“Es el primer reconocimiento que tengo como arquitecto, me siento muy feliz, agradecido y orgulloso. Espero que vengan más”.
Así se expresó Raúl Andrés Díaz Sagarena tras recibir el Premio Calli, reconocimiento entregado por el Colegio de Arquitectos de la Comarca Lagunera A.C. (CACLAC) a las jóvenes promesas de esta profesión.
Y es que el pasado primero de octubre Andrés fue honrado en el Museo Arocena de la ciudad de Torreón con el trofeo que se entrega a recién egresados por su desempeño estudiantil y actividades extracurriculares.
"El premio tiene que ver con mi formación estudiantil, ya siendo egresado espero que este reconocimiento sea el primero de muchos”.
Raúl Andrés egresó del Tecnológico de Monterrey campus Laguna en diciembre del 2020 con Mención Honorífica de Excelencia.
Excelencia en su formación estudiantil
Durante su estancia en el Tec, Andrés participó en diversas actividades que fueron construyendo una formación integral para el ahora arquitecto.
Entre sus proyectos se encuentra la realización, junto a otros de sus compañeros, del segundo tomo del libro, “Torreón, rescate del patrimonio arquitectónico del siglo XX”, que documentó varios edificios de esta ciudad y su valor estilístico en coordinación con el gobierno municipal.
Derivado del proyecto anterior colaboró en la creación de un proyecto que dio pie a la restauración del edificio conocido como Casa Mudéjar que posteriormente fue convertido en un centro cultural.
Asimismo, trabajó en el desarrollo de un proyecto arquitectónico para una casa hogar de nombre Abrázame que actualmente se construye en beneficio de niñas y niños laguneros.
Finalmente, antes de graduarse vivió una experiencia internacional en Cemex Global Research and Development, en Suiza, donde realizó sus prácticas profesionales.
Sigue preparándose para alcanzar sus metas
Actualmente, Raúl Andrés labora en una empresa de consultoría de arquitectura y construcción, donde colaboran con firmas y obras de construcción en Estados Unidos.
“Ahorita estoy en una empresa que se llama IKERD, tiene sede en Dallas, pero tiene una oficina aquí (en Torreón) y estoy trabajando en ella desde hace siete meses”.
“Es una empresa de consultoría de construcción, nosotros trabajamos para solucionar problemas que tengan otros arquitectos dentro de la industria”, detalló.
Andrés destacó que tanto su formación en el Tec como el Premio Calli le permiten saber que va sobre el camino correcto para conseguir cada meta propuesta.
“Esto es una prueba de que se le está dando el valor a la profesión de cierta forma y me motiva a seguir adelante para seguir creciendo más”, finalizó.
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