Un recorrido por su trayectoria musical, y la de su violonchelo de más de 300 años, fue el que dio Carlos Prieto Jacqué en el Tec de Monterrey la noche del lunes 12 de mayo.
El violonchelista mexicano, reconocido a nivel internacional, vino a presentar su libro Mi trayectoria musical, además de dar un breve concierto en la Sala Mayor de rectoría del campus Monterrey.
“Mi libro es, obviamente, la descripción de mi vida musical. Pero contiene también datos biográficos de mi violonchelo nacido en 1720 en Cremona, Italia.
“Desde que llegó a mis manos hace 46 años, me surgió una gran curiosidad por investigar su pasado”, externó el hijo de Carlos Prieto y Fernández de Llana, quien fuera consejero del Tec de Monterrey y donara a la institución su colección de El Quijote, que dio pie a la creación de la Biblioteca Cervantina.
El evento fue organizado por la Cátedra Alfonso Reyes con apoyo del Seminario de Cultura Mexicana.

Aborda su historia y la de "Chelo Prieto"
Prieto habló sobre su trayectoria musical, y comenzó con un relato sobre cómo llegó a sus manos “Chelo Prieto”, como llama a su violonchelo, el cual tiene 305 años de existencia.
Narró que el instrumento en 1901 fue obtenido por los sobrinos de Felix Mendelssohn, compositor alemán fallecido en 1847.
En 1943 los nazis prohibieron la música de Mendelssohn, por lo que Francesco Mendelssohn, el dueño del violonchelo, decidió emigrar, aunque estaba prohibido viajar con instrumentos de arte.
Felix y Francesco comparten un ancestro en común: el filósofo Moses Mendelssohn, quien fue tatarabuelo de ambos. Aunque pertenecían al mismo linaje familiar, no existió vínculo entre ellos.
"Este instrumento ha tenido muy diversas aventuras, algunas de ellas descritas en mi libro".- Carlos Prieto.
Prieto señaló que el portador del violonchelo logró engañar a las autoridades para poder cruzar la frontera.
“Poco después, Francesco y su violonchelo emigraron a los Estados Unidos. En 1972, Francesco falleció y el violonchelo fue adquirido por la Fundación Marlboro, encabezada por el gran pianista Rudolf Serkin”, contó.
Fue en 1979 cuando el violonchelo llegó a Carlos Prieto, después de pasar por Italia, España, Irlanda, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos.
“Desde entonces he tenido la oportunidad de estrenar 114 obras y he tocado con él prácticamente en todos los países alrededor del mundo. Este instrumento ha tenido muy diversas aventuras, algunas de ellas descritas en mi libro”, comentó.
Prieto recordó que durante su trayectoria conoció a diferentes compositores, como el ruso Igor Stravinski o el violonchelista Mstislav Rostropóvich.
Además de artistas mexicanos como Rufino Tamayo, Margarita Michelena, Jaime Sabines, Octavio Paz y Carlos Fuentes, así como Gabriel García Márquez, entre otros.
También habló sobre su amistad y colaboración con Yo-Yo Ma, violonchelista francoestadounidense de origen chino, con quien ha compartido escenario en diversos países.
Después de su plática, Prieto interpretó con su violonchelo la Suite no. 3, de Bach, y Bachriacion, de Eugenio Toussaint, compositor mexicano que le dedicó esta obra a Prieto.

Reconocen su visita y aportaciones
Juan Pablo Murra, rector del Tecnológico de Monterrey, valoró la visita de Carlos Prieto a la institución para compartir su vida y experiencia musical.
“Sobra decirles la huella que ha dejado el maestro Carlos Prieto con su entusiasmo como chelista, pero también su incansable labor como promotor de la música y de la cultura”, comentó.
Prieto ya había presentado un concierto en 1976 en el campus como parte de la Sociedad Artística del Tecnológico de Monterrey (SAT).
El evento fue parte de la Dirección Nacional de Desarrollo Cultural del Tec de Monterrey.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR LEER: