¿Cómo afectaría a los mexicanos las medidas arancelarias que pretende aplicar el gobierno de Estados Unidos a México?
El impacto dependerá del sector que se analice, en su conjunto se cree que pueda afectar el crecimiento económico, explica Cynthia Valeriano, profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey campus Toluca, quien dice:
“En el día a día las empresas reducirán su producción y cuando pasa eso hay recortes de personal, no hay empleos, no hay ingresos para las familias y disminuye el consumo. Eso se convierte en un círculo vicioso que se resume en recesión económica”.
Estas y otras repercusiones para el país son analizadas por la profesora, quien reconoce que el impacto, además del económico, también será social por el aumento en la incertidumbre, además de la pérdida de empleos.

La académica compartió que un estudio del Brookings Institute, un centro de investigación global especializado en políticas públicas, estima que México podría perder más de 2 millones de empleos en 2025 si no se logra negociar una reducción en las tarifas arancelarias enunciadas.
“Las negociaciones y acuerdos serán fundamentales para minimizar las consecuencias”.
"Estamos ante una situación compleja donde los efectos económicos se sentirán en varios sectores productivos. Las negociaciones y acuerdos -del gobierno federal-serán fundamentales para minimizar las consecuencias".
Las empresas y el empleo
México forma parte del acuerdo comercial entre Canadá y Estados Unidos conocido como T-MEC, y debido a que como país formamos parte de esta integración, los aranceles anunciados pondrían en riesgo la competitividad de las empresas mexicanas, afirma Valeriano.
Como consecuencia, agrega, se amenazan los empleos, sobre todo en sectores como el automotriz, agroalimentario y farmacéutico.
"En el corto plazo, podríamos ver una reducción en el consumo estadounidense debido al encarecimiento de productos.
Pero si estas medidas persisten por más de un año, la economía de Estados Unidos podría fortalecerse porque ampliarían su mercado laboral y productivo, afectando así a economías como la mexicana y la canadiense", señala.
Cynthia Valeriano comenta que los sectores industriales, como los del corredor del Estado de México podrían verse más afectadas ya que el 30% de su PIB depende de la industria manufacturera.
Dice que estas empresas podrían frenar inversiones y recortar personal, un efecto que comenzó a percibirse desde finales de 2024.
México y sus opciones ante los aranceles
La profesora Valeriano menciona que imponer medidas arancelarias mexicanas similares para contrarrestar la intención del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump no sería la mejor opción.
Podría provocar una contracción del PIB mexicano de hasta el 3 %, mientras que no aplicar represalias y buscar soluciones alternativas reduciría la caída a alrededor del 1.14 %.
"La aplicación de estos impuestos representa un desafío para la economía, pero la clave es minimizar el impacto. Si México logra negociar excepciones arancelarias por sectores o periodos específicos, el golpe económico podría atenuarse", comenta.
"La postura del gobierno mexicano invitando a la calma mientras se analizan estrategias, me parece adecuada.
“Aunque no elimina el nerviosismo, sí envía un mensaje de control y disposición al diálogo".
A nivel estatal habla de que los gobiernos podrían implementar incentivos fiscales, reducir impuestos sobre la nómina y colaborar con cámaras empresariales para encontrar soluciones.

Aranceles, quién paga el costo
De acuerdo con la profesora, los aranceles son impuestos aplicados a las importaciones y exportaciones con el objetivo principal de proteger las industrias locales de un país.
Para Cynthia Valeriano, que el gobierno estadounidense esté optando por imponer aranceles ad valorem, calculados sobre el precio de mercado de los productos, provoca el aumento en el costo final que, en última instancia, recae sobre los consumidores.
“El gobierno no retiene directamente este impuesto, lo asumen quienes compran o adquieren estos productos, es decir, lo asumirán los consumidores norteamericanos", quienes consumirían los productos importados desde México, concluyó.
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