Desde niña, Sasha Subbaraman ha demostrado una visión emprendedora y multicultural; ahora, como universitaria, se ha vinculado activamente con retos del comercio de México y el mundo.
Eligió la carrera de Negocios Internacionales al ser hija de un importador de telas de la India y de una diseñadora mexicana y crecer rodeada de sedas finas, patrones vibrantes y clientes apasionados por la moda.
Además, los viajes para visitar a la familia de su padre despertaron su fascinación por otras culturas.
Hoy, como estudiante del Tec de Monterrey ha trabajado en proyectos con artesanas mexicanas para exportar sus creaciones a Alemania, ha colaborado con empresas como BIC, y ha conocido a los embajadores de Emiratos Árabes y Países Bajos.

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Gracias a su educación multicultural, Sasha siempre tuvo la mirada puesta en el extranjero.
Tras terminar la preparatoria, su plan era estudiar en Estados Unidos o Canadá. Aplicó a varias universidades, entre ellas York y la Universidad de Texas.
Sin embargo, los trámites de visa complicaron sus planes. Para no detenerse, su madre le sugirió inscribirse en una universidad en México mientras resolvía su situación. Así llegó al Tec de Monterrey en agosto de 2022.
Lo que comenzó como una opción temporal pronto se convirtió en su elección definitiva.
"Me enamoré de la escuela, de los maestros, de la gente increíble que conocí. Ya no me veía yéndome", recuerda.
A pesar de que su visa para Canadá fue aprobada y su papá había hecho un pago inicial a la universidad, Sasha decidió quedarse en el Tec.

De las telas al mundo de los negocios internacionales
Desde pequeña, Sasha mostró un espíritu emprendedor. Su padre, un importador de sedas finas, y su madre, diseñadora, la introdujeron al mundo del comercio textil.
"Vendía pashminas de la India a mis maestras desde primero de primaria. Llevaba mi maletita y les mostraba opciones".
Con ese trasfondo, la elección de su carrera años después fue natural: Negocios Internacionales.
"Siempre he querido viajar y conocer el mundo, así que esta carrera era perfecta para mí".
De acuerdo con Sasha, su formación en el Tec le ha permitido explorar distintas áreas del comercio global y reforzar su interés en el marketing para ayudar a modernizar el negocio familiar.
Además, ha perfeccionado su inglés y actualmente está aprendiendo francés y Lengua de Señas Estadounidense. Y en casa aprendió tamil, el idioma que habla su padre.

Experiencias internacionales y aprendizaje práctico
"A mí me gusta explotar todas las opciones que me da el Tec, busco siempre aplicar a proyectos que creo que me servirán".
Por ejemplo, en su segundo semestre, tuvo la oportunidad de tomar clases por una semana en la Universidad de San Diego y exploró el área de negociaciones interculturales.
También fue voluntaria en un programa con la Universidad de Groningen, en el que colaboró con empresas para evaluar su viabilidad en el mercado mexicano.
"Conocí al embajador de Países Bajos en México y visitamos la embajada. Fue una experiencia increíble".
Otra de sus grandes oportunidades fue participar en un conversatorio con el embajador de los Emiratos Árabes Unidos y representantes del Consejo Mexicano de Negocios, lo que amplió su visión sobre los negocios globales.
"Hablamos de inversiones y de cómo México y Emiratos (Árabes Unidos) pueden beneficiarse mutuamente. Me encanta conocer nuevas culturas y entender cómo funcionan los negocios en distintas partes del mundo".
Conocimientos para resolver retos reales
Sasha ha enfrentado diversos desafíos en su formación. Uno de los más exigentes fue un proyecto con la empresa BIC, en el que trabajó en la optimización del despacho aduanal de sus productos.
"Tuvimos que investigar fracciones arancelarias y restricciones para la importación de químicos. Fue complicado, pero nuestro equipo ganó el reto a nivel regional".
En redes, Sasha expresó que esta fue una experiencia enriquecedora, al tener la oportunidad de compartir sus recomendaciones directamente con los responsables de la toma de decisiones en la planta.
"Presentar ante una organización tan prestigiosa fue tanto un desafío como un privilegio, ya que nos permitió poner en práctica nuestros conocimientos académicos, afinar nuestras habilidades profesionales y crecer enormemente en el proceso.
"Esta oportunidad no solo destacó la importancia del trabajo en equipo y la preparación, sino que también resaltó el valor de la colaboración entre la academia y la industria para abordar desafíos del mundo real", escribió Sasha en la red social LinkedIn.
También ha colaborado con startups y participado en proyectos de exportación. Uno de sus favoritos fue un plan de negocios para artesanas del Estado de México.
"Nos enfocamos en vender cojines bordados a Alemania, un mercado con una comunidad mexicana fuerte. Diseñamos una estrategia paso a paso para facilitarles el proceso".
Ahora mismo tiene un proyecto con la empresa Kenworth como parte de la Concentración: Impulsando Negocios Globales a través de las Fronteras, donde buscará nuevas ideas para la empresa multinacional de camiones de carga, ante la situación arancelaria de Estados Unidos.
Actualmente, Sasha está en su sexto semestre y ganó la oportunidad de realizar un intercambio en Praga, República Checa.
"Mi directora de carrera es de República Checa y nos ha hablado mucho sobre las oportunidades allá. Estoy esperando la confirmación".
"Quiero seguir viajando, aprendiendo y, eventualmente, llevar el negocio de mi familia a otro nivel. Mi meta es modernizarlo con estrategias de marketing digital para que pueda operar, sin depender tanto de la presencia física", concluyó.

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