La protesta contra las redes de medios de transporte y la crisis al no incorporar en su operación el desarrollo y avances de las nuevas tecnologías que beneficien al servidor y consumidor de la misma manera, ha provocado un parteaguas entre los servicios de transporte público y las nuevas aplicaciones móviles que impactan en el desarrollo de la economía del país.
Ángel Iván Olvera, profesor del Tec y director de carrera de la Licenciatura en Economía, compartió a CONECTA el panorama detrás de toda esta discusión.
El profesor, destacó que esta pelea tiene poco fundamento, ya que los taxistas no perderían realmente a sus clientes, pues este tipo de plataformas están dirigidas a un cierto sector de la población.
“Es importante aclarar que el mercado al que están dirigidas las Empresas de Redes de Transporte, Uber, Cabify y DiDi, son a personas mayores de edad que tienen teléfono inteligente con acceso a internet”, dijo el director de carrera.
Este perfil del que habla Olvera representa aproximadamente el 51% de la población en el país, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de TIC en Hogares (ENDUTIH) 2018.
“La competencia que tienen estas aplicaciones con los taxistas solo es en una parte, ya que existe un 49% de la población que, por su situación económica actual, no pueden utilizar los servicios ofrecidos por dichas empresas y tiene que utilizar otros medios como taxis, camiones, metro, entre otros”, agregó.
Los beneficios para los ciudadanos han sido sustanciales, por ello, el éxito de estas plataformas en el país. En cambio, si los taxistas siguen esta discusión, los únicos afectados serían ellos mismos porque se elevarían los costos de sus servicios y menos población podría tener acceso.
“Si dejaran de funcionar las aplicaciones móviles, la oferta de servicios de transporte disminuiría y, por ende, los precios en el mercado se incrementarían. Esto provocaría como consecuencia una disminución en el número de viajes en transporte público de la población como los taxis”, destacó.
Prohibir estas plataformas no solo sería un golpe para sus millones de usuarios, también afectaría a una gran parte de la población que hoy en día se gana la vida por este medio o que cuenta con un ingreso extra gracias a las aplicaciones de movilidad.
“Si desaparecieran aplicaciones como Uber, Cabify o Didi, el ingreso de los empleadores que perciben recursos a través de este servicio disminuiría en un 100% debido a que ya no podrían ofrecerlo.
“Adicionalmente, es importante saber que este tipo de plataformas promueven el autoempleo, lo que significa que habría conductores que son sus propios empleadores y no tendrían, necesariamente, algún ingreso adicional”, señaló.
Enfatizó que los taxistas se deben adaptar a la modernidad y a la era que vivimos actualmente, y concentrarse en mejorar para poder competir contra estas plataformas.
“Es poco probable que dejen de funcionar las plataformas de movilidad; sin embargo, la mejor alternativa sería que existiera una competencia más pareja entre los taxistas y estas grandes empresas, aunque el costo del servicio de transporte incrementaría. Hay dos opciones: incrementar la exigencia con estos servicios o disminuir el de taxistas”, añadió.
Para finalizar, compartió el por qué es importante que existan estas aplicaciones como otra opción además de los taxistas.
“Uber, Cabify y Didi generan nuevos empleos todos los días y sectores económicos que no utilizarían taxi son más propensos a utilizar el servicio de estas empresas de redes de transporte para llegar a sus trabajos, escuelas o casas”, concluyó.