Foto portada: Eric Kinkopf.
Erik Basurto, director artístico en el Tec de Monterrey Campus Ciudad Juárez, fue uno de los seleccionados para formar parte del proceso creativo de la obra ‘La Caída’ con la Compañía Experimental de Danza Lola Lince.
Fue a través de unas residencias artísticas en el Festival de Danza Contemporánea 'Nellie Campobello' en Guanajuato que quedó seleccionado para formar parte del proceso creativo de la obra ‘La Caída’ de la compañía.
Los integrantes asistieron a residencias de entre dos a tres semanas, una o dos veces al año. Basurto cuenta que era un proceso de todos los días durante horas.
“Es muy importante el producto pero es más importante el proceso”.
—Erik Basurto
“Fue muy enriquecedor compartir visiones de diferentes partes de la república que cada uno trae algo que aportar a la obra y a la comunidad”, comentó Basurto.
Dentro del elenco de ‘La Caída’ hay bailarines de Guanajuato, Chihuahua, San Luis Potosí, Guadalajara, Costa Rica, entre otros.
Considera que el aprendizaje que se lleva con la experiencia es ejercer con autonomía, consciencia, responsabilidad, el arraigo, y dio énfasis en la gratitud por la oportunidad. Comenta que el trabajo se dio mediante el pensamiento colectivo.
Agregó que es un estilo de vida el que lleva y no simplemente un proyecto.
“Nos hemos presentado en teatros donde no me imaginaba a estas alturas. Estoy agradecido de poder pisar esos escenarios”, mencionó.
‘La Caída' se ha presentado en festivales de danza como el Festival Lila López y el Festival Onésimo González. Han hecho temporadas en escenarios de la Ciudad de México como la Sala Miguel Covarrubias y el Centro Cultural del Bosque.
“Cada temporada ha sido maravillosa porque ha sido retomar y madurar la obra. Cada vez que la presentamos, la seguimos puliendo para darle un mayor sentido artístico”, expresó el director.
La experiencia le ha “dejado huella” tanto profesional como personalmente por medio de la ejecución y la interpretación.
Comparte que la mirada artística es la identidad que tienen los bailarines a quienes enseña, que cada uno tiene algo que aportar y no solamente una copia de lo que se enseña. Piensa que esto los lleva a interpretar con honestidad, talento y corazón, sin dejar de lado la disciplina.
“Tratar de transmitir la importancia de hacer en la danza, en el arte del movimiento. Siembro la semilla pero ellos abonan esa semilla para que crezca”.
—Erik Basurto
Erik Basurto es Licenciado en Educación Dancística con especialidad en Danza Contemporánea.
Trayectoria en el baile
Desde pequeño comenzó en el baile. En la ciudad de Minatitlán, Veracruz para el Día de la Candelaria se acostumbra el fandango, un baile popular típico; sus padres lo llevaron cuando era niño.
“Di un salto abrupto con los jaraneros porque mi corazón no resistía al no poderme mover escuchando esas percusiones y esos sonidos que embriagaron mi cuerpo”, es la sensación que lo hizo subirse al escenario en ese mismo momento, lo que lo hizo acercarse de ahí en adelante a la danza folclórica mexicana.
Al salir de la preparatoria al decidir a qué dedicarse, sus padres lo alentaron a ser lo que quisiera, con la condición de que le hiciera feliz. Fue entonces que el director de su preparatoria le presentó la opción de estudiar danza contemporánea en Xalapa.
No estaba familiarizado con los estilos. Sin embargo, después de la audición y el examen, fue aceptado. Entre propedéutica, licenciatura y titulación, le dedicó alrededor de ocho años.
Mientras tanto, se inauguró el primer Festival de Danza del Golfo, donde asisten compañías de danza internacionales. Gracias a esto, cuenta Basurto, pasó de ser de vocación a convicción.
La obra de Costa Rica ‘Los Ojos de San Juan’ lo conmovió al grado de escoger para su vida el tocar los corazones y las almas de otras personas por ese medio.
“Siempre he estado abierto al teatro, baile de salón, música, artes visuales, artes plásticas. Son parte de un proceso de, con los años, buscar tu propia identidad y utilización del lenguaje”, comentó.
Ciudad Juárez lo ha marcado en los últimos veinte años, donde ha hecho producciones de ballet, danza contemporánea, proyectos tanto independientes como institucionales.
Cabe destacar que ha colaborado con personalidades como José Manuel Blanco Gil, fundador de la compañía de teatro Candilejas del Desierto, entre otros poetas, bailarines, actores.
“Estoy muy agradecido por la oportunidad y la generosidad que me brinda la maestra Lola Lince. Gracias a estos lazos busco dar lo mejor de mí y transmitirlo con mis estudiantes, las instituciones con las que colaboro, la comunidad”, agradeció Basurto.
Estableció que en la práctica pedagógica encuentra posibilidades de ser original y romper paradigmas de la realidad.
“Nos lleva a ser mejores humanos: conscientes, responsables, emprendedores. A aceptar la diversidad de este mundo. Esto me deja la experiencia de seguir bailando", señaló.
“Los sueños son para hacerse realidad, mirar al cielo teniendo los pies en la tierra. Es importante creer en ti mismo y saber que lo que estás haciendo te corresponde hacer y, lo más importante, hacerlo con el corazón”, concluyó Erik Basurto.
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