El Tec de Monterrey campus Laguna tiene un nuevo grupo estudiantil integrado por futuros ingenieros que buscan competir en carreras de vehículos sin motor
¿Te imaginas estar en un equipo en el que puedes aprender a diseñar autos desde cero? Ese es el objetivo de Escudería Laguna, un nuevo grupo estudiantil vinculado a la ingeniería, en el Tec de Monterrey en Torreón.
Lo que comenzó como un proyecto para devolver la participación de campus Laguna en competencias de Gravity Race Car (GRC), terminó por consolidarse con la visión de unos estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Ciencias.
Escudería Laguna se convirtió en un grupo estudiantil que tiene por meta crear una tradición automotriz y ofrecer un espacio para que los estudiantes desarrollen competencias y habilidades.
“Escudería Laguna es mucho más que solo un proyecto de autos. Es una oportunidad para aprender, crecer y dejar una huella”, expresó Javier Aguilera, estudiante y uno de los líderes del equipo.
“Escudería Laguna es una oportunidad para aprender, crecer y dejar una huella”.- Javier Aguilera.
Los desafíos de Escudería Laguna: el grupo estudiantil de autos e ingeniería
Escudería Laguna surgió con el propósito de diseñar, construir y competir con vehículos sin motor en competencias nacionales, pero en entrevista, integrantes del grupo estudiantil compartieron que el camino ha traído consigo desafíos.
En su primera experiencia, como lo fue su participación en GRC Arteaga, el equipo tuvo que diseñar por su cuenta su primer automóvil sin motor.
“Una suspensión requiere mucho tiempo tanto de diseño como de prueba”, resaltó Javier.
El aprendizaje fue parte del proyecto, ya que el conocer tanto de autos como de finanzas y temas técnicos fue nuevo para algunos miembros del equipo.
Otro reto que enfrentó Escudería Laguna fue la adquisición de piezas y materiales. La construcción de los autos requiere componentes específicos, lo que obligó al equipo a buscar soluciones para avanzar.
“Cada componente era un reto”, recordó Pablo Arenas, miembro del equipo.
Algunas piezas fueron fabricadas por los propios estudiantes, lo que no solo les permitió continuar, sino que también les brindó un aprendizaje en mecánica y fabricación.
Uno más de los desafíos a superar fue el tema de la seguridad.
Esto último pues cada vehículo debía pasar pruebas para asegurar que los pilotos estuvieran protegidos durante la competencia.
“No se trata de ganar carreras, sino de dejar un legado para las futuras generaciones”.- Javier Aguilera.
Reto de ingeniería une a generaciones
Para los integrantes de Escudería Laguna, el grupo estudiantil tiene la capacidad de unir generaciones.
Desde los primeros bocetos de los autos, hasta los ensayos y pruebas en pista, los estudiantes trabajan en equipo, comparten conocimientos y aprenden unos de otros.
"Queremos que este proyecto no se pierda, sino que continúe creciendo y evolucionando", compartió Pablo Arenas.
El grupo se ha convertido en un espacio donde los estudiantes distintas habilidades como diseño y fabricación.
“No se trata solo de ganar carreras, sino de dejar un legado para las futuras generaciones de estudiantes que vendrán después de nosotros”, finalizó Javier Aguilera, uno de los líderes de Escudería Laguna.
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