Karen Chatú, egresada de la PrepaTec Campus Chiapas y actual estudiante de la carrera de contaduría pública en el Tecnológico de Monterrey le da vida al programa social “Escuelita virtual”.
“Escuelita virtual” es un programa social para combatir el rezago educativo por medio de asesorías virtuales y empoderamiento de jóvenes de preparatoria y universidad que tengan un espíritu emprendedor.
Karen nos comenta que La pandemia ha dejado una gran cantidad de consecuencias negativas, sin embargo, el rezago educativo en niños y jóvenes es una de las más alarmantes.
Preocupada por la educación en México, Karen Chatú con un gran espíritu y mucho esfuerzo busca, a través de su “Escuelita virtual”, la manera de cambiar el futuro de niños y jóvenes de toda la república.
Inicios de “Escuelita virtual”
“Cuando regresamos a clases virtuales en el Tec, yo me encontraba muy triste por la crisis que la sociedad estaba enfrentando."
"Fue entonces cuando me di cuenta que, a pesar de todo, al menos seguía estudiando. Eso me hizo reflexionar en todos los niños que no contaban con esa oportunidad” Con esas palabras Karen nos comparte su sentir y motivación para comenzar con su proyecto social.
El pasado 11 de septiembre del presente año el equipo de “Escuelita Virtual” cumplió un año desde su fundación, actualmente son una red de 150 voluntarios, alumnos y colaboradores de todo México buscando mejorar la calidad de la educación.
En palabras de Karen,
“Notar como “Escuelita Virtual” está haciendo una diferencia para un niño o una niña no solo en el ámbito escolar sino también en su vida; desde que se conecta a las clases, eso es lo que me vuelve a levantar.”
Karen cuenta que cierto día visitando a 2 primos suyos tuvo la oportunidad de ver la nueva modalidad en la que estaban continuando sus estudios y pudo notar lo difícil que estaba siendo para niños tan pequeños.
Así que haciendo uso de herramientas familiares para ella como la plataforma ZOOM, Karen comenzó a brindar asesorías completamente virtuales a 12 niños que por la contingencia no contaban con una guía educativa.
A poco más de un año de su fundación, "Escuelita virtual" brinda un acompañamiento personalizado a 56 estudiantes.
Lo que empezó siendo únicamente español y matemáticas, hoy también es historia, geografía, química, física, ciencias, ingles e incluso terapias para niños con capacidades especiales, todo a base de una modalidad remota.
Poco a poco más jóvenes se fueron uniendo a la causa, por lo que decidió tomar el proyecto que inició sola y moldearlo hasta convertirlo en un programa donde niños y jóvenes pudieran convivir y apoyarse unos a otros.
El programa busca ayudar a que los niños tengan una educación completa de acuerdo a su nivel académico, para ello, aplican a todos sus estudiantes un examen diagnóstico.
Con los resultados obtenidos, se evalúa el apoyo que requiere cada niño y se decide si asignarle un grupo con más estudiantes de su nivel o si necesita asesorías individuales; todo con el objetivo de ayudar al pequeño a alcanzar su máximo potencial.
Planes de mejora del programa
Con dedicación y diferentes habilidades adquiridas a lo largo de su preparatoria en el Tecnológico de Monterrey, la líder del programa ha logrado sumar a la iniciativa a una decena de especialistas de diferentes áreas como psicólogos, nutriólogos y pedagogos.
Siempre buscando capacitaciones, para ella y el equipo de voluntarios, que mejoren la calidad de las enseñanzas que se imparten en las clases tanto particulares como grupales.
Como fue el caso de la psicóloga Monserrat Anaya quien ofreció un taller titulado "Reconociendo mis emociones" con la finalidad de que los jóvenes voluntarios estuvieran capacitados acerca del manejo adecuado de las emociones en niños.
También se comenzaron a desarrollar actividades dedicadas a la recreación de los estudiantes, donde los voluntarios ofrecían talleres interactivos.
En estos se trabajaban manualidades, experimentos y hasta recetas de cocina con la finalidad de interactuar con los niños y a la vez dotarlos de habilidades para desenvolverse dentro de la sociedad.
A lo largo de este año trabajando con los estudiantes, las familias se han ido involucrando con el programa, siempre agradecidos de tener a “Escuelita Virtual” en la vida de sus niños.
“La verdad nuestro día a día se volvió más fácil desde que mi hija es parte de “escuelita virtual”, siempre voy a agradecer el poder tener a estos ángeles que nos ayudan con su educación” así es como el señor Arnulfo Arguello, un padre de familia, expresa lo que significa el programa para ellos.
Escuelita virtual es más que asesorías en línea, se ha convertido en un espacio seguro para que jóvenes voluntarios y estudiantes vivan un acompañamiento durante el confinamiento, para muchos una familia en estos momentos de crisis e incertidumbre.
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