Rosa Espiricueta, investigadora del Tec de Monterrey, ganó un premio nacional de alimentos en categoría estudiantil por su proyecto para sustituir el gluten usando sorgo en la panificación.
La recién graduada de la carrera de Ingeniero en Nanotecnología y Ciencias Químicas ideó como tesis de maestría extraer kafirina de sorgo sin generar reacciones alérgicas en los consumidores.
Apoyada por las investigadoras Cristina Chuck y Luz María Martínez, este trabajo ganó el Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos, en la categoría estudiantil.
“Es un logro muy importante para mi carrera, aparte de que marca una pauta para lo que quiero seguir investigando y es muy importante para mí y mi familia”, mencionó Espiricueta.
Las investigadoras del Tec campus Monterrey recibieron dicho reconocimiento en una ceremonia celebrada en la Ciudad de México el pasado 7 de octubre.
EL TRABAJO
El título de esta investigación se llamó:“Extracción de kafirina de sorgo, desarrollo de resinas y evaluación de textura para la sustitución de gluten en panificación”
Sus asesoras se mostraron orgullosas por la disciplina y el gusto por la ciencia que imprimió en su trabajo de tesis, el cual si se desarrolla más podría tener impacto en la salud.
“A esta proteína le vimos la posibilidad de sustituir gluten en algunas aplicaciones de panificación de personas celiacas y ella elaboró unas resinas que nos hacen pensar que se puede en estas aplicaciones”, explicó Chuck.
La enfermedad celiaca es una afección al sistema inmunitario que no permite a quienes la padecen consumir gluten del trigo y otros cereales.
“Actualmente existen algunas soluciones tecnológicas que sustituyen al trigo como tal en producto de panificación.
"Sin embargo, estos son abundantes en dos ingredientes, el primero son altidones y el segundo gomas que mejoran o mantienen la estructura que antes daba el gluten”, añadió.
Por su parte, Luz María Martínez manifestó que este proyecto es de impacto transversal en el Tec de Monterrey debido a que trabajaron diversas disciplinas juntas.
“Este es un proyecto multidisciplinario en donde la química, la biotecnología y la nanotecnología se unen para crear un proyecto tecnológico con aplicación a la industria de alimentos y para resolver un problema de salud”, explicó.
TRABAJO RECOMPENSADO
Fue un año el que trabajó Rosa en este proyecto, en el Centro de Investigación y Desarrollo de Proteínas (CIDPRO), donde actualmente colabora en la Cátedra Alpura.
Ahora, la egresada del Tec buscará continuar con su investigación y desarrollarse más en esta práctica, la cual le apasiona.
“Quiero seguir investigando y más adelante cursar un posgrado en ciencia y tecnología de alimentos.
"(El premio) me ayudó a darme cuenta que he aprendido bastante, y que tengo la capacidad de lograr grandes cosas”, expuso.
Manuel Zertuche, decano de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, señaló que el Tec de Monterrey ha ganado este premio en diferentes años y con diferentes investigadores, lo que refleja el gran trabajo que se ha realizado en alimentos.
“Esto quiere decir que la comunidad científica en el área de alimentos no depende de una generación, sino que se reinventa, se recapitaliza cada generación de profesores jóvenes que están llegando, y de alumnos que están llegando al área”, manifestó.
El premio consistió en un reconocimiento y 150 mil pesos.
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