Con un proyecto visual y sonoro 5 estudiantes del Tec campus Chihuahua viajaron a Morelia para participar en el Festival de Música de Morelia llevado a cabo en el Centro Cultural Clavijero de esa ciudad.
El festival organizado por el gobierno de Morelia presentó la exposición Sound Tec del Tec en la que participaron estudiantes de los campus: Aguascalientes, Sonora, Guadalajara, Irapuato, Chihuahua y Morelia.
“Morelia es una ciudad llena de cultura y en esta ocasión invitaron al Tec de Monterrey para hacer esta exposición que va a durar hasta febrero”, comentó Guadalupe Reyes Quiñones, profesora tutora del equipo.
La exposición presumió las esculturas sonoras con el objetivo de recuperar los espacios culturales abandonados por el impacto de la pandemia por el COVID-19.
Llegar al Festival de Música de Morelia
La exposición Sound Tec reunió a alumnos de distintos campus de las Escuelas de Ingeniería y Ciencias, Ciencias Sociales y Gobierno y la entrada de Estudios Creativos del Tec.
Los estudiantes de campus Chihuahua utilizaron sus conocimientos científicos y técnicos para crear sonidos musicales a través de diferentes materiales.
Para llegar al Festival de Música ganaron un concurso a nivel campus donde presentaron Orologio y que fue seleccionado para representar al campus Chihuahua en la exposición del festival.
Los alumnos del campus Chihuahua fueron acompañados en el desarrollo del proyecto por los profesores Guadalupe Reyes Quiñones y Héctor Arturo Chavira de la materia Inmersión y Experimentación Creativa y al respecto la maestra Reyes comentó:
“Necesitamos la creatividad para poder emprender y ser líderes, ya sea si los alumnos se van a dedicar o les gusta el arte, este les va a ayudar para la resolución de problemas de manera creativa”.
“Necesitamos la creatividad para poder emprender y ser líderes. Ayuda a la resolución de problemas de manera creativa”.- Guadalupe Reyes.
Del salón de clases a una exposición de arte
Para las alumnas Ivana Loya y Dana Pasillas representar al campus fue todo un reto ya que sin tener conocimientos previos sobre producción sonora se aventuraron a realizar la escultura.
“Nos platicaron que si estaba bien hecha podíamos ganar y viajar a Morelia. Aunque somos 5 en el equipo, únicamente pudimos viajar Dana y yo, pero todas nos esforzamos y fue muy interesante poder participar”, expresó Ivana Loya
La convocatoria del concurso buscaba que las esculturas sonoras estuvieran basadas en una obra literaria. Las jóvenes se inspiraron en el cuento de Las Ruinas Circulares de Jorge Luis Borges.
“La mayoría del equipo era de negocios o de ingeniería, nosotros no sabíamos nada de estudios creativos, aprendimos durante la clase y lo fuimos implementando en nuestra escultura, pero no sabíamos nada de producción sonora ni nada de eso”, agregó Dana Pasillas.
El equipo completo está conformado por:
- Ivana Loya
- Dana Pasillas
- Analisa Domínguez
- Esther Corona
- Mariam Calderón
Hacer arte sin ser artista
Tras leer la obra de Jorge Luis Borges crearon la escultura a base de cartón, cubierto con pulpa de papel (papel maché) para hacerla más resistente.
Además agregaron materiales como vidrio, metal y mármol para obtener un sonido similar al de un palo de lluvia. A la hora de construir las maquetas utilizaron los conocimientos que ya tenían de sus propias carreras.
“Exploramos e imaginábamos algo gigante o super abstracto y decíamos, ¿cómo lo vamos a hacer? Cambiamos la escultura original, antes iba a ser muy diferente al resultado final” detalló Dana.
La propuesta original trataba de un laberinto interactivo de forma circular, luego la cambiaron al pensar que era muy literal y buscaban algo más abstracto, en el que la gente pudiera pensar y reflexionar
“No sabíamos cómo seguir o qué ideas tomar, tratábamos de comunicarnos para acordar los pasos a seguir. Le pedimos consejos a los profesores, más que nada para saber si seguir con esa idea o cambiarlo”, detalló Dana.
Las reglas en los museos también se hicieron para romperse
El resultado final fue un reloj de arena abstracto con la forma de laberinto con canicas en su interior con el que la gente pudiera interactuar con ella moviendo las canicas creando sonidos similares al de los palos de lluvia.
Las alumnas cuentan que fue un reto platicar su obra ante el público, los medios de comunicación de la ciudad y las personalidades invitadas, pero lograron vencer sus miedos y cumplir el reto.
El proyecto presentado por las estudiantes rompió con uno de los paradigmas de los museos, al permitir que las obras fueran manipuladas por los asistentes del recinto.
El Festival de Música de Morelia es un espacio que promueve la educación musical y que durante 34 años ha logrado presentar a los mejores exponentes de la música de concierto de todo el mundo.
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