos sociales y ser campeón estatal de ajedrez, Jerónimo recibió la oportunidad para ingresar al programa Líderes del Mañana para estudiar 100% becado en el Tec.
Ahora, el recién graduado del campus Monterrey habla también inglés, y relata cómo fue cambiarse de ciudad y entrar a la universidad sin dominar el español, con la esperanza de transformar su comunidad.
"Ser un Líder del Mañana significa un voto de confianza qué depositan los donadores, los colaboradores y el Tec en nosotros".
"Pensé que no me iban a aceptar"
Jerónimo reconoció que al entrar al Tec tuvo temor de no ser aceptado, pero la amabilidad de sus compañeros, su esfuerzo por aprender español le ayudaron a salir adelante.
“Antes de llegar al campus Chiapas pensaba que no me iban a aceptar, pero me sorprendió que a pesar de la diferencia de lenguas la gente tuvo esa amabilidad y tiempo para tratar de entenderme”, dice.
Platica que tenía algunas nociones del español gracias a su padre y a sus profesores de secundaria.
Al llegar al Tec, prácticamente aprendió a dominar el castellano gracias a cursos remediales, destinados para nivelar su nivel de conocimientos con el resto de sus compañeros.
“Me ayudaron bastante porque repasé todas las reglas gramaticales. Además, estaba ya en un contexto donde todo el tiempo necesitaba dominar el español: las pláticas, los libros, las participaciones, el transporte, todo era en español”.
Además, el programa Líderes del Mañana, que apoya a jóvenes talentosos para estudiar 100% becados en la institución gracias a su talento y liderazgo social, lo apoyó durante sus estudios en el Tec.
"No estés triste; es por tu bien"
Jerónimo recuerda las palabras que le dijo su madre cuando tenía que partir.
"Me decía: 'no estés triste; es por tu bien'. Fue lo que más me costó: despedirme de mi familia, principalmente de mi mamá, porque ella quien me motivó a prepararme; aunque no terminó la primaria, siempre me dijo que era muy importante la educación".
Siendo el séptimo de 9 hermanos, Jerónimo nunca había dejado la casa de sus padres en el municipio de Chilón, ubicado a 5 horas en auto de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado.
“Cada fin de semestre iba a mi pueblo y se me salían las lágrimas al momento de tener que regresar. Era un sacrificio necesario porque mi mamá me quería ver con un título. Ella sabía que en el campo la vida es muy difícil.
“Cada fin de semestre iba a mi pueblo y se me salían las lágrimas al momento de tener que regresar. Era un sacrificio necesario porque mi mamá me quería ver con un título".
Otro desafío que tuvo que enfrentar fue el miedo a perderse en la ciudad.
“Ir a una ciudad muchísimo más grande que mi pueblo me llenaba de temor, principalmente era el miedo a perderme, porque no conocía las rutas ni sabía (hablar español); nunca había ido a Tuxtla. Afortunadamente, allí ya vivía uno de mis hermanos y fue quien me ayudó.
“Me tocó perderme alguna vez porque había un camión que tenía el mismo nombre, pero tenía dos rutas y tomé uno que no era”, recuerda entre risas.
Se gradúa con inglés y cumple sueño de hermana
El Líder del Mañana será parte de la generación de graduados en diciembre 2021 del Tec campus Monterrey, luego de 6 semestres, los mismos que estudió primero en campus Chiapas.
Actualmente, el estudiante chiapaneco no solo domina el español, sino que también aprendió a hablar inglés.
“En el Tec me enseñaron un inglés enfocado a negocios. Empecé a utilizar términos que incluso no conocía en español y los tuve que aprender. Tuve cursos en línea con diferentes universidades. En los veranos, normalmente invitaban a profesores de la British Columbia University”.
El joven relata que conoció al Tec de Monterrey cuando una de sus hermanas quiso ingresar a la institución; sin embargo, ella no logró conseguir una beca y era difícil que su familia pudiera costear su educación universitaria.
“Supe del Tec desde finales de primaria. Ya más grande, estuve checando diferentes convocatorias de becas, pero ninguna la podía cubrir mi familia. Me decían que mejor buscara otras opciones.
“Un año antes de salir de preparatoria me enteré de la beca Líderes del Mañana; mi asesor de matemáticas me avisó. Siempre tuve la visión de hacer todo lo posible por ganarla porque quería cumplir el sueño de mi hermana a través de mí”.
Participa en proyectos sociales enfocados a su comunidad
Jerónimo participaba de manera activa en programas sociales, buscando mejorar su comunidad. Pues quiere que a su pueblo le vaya mejor.
Desde muy joven, se dio cuenta de las dificultades que enfrentaban los habitantes de su región: familias grandes y el trabajo en la agricultura enfocado al al cultivo del maíz, frijol y plátano apenas daba lo necesario para subsistir.
Fue así como se enfocó a desarrollar un proyecto para beneficiar a su comunidad.
“Con varios amigos y mi papá desarrollamos un proyecto que se llama Constrúyete, que se trataba de hacer hortalizas de traspatio, es decir, en la misma casa de las familias, para que además de frijol y maíz, pudieran cosechar las verduras que sí tenían que comprar.
“Se nos ocurrió que había que producir esos productos que no se generaban en el campo. Logramos que se cosecharan productos como tomate, cilantro, cebollín, chile y otras cosas; fueron unas 50 familias que pudieron satisfacer sus necesidades y vender los excedentes”, dijo.
Esa conciencia social, sus buenas calificaciones y además, su pasión por el ajedrez, pues fue campeón estatal y en su pueblo promovía ese deporte, llevaron a Jerónimo a obtener la beca del 100% para estudiar en el Tec de Monterrey, donde siguió apoyando causas sociales.
“Cuando les conté a mis papás que había sido aceptado lloraron de emoción y me felicitaron, pero mi papá me dijo algo muy importante: 'Hijo, esto me llena de orgullo, pero recuerda que no solo es un premio, sino un compromiso, porque el Tec está confiando en ti'.
"Mi papá me dijo algo muy importante: 'Hijo, esto me llena de orgullo, pero recuerda que no solo es un premio, sino un compromiso, porque el Tec está confiando en ti'".
Busca regresar a mejorar su comunidad
Jerónimo relata lo que será su próximo objetivo: buscar una oportunidad laboral para ejercer la carrera para la que se preparó.
“Me gustaría trabajar por algunos años con el objetivo de tener mucha experiencia. Una de mis metas es volver a Chiapas y llevar allá la tecnología, por ejemplo, para una agricultura sustentable, para que la tierra se vuelva más productiva.
“Ser un Líder del Mañana significa un voto de confianza qué depositan los donadores, los colaboradores y el Tec en nosotros. Es una oportunidad para demostrar que podemos poner nuestro granito de arena para transformar a la sociedad”, finaliza.
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