“Con la presentación ´Escuchar la vida´ trato de hacer despertar esa inquietud en el liderazgo, ese liderazgo que caracteriza al Tec de Monterrey” fueron las palabras con las que inició a platicarme Jorge Font sobre su historia en el Tec.
Por Julio Martínez / CONECTA Región CDMX - 14/05/2018

Jorge Font es egresado de Administración por el Tec de Monterrey y consejero del Tecnológico de Monterrey en Cuernavaca, apasionado del esquí acuático y amante de su familia y amigos. Y como lo menciona él, su vida gira sobre ruedas.

Aprovechamos para platicar un momento con él durante el taller que tuvo con los colaboradores en el Tec de Santa Fe.

¿Cómo llegas por primera vez al Tec?

Bueno, llegó en una época en la que estaba perdido, muy devastado porque acababa de romperme el cuello, de adquirir una parálisis, llegue por mí amigo Juan Alanís que iba a hacer sus horarios, ya estando ahí preguntamos si podía estar de oyente, para empezar a reconstruirme, yo entre por terror a ser un bueno para nada, un vago, entre porque el miedo es poderoso, me impulsaba a no ser una carga para mi familia.

¿Encontraste lo que buscabas?

Me encontré fue una institución en la que levantaba la mano para pedir ayuda y la tenía, me encontré personas que me ayudaron a conseguir un título profesional, pero lo más importante me ayudaron a reconstruirme.

¿Cuál es el sentimiento que tienes hacia el Tec?

Con el Tec siempre que regreso, es como quien regresa a una deuda impagable, a tratar de pagar lo impagable que es que me hubieran ayudado a haberme reconstruido.

Jorge Font.

¿Hay una diferencia del Tec antes de los sismos del 19S, al Tec en día de hoy?

Por lo menos lo que me tocó vivir a mí en Cuernavaca, campus que también se afectó con el terremoto. Yo he aprendido en el Tec, que el Tec es más grande que sus edificios, más grande que sus instalaciones, y que el espíritu de esta institución ese que yo viví en sus alumnos y profesores, el espíritu de personas que lo que saben hacer es enfrentar la vida con sensibilidad, con cariño y con proyectos. Porque yo creo que lo que enseña el terremoto es la fortaleza de la vulnerabilidad, la fortaleza de sabernos frágiles, y cuando uno se sabe vulnerable y frágil, lo que uno hace es acercarse a otras personas y eso hace comunidad.

¿Cuál tu anécdota más entrañable del Tec?

Dos cosas una a título personal, y la otra profesional. La primera pues es mi vida se llama Tere, se apellida Corona y es mi esposa, la conocí en el Tec, es lo mejor que me dejó la oportunidad de conocer personas y enamorarme. Y la otra a nivel de experiencias, a raíz del terremoto, conocí a Fanny una joven que perdió su casa, quien estuvo en una casa de ayuda para afectados, y que pensaba que su sueño de realizar una maestría se había derrumbado el día que se cayó la casa donde vivía. En diciembre ella se graduó del Tec en Cuernavaca con el promedio más alto de la generación, ahora está en Milán estudiando su maestría. Le escribí para felicitarla y me dijo, que uno debe desear tanto algo que a la vida no le quede más remedio que dártelo, Eso es lo que a mí me enseño Fanny.

¿Para ti qué es un sueño?

Es una ilusión que invita a trabajar todos los días, un sueño que me encantaría, es poder tener un país para trabajar y vivir, y que este a la altura de la dignidad de mi hijo Pablito y de la gente que yo quiero.

Grupo de trabajo con Jorge Font.

Jorge Font enseña mediante sus conferencias y talleres a buscar el lado positivo de las situaciones de la vida, por lo que nos regala un consejo para los estudiantes y colaboradores.

“Que vivan, que vivan en el amplio sentido de vivir, que no solo existan; que hagan silencio para escuchar lo que la vida les está preguntando y que puedan responder a su manera”

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