Juan Carlos Villalobos* | Opinión | Director de la Licenciatura en Comunicación y Medios Digitales del Tec, campus Guadalajara
La creación y reproducción de noticias falsas ha sido una constante en los medios sociales en los últimos 2 años. A las noticias falsas se les considera las culpables, entre otras cosas, de la polarización actual de la sociedad, de sus miedos irracionales e inclusive del triunfo de Donald Trump en 2016.
En lugar de noticias falsas, nos gusta decir fake news, como si esto nos hiciera ver modernos, vanguardistas y enterados, de la misma manera que decimos bullying en lugar de hostigamiento o acoso (pero ese es tema de otra colaboración).
Aunque es innegable que las noticias falsas tienen un efecto en la opinión de las audiencias, lo es también que se les usa a conveniencia para atacar o defenderse de contrincantes, sobre todo en la arena política.
Si es para dañar, poco importa usar falsedades; si es para defenderse, se grita fake news como si la sola expresión en inglés cancelara todo lo dicho o demostrado.
Pero, como en muchos fenómenos de los medios, las personas podemos imaginar los efectos pero no comprobarlos con hechos. Es por eso que la investigación de las universidades es tan importante.
Alice Marwick, una profesora del Departamento de Comunicación de la Universidad del Norte de Carolina acaba de publicar un artículo titulado “¿Por qué las personas comparten noticias falsas?”, donde analiza las razones detrás de esta práctica de reproducir información no verificada, creada en páginas de Internet de dudosa reputación.
Los descubrimientos de la profesora Marwick son muy interesantes, sobre todo porque observó que las noticias falsas no necesariamente cambian la opinión de las personas.
Las noticias falsas no necesariamente cambian la opinión de las personas.
También observó que aunque todos hablamos de noticias falsas, es más adecuado hablar de noticias problemáticas; es decir, las que no son necesariamente falsas, pero que se publican en momentos determinados, bajo títulos sensacionalistas y alterando o exagerando los hechos para proponer agendas a favor o en contra de personajes o instituciones.
Todo esto, dice Marwick, ha sido estudiado desde las primeras teorías de la comunicación, como la bala mágica o la aguja hipodérmica, que consideraban que la información transmitida a través de los medios masivos modificaban el pensar y el comportamiento de millones de personas.
Las 2 teorías han sido muy cuestionadas, de la misma manera que el estudio de Marwick cuestiona que las noticias falsas sean todopoderosas, principalmente porque son afectadas por 3 elementos:
· La ideología de los usuarios de redes sociales;
· La manera en que están construidos los mensajes; y
· Cómo funcionan los medios tecnológicos donde se crean y reproducen las historias.
El estudio se enfocó en las 50 noticias falsas más compartidas de los últimos años, de acuerdo a las revistas digitales BuzzFeed y Snopes.
Estas noticias fueron clasificadas de acuerdo a su orientación política y se analizó desde qué cuentas y en qué momento se compartían.
Cabe aclarar que la mayoría las noticias seleccionadas correspondían a situaciones alrededor de la elección y presidencia de Donald Trump y la radicalización de las posturas políticas en la población de Estados Unidos. Se dejaron fuera chismes de la farándula.
Las conclusiones del estudio el estudio sobre por qué la gente comparte noticias falsas son:
- Las personas con pensamiento conservador e ideología de derecha son las que más comparten noticias falsas, sobre todo en temas de moral, racismo, violencia contra las mujeres e inmigración.
Eso no quita que las personas de izquierda también compartan noticias falsas; por ejemplo: las notas sobre los peligros de vacunar a los hijos.
- Las personas de derecha extrema en Estados Unidos no confían en los grandes medios como CNN o el New York Times, por el contrario obtienen su información en redes sociales en sitios radicales como Breitbart, que reproduce de manera extrema la agenda informativa de Fox News.
- La gente comparte noticias falsas, aún sabiendo que son falsas, si estas refuerzan sus creencias e ideología y si además les hacen sentir unidos a personas que piensan igual.
- Las noticias falsas en realidad se puede definir como noticias problemáticas que abordan temas polémicos y que se difunden en momentos específicos de la agenda noticiosa.
Como muestra las explosiones de drones en Venezuela; habrá quien aproveche la noticia para hablar de un auto atentado y quien dirá que fue la derecha venezolana.
- Las grandes empresas tecnológicas tienen una gran responsabilidad en la reproducción de noticias falsas, pues manejan la información noticiosa de la misma manera que la publicitaria, para mantener a los usuarios más tiempo en sus plataformas.
El estudio tiene otras conclusiones muy interesantes, y habrá quien considere que los hallazgos son obvios, pero el valor de la ciencia es observar y documentar para comprobar con hechos lo que el resto de las personas sólo imaginamos.
*Juan Carlos Villalobos
Especialista en comunicación y medios, sociedad y repercusiones de la comunicación y el uso de medios en la población.
Recibió el grado de Maestro en Comunicación y Medios Digitales por la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos. Ha colaborado para el servicio público en Jalisco y se ha desempeñado como académico y administrativo en el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, en las áreas de Comunicación y Desarrollo Humano.
Es especialista en estrategia de contenido para medios digitales, Media Literacy y reputación en redes, comunicación y medios, sociedad y repercusiones de la comunicación y el uso de medios en la población.
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