Con base en el principio físico del punto de rocío, Daniel Guayara, David Hernández, Iker San Juan y Santiago Caire, alumnos del Tec de Monterrey campus Santa Fe, crearon un dispositivo que busca aprovechar la humedad ambiental para cosechar agua.
Los alumnos del Bachelor of Science in Industrial Engineering with minor in Systems Engineering (BIE) convirtieron su proyecto en un emprendimiento social llamado SkySip, a través del cual pretenden disminuir el estrés hídrico de comunidades y organizaciones, de acuerdo con ellos.
“El dispositivo es un cosechador de agua que aprovecha la humedad ambiental y empieza a condensar gotas de agua. Con él, buscamos apoyar a comunidades con dificultad de acceso al agua y que empresas adopten prácticas sustentables en sus procesos”, comenta Santiago Caire.
Con su emprendimiento, ganaron el primer lugar en el programa del Tec en la región Ciudad de México del Hult Prize 2025. Calificaron a la etapa nacional de la competición y concursaron junto a otros 30 emprendimientos de todo México por un lugar en la final internacional.
El Hult Prize es una competencia global que desafía a jovenes a resolver problemáticas sociales a través del emprendimiento.
El cosechador de agua que aprovecha la humedad creado por alumnos Tec
De acuerdo con los estudiantes del Tec campus Santa Fe, diseñaron su cosechador de agua con base en el principio del punto de rocío, el cual se refiere a la temperatura a la que empieza a condensarse el vapor de agua contenido en el aire.
“Por ejemplo, cuando tienes una botella de agua y la sacas del refrigerador en un lugar cálido, esta comienza a sudar y a mojarse por fuera. A través de un dispositivo, enfriamos un tubo y una placa de metal para cosechar el agua que se forma en ellos”, explica Daniel Guayara.
El último prototipo de su dispositivo tiene el objetivo de cosechar 30 litros de agua diariamente, la cual puede utilizarse para la higiene personal, el aseo, entre otros usos, mas no para el consumo humano, de acuerdo con Santiago Caire.
“Descubrimos que aproximadamente el 95 por ciento del agua que usamos no se destina al consumo, sino a otras actividades. Por eso, decidimos enfocarnos en encontrar soluciones para todos esos otros usos”, aclara Daniel Guayara.
El prototipo también es modular, es decir, puede unirse a otros dispositivos iguales para cosechar más agua. Además, está automatizado para trabajar solamente bajo las condiciones ambientales óptimas para cumplir su objetivo, de acuerdo con David Hernández.

"Para llegar al punto de rocío se contemplan 2 variables: humedad y temperatura ambiente. Si las condiciones no son óptimas para cosechar agua, el dispositivo se mantiene apagado con el fin de evitar el desperdicio de energía”, describe David.
De acuerdo con los alumnos, su emprendimiento nació en una materia de su carrera en la que tenían que probar el principio físico en el que basaron su proyecto. Esta clase la impartió Iván Camps, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del campus Santa Fe.
Camps retó a sus estudiantes a crear dispositivos para pruebas de campo de una investigación de nanomateriales y nanotecnologías de superficies en la que trabajaba en conjunto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“El reto era crear prototipos que pudieran desarrollar en unas cuantas semanas, involucrándose en todo el proceso, desde la fabricación hasta el análisis y la puesta en marcha.
“Este equipo mostró muchísimo interés en seguir trabajando, así que pasamos de pensar en un prototipo de laboratorio a buscar construir lo más cercano a uno real y comercializable”, indica Iván Camps.
Actualmente, el último prototipo de su cosechador de agua está en fase de pruebas.
Su emprendimiento busca disminuir el estrés hídrico de comunidades
Una de las razones por las que los alumnos del Tec convirtieron su proyecto en un emprendimiento social fue una visita que realizaron al municipio de Villa Victoria, Estado de México.
Ahí se encuentra la presa Villa Victoria, la cual aporta más de 2 metros cúbicos de agua por segundo al Sistema Cutzamala, sistema hídrico que abastece a localidades de la Ciudad de México y del Estado de México, según datos de la Red Mexicana de Cuencas.
“Buscamos apoyar a comunidades con dificultad de acceso al agua y que empresas adopten prácticas sustentables en sus procesos”.- Santiago Caire.
De acuerdo con los alumnos, legalmente los habitantes de Villa Victoria no pueden abastecerse de agua de la presa, lo que dificulta el acceso de su comunidad a este recurso.
“Vimos con nuestros propios ojos las condiciones en las que vive mucha gente sin acceso al agua. La experiencia nos impactó mucho y desde entonces, sentimos la necesidad de hacer algo para generar un cambio”, expresa Iker San Juan.
Durante su visita, notaron que las condiciones de humedad en Villa Victoria eran aptas para que su cosechador de agua funcionara, lo que los llevó a proyectar la escalabilidad de su proyecto.
“En México y otras partes del mundo, hay muchas poblaciones con condiciones similares. David y yo somos colombianos. Mi familia tiene cultivos allá y también hemos tenido problemas por la falta de lluvia y el acceso limitado al agua”, añade Daniel Guayara.
Buscando impulsar su emprendimiento, se inscribieron al programa del Tec en la región Ciudad de México del Hult Prize 2025, por recomendación de su profesor, Iván Camps, y del departamento de Emprendimiento del Tec en Santa Fe.
A pesar de los retos que implica adentrarse en el mundo de los negocios, lograron avanzar directamente a la etapa nacional de la competencia, que se llevó a cabo del 9 al 10 de mayo en el Tec campus Monterrey.
“Hemos tenido varios retos. La parte del ‘pitch’ fue un gran desafío para nosotros, porque como ingenieros nunca habíamos presentado una idea de esa forma.
“También hemos notado que las emprendedoras y los emprendedores empiezan haciendo de todo. Otro gran reto ha sido aprender de cada área mientras el proyecto se consolida y se une más gente al equipo”, señala Daniel Guayara.
Los alumnos continuarán trabajando en su emprendimiento SkySip, buscando ofrecer una solución a la problemática de acceso al agua.
"Todo esto nos ha llevado a pensar en cómo podemos crecer y en qué podemos mejorar. Nuestra motivación principal es buscar una solución real a este problema porque está empezando a afectar a una mayor parte del mundo”, finaliza Daniel.
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