Con el objetivo de promover la inclusión, alumnas y alumnos crearon la exposición “Un homenaje a la Neurodiversidad”, una oda visual a las distintas maneras de percibir, vivir y sentir el mundo.
Como parte de la materia de Proyecto de Diseño II, 17 estudiantes de la carrera de Diseño Industrial (LDI) realizaron “Un homenaje a la neurodiversidad”: una oda visual a las distintas maneras de percibir, vivir y sentir el mundo.
El proyecto presentado en el mes de marzo consistió en móviles o esculturas cinéticas inspiradas en el escultor estadounidense Alexander Calder.
En cada montaje se abarcaron distintas neurodiversidades: autismo, depresión, dislexia, esquizofrenia, síndrome de Down, síndrome de Tourette, síndrome de Williams, Trastorno del Límite de la Personalidad (TLP) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
EL DISEÑO COMO LUZ
La exhibición nace con la idea de cambiar la construcción social actual sobre la discapacidad mental hacia una percepción de diversidad.
“Buscamos concientizar al público interesado acerca de un tema complejo como lo es la neurodiversidad por medio de piezas móviles y visuales que representan la esencia de diferentes tipos de diversidad mental,” comenta Edgar Ludert, director y profesor de LDI.
Además, con ella se busca celebrar las diferentes maneras de percibir la vida al ser un homenaje a todas las mentes.
“El diseño, como la luz, tiene la intención de hacer visible lo que ha permanecido oculto,” reflexiona Ludert.
“Este proyecto busca entender al otro para poder generar desde diferentes perspectivas, nuevas formas de relacionarnos más humanamente,” indica.
UNA EXHIBICIÓN PARA LA REFLEXIÓN
La discapacidad y la normalidad son conceptos contrarios a la diversidad y que han moldeado las formas en las que vivimos, pensamos y comunicamos.
“El mensaje de reflexión se detona al público y va de la contemplación visual a la información de las piezas, visibilizando la neurodiversidad,” menciona Edgar Ludert.
Los objetivos de la exhibición son: romper paradigmas, sostener de manera directa la visión de que todos tenemos una mente única, transgredir el diseño centrado en el mercado, y confiar en las utopías de escenarios más empáticos e incluyentes.
“En el momento que comprendemos de manera orgánica que todas las personas sentimos el mundo de manera diversa y que existe una realidad del otro diferente a la mía, es que podemos generar una empatía natural,” manifiesta Ludert.
SENSIBILIZARNOS PARA SER AGENTES DE CAMBIO
“Hoy como profesor, pretendo activar proyectos de innovación social a través de la articulación de los procesos de diseño con fenómenos complejos, en este caso como lo es la neurodiversidad,” expresa Edgar Ludert.
Impulsando proyectos socialmente relevantes e interesantes que informen, concienticen y visibilicen situaciones vulnerables permitirán que los alumnos aprendan y se sensibilicen ante la realidad de todos.
“Pretendo crear desafíos desde los saberes del diseño que fomenten en los alumnos proyectos no solamente centrados en el mercado, en el usuario ideal o la tecnología, si no centrados en impulsar la dignidad y los derechos de todas las personas,” postula.
“Un homenaje a la neurodiversidad” es el primer proyecto que realiza Edgar Ludert con sus alumnos de licenciatura y, dado los resultados, buscará movilizar y exhibir en diferentes espacios.
“La idea es que hoy (los alumnos) se conviertan en agentes de cambio visionarios, sensibles y comprometidos con su país, y que a través de su labor diseñen un futuro en equilibrio con todos los seres humanos y la naturaleza,” finalizó Edgar Ludert
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