Existe un debate continuo entre los lectores que aman el libro impreso y quienes prefieren el digital o eBook.
Algunos de los mejores argumentos tienen que ver con lo dañino que es la luz de los dispositivos móviles para los ojos.
O acerca de lo poco ecológico que es extraer papel y transportar los libros impresos.
¿Quién tiene razón? ¿Qué es mejor: el libro impreso o el digital? Lo consultamos con especialistas en libros y humanidades del Tec de Monterrey, así como integrantes de editoriales impresas, digitales, y bibliotecólogos.
La pandemia y el boom del eBook
La pandemia disparó el comercio digital y la venta del eBook. El Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha documentado el fenómeno del libro digital del 2016 al 2022, su crecimiento ha sido de 16 puntos porcentuales.
Lo anterior se traduce en que actualmente más del 30% de lectores mexicanos leen en algún soporte digital.
Para Norma Rufrancos, digital marketing manager de Grupo Planeta México, Estados Unidos y Centroamérica, el eBook rompió las fronteras que el impreso no pudo.
“Imprimir, exportar y distribuir es costoso, con el libro digital no existen las barreras de territorio. Tenemos los libros de otros países que no están físicamente en México porque no se pueden importar o es muy caro hacerlo”, dice.
Esta es una de las principales ventajas por las que el libro digital ganó terreno durante la pandemia, considera Rufrancos.
Además, en medio de la emergencia sanitaria, “el eBook triunfó con inmediatez: simplemente das clic, compras y lo tienes. No tienes que esperar a que te llegue por paquetería”, señala.
Por ejemplo, si en una conversación, clase o programa escuchas un título interesante, lo puedes buscar y acceder a él de inmediato. No es necesario salir a la librería.
Quien ahondó también en otras ventajas de la lectura en digital es Alejandra González, líder de Editorial Digital del Tec de Monterrey explica:
“El libro digital no necesita stock, no existe el desabasto. Siempre y cuando tengas los derechos y la tecnología, como biblioteca o librería puedes dar acceso a miles de personas a ese ejemplar sin tener que esperar a que otro usuario lo desocupe”.
Otra de las bondades del libro digital es que puedes llevar contigo toda tu biblioteca.
En ese mismo sentido, Alejandra Barranco detalla que el eBook es más ecológico, no se requiere de papel ni de transporte, aunque siempre el uso de dispositivos móviles genera una huella de carbono.
También, explica que la tecnología de este formato de texto ha desarrollado mejoras que permiten al usuario ajustar la luz y el color de las páginas para no lastimar la vista; hacer anotaciones y subrayar.
Y hay gran variedad de autores, ediciones y títulos, al alcance de un clic.
“El libro digital no necesita stock, no existe el desabasto".- Alejandra González, líder de Editorial Digital del Tec.
Retos aún por superar y posibilidades para el eBook
Sin embargo, no todo es perfecto en este formato de lectura ya que una limitante es que no todos los mexicanos pueden acceder a este soporte.
3 de cada 10 personas aún no son usuarias de internet y 2 de cada 10 mexicanos no tienen un celular inteligente, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del INEGI.
Otro reto considerable de los eBook, apunta la líder de Editorial Digital del Tec de Monterrey, es que la mayoría de las ediciones electrónicas no son más que un clon del impreso.
“En algunas ocasiones el libro digital es simplemente un PDF, por eso en el Tec de Monterrey desde 2010 nos hemos ocupado de enriquecer el texto con recursos que puedan mejorar la experiencia del lector”, admite González.
La especialista señala que para consolidarse, los eBooks deben de contener una especie de playlist que emulen los ambientes del libro con videos, audios y realidad aumentada que den un valor agregado.
En ese mismo ejercicio de imaginar cómo pueden los libros digitales abrirse aún más paso en el futuro de los lectores, Rufrancos de Grupo Planeta cree que las criptomonedas podrán enriquecer a los ebook con material inédito y exclusivo para ese formato.
En defensa del libro impreso
Quienes prefieren una lectura tradicional señalan que uno de los elementos más apreciados por los lectores del texto físico es la memoria espacial.
“El papel da una noción espacial, ubicas los párrafos arriba y abajo; en la memoria eso ayuda a ubicar el contenido y el espacio de dónde encuentras algo que te llamó la atención”, describe Inés Sáenz, vicepresidenta de Inclusión, Impacto social y Sostenibilidad del Tec.
Marcela Beltrán, directora de colecciones especiales del Tec de Monterrey coincide y añade que: “ te quedas con la sensación de pasar las hojas, te acuerdas de más cosas, de cómo te sentiste cuando leíste”.
Además, el libro es un símbolo cultural por excelencia, opina José Manuel Suárez Noriega, líder del programa Pasión por la Lectura de la región Ciudad de México y profesor de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec.
