5 claves para la educación del futuro que vislumbran especialistas

¿Hacia dónde va el camino de la educación del futuro? ¿cómo deben adaptarse las universidades a los retos de la educación post pandemia?

Expertos mundiales de instituciones educativas y organizaciones se dieron cita en el 9no. Congreso Internacional de Innovación Educativa del Tec de Monterrey, donde un eje central de reflexión fue compartir qué elementos son prioritarios para la formación de nuevas generaciones.

Cuestiones como adaptarse a los cambios provocados por la pandemia, renovar los programas según las necesidades del mundo, ser más flexibles al ofrecer programas y capacitaciones, son parte de las claves de la educación que comparten los especialistas.

5 elementos clave para la educación del futuro

“Existen áreas de oportunidad que dependen de la adaptabilidad, de hacerse relevantes ante las necesidades que el futuro propone”, ha señalado Vincent Del Casino, rector y vicepresidente senior de asuntos estudiantiles en la Universidad Estatal de San José.

Por tanto, los expertos consideran que es primordial hacer ajustes en la forma de enseñar.

“En los 47 años que llevo en la academia, nunca he visto un momento de tanto cambio; las instituciones que logren adaptarse van a sobrevivir y el resto van a ser obsoletas”, indica Rafael L. Bras del Georgia Institute of Technology.

Estas son 5 cuestiones que los expertos sugieren tomar en cuenta para moldear la educación del futuro:

1. Nuevos currículos adaptados a necesidades del mundo

Como parte de los cambios que ha traído la reciente realidad social y económica post-pandemia, los expertos identificaron áreas de oportunidad en el tema de actualizar las competencias y habilidades de su alumnado y egresados.

“Debemos buscar formas de mezclar el currículum con las necesidades de la industria. Podemos ofrecer oportunidades educativas a distintos tipos de personas, sólamente tenemos que ser flexibles”, explicó Cheryl Regehr, vicepresidenta de la Universidad de Toronto.

Siendo así, líderes como Regehr indican la necesidad de incorporar y enfatizar las meta-skills o metacompetencias, aquellas habilidades sociales que complementan el lado técnico, como parte del currículum de las universidades.

“Nos hemos dado cuenta en nuestra institución que el modelo de competencias no estaba reflejando el potencial del alumnado por lo que trabajamos por implementar un sistema de lenguaje capaz de reflejar las metacompetencias”, explicó.

“El aprendizaje sucede en todos lados dentro de una universidad, no sólo dentro del aula. Hoy en día, se busca que los alumnos estén entrenados de una manera holística”, complementó Del Casino sobre el valor de habilidades blandas.

Raúl Rodríguez, vicepresidente asociado de internacionalización del Tec, expresó ante los panelistas la preocupación global que existe en cuanto a una visible fragilidad en la salud mental de los estudiantes.

“Existe una nueva generación de jóvenes que están mostrando niveles alarmantes de desesperanza, soledad, pesimismo, ansiedad e incluso de depresión, lo que nos plantea la pregunta de qué pueden hacer las universidades ante este reto”, indicó.

“Tanto alumnado como docentes han presentado índices de declive en su salud mental, presentando cuestiones como insomnio, angustia y situaciones complejas que afectan su bienestar y su aprendizaje”, reflexionó Ignacio Sánchez de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En este ámbito, los rectores de La Tríada destacaron la necesidad de contar con esquemas institucionales enfocados hacia la prevención y el acompañamiento, a la par de proveer espacios seguros para que los jóvenes puedan fallar y aprender.

2. La tecnología como apoyo a la innovación, no sustituto

Especialistas en materia educativa acordaron que si bien el COVID permitió un traslado hacia la educación digital, dicha experiencia les enseñó a las universidades que si bien era posible esta todavía necesitaba mejoras.

“Hemos visto increíbles desarrollos en la tecnología educativa, la cuestión de los salones globales, etc. pero es importante balancear todo esto con las meta-skills”, indicó Regehr.

“En cuanto a la inserción de la tecnología en el entorno educativo, me parece que menos es más para que nos aseguremos que lo podamos hacer bien”, dijo Del Casino.

“Las universidades invierten mucho en la tecnología pero falta invertirle a los docentes, a su manejo de la tecnología que tienen y al soporte que la facultad y el staff pueden acceder”, añadió.

Por su parte, Bernal indica cómo el entendimiento actual de la innovación educativa se encuentra fuertemente vinculado al uso de la tecnología y las tendencias tecnológicas.

“Debemos abordar el concepto de innovación educativa desde su origen pedagógico, recalcando como esta inicia y se desenvuelve en el aula”, indicó Bernal.

“Hemos aprendido mucho de la neurociencia sobre cómo aprende el ser humano y cómo este proceso de aprendizaje cambia a lo largo del ciclo de vida, no sólo aprendiendo de manera continúa sino de manera distinta”, explicó.

