Con la colaboración de Monserrat Romo
“Desde el primer semestre que empecé a trabajar en el Tec los mecatrónicos me invitaron a su foto de graduación, nunca imaginé estar en una foto de graduación”.
Ese detalle lo describe José como una de sus grandes satisfacciones, además del convertirse en amigo de muchos de los alumnos con los que convive diariamente.
José Hinojo Serrano es auxiliar del Departamento de Ingeniería en el Tecnológico de Monterrey campus Laguna.
En más de 17 años de trabajo ha sido parte importante de la formación de cientos de estudiantes.
“Ayudé a estudiantes de Arquitectura en un proyecto, hicieron la maqueta y en los nombres de los integrantes del equipo estaba mi nombre, ‘es que fuiste parte del equipo’, me dijeron”, recuerda con alegría.
Y es que la entrega y paciencia de José le ha permitido ganarse la simpatía de aquellos estudiantes que deben pasar por el área de trabajo más gran del campus.
El trayecto de José en el Tec nació con la inauguración del Centro Integral de Manufactura y Tecnología (CIMTEC) que desde hace casi dos décadas es también su segunda casa.
SU LLEGADA AL TEC
José Hinojo se recuerda como un joven al que siempre le “gustó saber el porqué de las cosas”.
“Estudiaba Ingeniería Civil, hice dos años y en un tiempo de rebeldía reprobé una materia y más o menos por ese tiempo me casé. En ese momento o estudiaba o trabajaba”, recordó.
Después de algunas experiencias laborales José logró contactar a un asesor sindical del Tec para pedir una oportunidad.
El 7 de octubre del 2002, Jesús Trejo, en ese entonces jefe de Planta Física y Vigilancia, le dio la bienvenida al área de intendencia.
“Me contrataron precisamente para estar de intendente en el CIMTEC que se inauguró en febrero del 2003”, precisó.
“El CIMTEC no tenía nada, no había laboratorios, sólo estaba el almacén. Había equipo por ahí regado, solo estaban los estudiantes de ITIC y los Mecatrónicos”, agregó.
José se mantuvo tres años en labores de intendencia hasta que demostró sus habilidades para actividades de mantenimiento.
“Fui aprendiendo, entonces ya los siguientes cuatro años me dedique más al mantenimiento y así dure 7 años haciendo eso”, detalló.
LA COMPLICIDAD CON LOS ALUMNOS
José asegura que su actitud en el trabajo le dio visibilidad para poder desempeñarse como auxiliar del Departamento de Ingeniería. En esta área tendría un contacto más cercano con los alumnos.
“En el 2009 me ofrecieron la posición en la que estoy, recuerdo muy bien las palabras del Ingeniero Luevano ‘José aprovecha esta oportunidad porque aquí vas a aprender muchas cosas que no te imaginas’”.
Con la nueva responsabilidad se asomaron nuevos conocimientos.
“Nunca me imaginé aprender a utilizar el robot de soldadura, la cortadora laser, la impresora 3D, yo nunca me imaginé aprender a utilizar eso, en un principio se me hacía difícil”.
Actualmente José se encarga de algunos laboratorios del CIMTEC y del Tool Room, pero lo más gratificante de su trabajo, asegura, es la colaboración con los alumnos.
“Siempre estoy de metichón, me acerco y les pregunto qué es lo que están haciendo y les doy mis opiniones, pero yo digo que la mayoría de los proyectos tienen algo de mí”, aseguró.
El que recuerda con más entusiasmo es el diseño y construcción de grúas para niños con espina bífida, pacientes de la Asociación Pro Infancia Neurogénica de La Laguna (APIN).
“Veíamos la necesidad de las mamás y de los niños. Las mamás los tenían que cargar. Fue una de las cosas que más satisfacción me ha dado, cuando los alumnos las entregaron. Yo me empape de eso”.
"MI TRABAJO NO LO CAMBIARÍA"
En momento de trabajos finales, el grito de ayuda en el CIMTEC es ¡José!, pero su paciencia siempre le permite atender a todos los estudiantes.
“Pienso que estoy en el lugar indicado porque disfruto lo que hago, ese caos me gusta, no me desespero, tal vez me he acostumbrado estos 11 años, pero disfruto este caos”, asegura.
Monserrat Romo, estudiante de Diseño Industrial en campus Laguna, asegura que José es un colaborador de calidad humana.
“Siempre está atento cuando estás trabajando, tanto para mantenerte seguro como por si se te complica algo. José siempre está dispuesto y con una sonrisa, te contagia su positivismo y te hace trabajar con más ganas”, declaró.
Para José Hinojo su labor en el Tec no sólo le ha dejado enseñanzas, sino que se dice orgulloso de pertenecer a la institución.
“No lo cambiaria, el trabajo lo disfruto, me permite disfrutar de mi familia y me permite disfrutar de otras actividades que tengo, entonces creo es el lugar, el trabajo apropiado para mí”.
“Para mí el Tec es satisfacción, gusto por estar ahí, enseñanza. Yo aprendo con los alumnos cada día”, finalizó.
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