“Vemos el libro impreso como algo material, como el símbolo de la cultura, como la posibilidad de sostener el manuscrito y decir: esto es literatura, mientras que al digital se le asocia con datos”.
El experto añade que el libro entra dentro de una de las debilidades del ser humano: es un objeto coleccionable.
“El ser humano es fetichista por naturaleza y le encanta coleccionar cosas, admira las diferentes ediciones, hace anotaciones al margen y busca el autógrafo de su autor favorito”, explica.
De hecho, el libro como objeto relaciona a su portador como alguien culto. Es un objeto que nos valida como lectores.
“El libro ha sobrevivido a lo largo de todo este tiempo, desde que inicia la imprenta y hasta el momento, es un instrumento que no va a desaparecer”, dice Ana Lucía Macías, directora nacional de Patrimonio Cultural del Tec de Monterrey.
Y es que, enumeran los especialistas, existen ventajas como el poder leer sin requerir un dispositivo que depende de una pila, se pueden apreciar mejor las ilustraciones y brinda sensaciones como poder oler el aroma a papel impreso.
Es así que, a pesar del acelerado crecimiento del libro digital, el impreso continúa muy vigente: en México 7 de cada 10 lectores prefieren el papel, de acuerdo al MOLEC 2022 del INEGI.
"(Con el libro físico) te acuerdas de más cosas, de cómo te sentiste cuando leíste".- Marcela Beltrán, directora de Colecciones especiales del Tec
Las fronteras de uno, son las oportunidades del otro
Aunque el libro es una invención insuperable, y de acuerdo con Inés Saéz “no tiene un sustituto como tal”, sí tiene limitaciones.
Algunas de ellas es que ocupa espacio, tiene un peso material, no llega a todos los rincones, se requiere de papel, tinta y transporte para su distribución.
Además, su conservación es costosa, se requieren condiciones especiales para su mantenimiento.
Son precisamente ese tipo de limitaciones las que permiten que coexista con el formato digital, admiten los expertos.
Consuelo Sáizar, directora general FIL Monterrey 2022 asegura que somos “una generación privilegiada, que puede elegir y acceder a la lectura en diferentes formatos”.
Reitera que vivimos en un momento de libertad: si el libro que quieres está agotado en tu librería puedes recurrir al comercio digital o al eBook.
Los lectores pueden elegir el formato que más se adapte a sus necesidades, pero hay algunos espacios donde cada formato se ha fortalecido.
Lo anterior de acuerdo con José Vladimir Burgos Aguilar, director Nacional de Bibliotecas del Tec, quien destaca que el impreso gana espacio entre los manuscritos de placer como novelas, clásicos y poesía.
Por su parte, el formato digital se abre paso entre los textos académicos, técnicos y de consulta, añade.
Esto también tiene que ver con el gusto de cada lector, dice Daisy Adriana Arrieta, líder de Biblioteca del campus Ciudad de México del Tec.
“Los estudiantes de medicina, arte y arquitectura prefieren las ediciones impresas porque necesitan ver a detalle las ilustraciones, pero cada vez hay más simuladores en la biblioteca que les permiten tener una experiencia más cercana a la realidad”, ejemplifica.
Por tanto, se debe considerar que no habrá lectores 100% digitales, ni 100% de papel, sino híbridos, resaltan los expertos consultados.
Un vistazo a las bibliotecas y librerías del futuro
Así como los lectores son híbridos, las bibliotecas y librerías también lo serán. “Los acervos crecerán de la misma manera en la que conviven y se complementan lo digital y lo impreso”, dice Consuelo Sáizar.
“Lo que estamos viendo es una evolución al multiformato, es decir, con presencia del libro impreso o digital; colecciones de vídeo y sonoras; diversos recursos en el metaverso y en realidad aumentada”, dice Vladimir Burgos, Director Nacional de Bibliotecas del Tec.
Actualmente, la biblioteca del Tecnológico de Monterrey ofrece acceso a 4.1 millones de volúmenes en sus colecciones físicas y digitales.
2.4 millones corresponden a material físico y 1.7 millones a material digital. El acervo está integrado por libros, eBooks, enciclopedias, videos y revistas en todas las áreas del conocimiento en las que la institución ofrece programas académicos.
Por otra parte, Marcela Beltrán, cree que el papel nunca desaparecerá, pero sí cambiarán los libros que consumimos en papel.
“Pienso que vamos a ser una sociedad más lectora, pero consumiremos impresos más cortos y con más elementos gráficos, por ejemplo ilustraciones y arte”, puntualiza Beltrán.
Sin embargo, un punto en el que coinciden los especialistas, es que el vínculo que el ser humano ha forjado con la palabra no se extinguirá, independientemente del formato.
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