Ante esta relación aparentemente intrínseca, líderes como Sánchez reiteran cómo la innovación educativa puede provenir de distintos puntos como los procesos institucionales, la actualización de los currículums, la misma comunidad, etc.

“La tecnología es un elemento muy importante en la innovación educativa pero no debe de ser el único”, agregó.

3. Prioridad: forjar ciudadanos responsables

Ante un panorama de creciente competitividad y un enfoque hacia la creación de egresados eficientes en sus respectivas profesiones, los expertos plantearon la necesidad de reevaluar la presencia del ángulo humano en esta formación.

“Ante los grandes retos que han surgido, es vital tener una preparación holística e interdisciplinaria por lo que hay que darnos la tarea de crear ciudadanos integrales capaces de contribuir y transformar la sociedad”, intervino Raquel Bernal, rectora de la Universidad de los Andes.

“Dentro de los grandes retos que se nos imponen, es vital tener una preparación holística e interdisciplinaria por lo que nos hemos dado a la tarea el crear ciudadanos integrales capaces de contribuir y transformar la sociedad”, agregó.

Adicionalmente, expertos recalcaron cómo forjar egresados con capacidades técnicas a la par de valores sociales bien cimentados forma parte de la responsabilidad que las instituciones educativas tienen dentro de su entorno.

“El reto más grande que tenemos en este esquema de disrupción en la innovación educativa es justamente no centrarnos únicamente en la profesionalización, olvidando la tarea de formar ciudadanos, que es una de nuestras principales tareas como universidades”, añadió.

“Hemos logrado crear una cultura de innovación educativa en donde la comunidad ve una oportunidad a la par de una responsabilidad y obligación de seguir superando lo que se ha logrado en el pasado”, destacó Juan Pablo Murra,  rector de profesional y posgrado del Tec de Monterrey.

4. Educación a lo largo de la vida que sea accesible

De acuerdo con Blas, una de las características que identifica a las nuevas demográficas del siglo XXI es la necesidad y el gusto por aprender de manera continua.

“La naturaleza de la industria laboral actual conlleva la necesidad de estar cambiando e innovando constantemente, lo que nos obliga a preparar a los estudiantes para este entorno competitivo”, explicó.

Este experto también destacó cómo el costo del aprendizaje ha creado una problemática ligada a la accesibilidad de los estudios, particularmente cuando se habla de la experiencia universitaria.

Dicho panorama ha culminado en el surgimiento y apoyo hacia programas que permitan acceder al aprendizaje bajo un esquema de mayor flexibilidad financiera así como de duración e incluso con la opción de distintos formatos.

“Este tipo de educación permite que el individuo que está trabajando y tiene el objetivo de mejorarse, puede hacerlo y muchas veces es apoyado por su empleador”, compartió Rafael.

Por otro lado, Blas comparte los beneficios que conlleva la creación de infraestructura tecnológica abierta al público con el objetivo de incentivar a la comunidad a formar parte de una cultura de innovación y aprendizaje compartido.

“Esta cultura de innovación no puede ser creada por accidente, las instituciones deben darse a la tarea de crear espacios en los que el público pueda acceder a un ecosistema como este”, aclaró.

5. Impulsar la educación STEAM

Actualmente el 20 por ciento de los trabajos están basados en las áreas STEM (por sus siglas en inglés es el acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics).

“El modelo STEM ayuda a fomentar el pensamiento crítico, a impulsar habilidades de resolución de problemas, a tener un sentido de curiosidad y a crear resiliencia para enfrentar los retos de nuestros tiempos”, destacó Nina Smidt, directora general y portavoz del Consejo de Administración de Siemens Stiftung.

A su vez Kristina Reiss, profesora emérita de la Technical University of Munich, señala que adentrar a los niños y niñas a la educación STEM "los prepara para desarrollar ideas y resolver problemas en la vida":

Acerca de Congreso de Internacional de Innovación Educativa

El 9no. Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE), organizado por el Institute for the Future of Education del Tec de Monterrey, es un espacio para compartir tendencias y prácticas que están revolucionando el mundo de la educación. 

Desde el 2006 ha apoyado a personas innovadoras a mejorar la educación, llegando a impactar a alrededor de 2 millones de personas en 40 países.

El CIIE 2023 ofrece del 16 al 18 de enero conferencias y paneles magistrales, eventos especiales, exposiciones, sesiones de networking, eventos de patrocinadores, entre otros eventos, que estarán dirigidos a docentes, académicos, egresados y al público en general.

Durante la inauguración del CIIE 2023, se anunció que el siguiente año cambiará de nombre a: IFE Conference 2024. 

COBERTURA COMPLETA DEL CIIE 2023: