¿List@ para el regreso a clases? Mentora Tec comparte algunos tips que te pueden ayudar a salir del ‘mood’ de vacaciones para iniciar el nuevo semestre
Por Mónica Torres | Redacción Nacional CONECTA - 08/08/2025 Fotos Shutterstock
Read time: 14 mins

Después de un periodo vacacional largo, regresar al entorno académico puede sentirse como un reto: la rutina, las clases, las tareas y las expectativas pueden generar ansiedad o incluso desmotivación. 

Sin embargo, Dinorah González, mentora del Modelo de acompañamiento del Tec en campus Guadalajara, comparte cómo con pequeños cambios en nuestra mentalidad a la par de acciones concretas, es posible arrancar el semestre con el pie derecho.

"Recuerda que el tiempo es finito. En la medida que tengas el panorama de tus actividades diarias, estoy segura que tendrás paz mental.

"Integra en tu planeación tiempos de recreación, tiempos de conexión con las personas importantes para ti, para hacer ejercicio físico, ya que no solo se trata de regresar y dedicarte a estudiar", reflexiona González.

CONECTA te comparte 20 consejos prácticos para reconectar contigo mismo, con tus metas y con tu comunidad desde el primer día, retomando tu rutina de manera paulatina e integrando estrategias recreativas para volver ¡con todo!

 

Alumna estresada por el regreso a clases
Foto: Shutterstock

20 tips para regresar a clases con el mejor mood

 

1. No intentes retomar todo de golpe

Volver a clases no tiene por qué ser una carrera contrarreloj: si después de las vacaciones sientes que tu ritmo aún está desacelerado, no te preocupes, es completamente natural. 

Forzarte a recuperar toda la intensidad académica en la primera semana solo generará frustración y agotamiento.

Mejor, permítete una etapa de adaptación gradual: organiza tus primeras semanas con tareas manejables y tiempos de estudio realistas en lugar de llenar tu agenda desde el día uno, incluyendo espacios para ajustarte nuevamente a tu horario. 

Darte permiso para no estar al 100 % desde el inicio no significa falta de compromiso, sino inteligencia emocional, pues saber cuándo acelerar y cuándo bajar el ritmo es parte de una estrategia saludable para el semestre.
 

2. Reconecta con tu propósito y tu camino 

Antes de sumergirte en tareas, proyectos en equipo o lecturas, haz una pausa y recuerda por qué elegiste estudiar lo que estudias. 

Pensar en tu propósito personal y profesional puede ser un excelente motor para arrancar con energía y convicción.

Intenta reflexionar con preguntas como: ¿qué me inspira de mi carrera?, ¿qué tipo de impacto quiero lograr con lo que aprenda?, ¿cómo se relaciona este semestre con mi proyecto de vida? 

Estas reflexiones no solo te ayudan a motivarte, sino que también te permiten priorizar y tomar decisiones con mayor claridad más allá de los exámenes o entregas. 

Incluso puedes escribir tus respuestas y colocarlas en tu espacio de estudio a manera de vision board o recordatorio visual de tu camino.

 

3. Ordena tu espacio de estudio

Un entorno ordenado y funcional puede ayudarte a concentrarte mejor y reducir el estrés, por lo que -antes de que inicien las clases- es importante que dediques unas horas a limpiarreorganizar o redecorar tu lugar de estudio. 

Elimina objetos que ya no uses, guarda lo que pertenece a otras actividades y asegúrate de tener a la mano todo lo necesario para tus clases: cuadernos, plumas, computadora, cargadores, etc. 

Si puedes, añade elementos que te inspiren, tranquilicen o simplemente te gusten: una planta, una lámpara cálida o incluso una figura de tu personaje favorito.

Este proceso también puede ser simbólico: poner en orden tu espacio externo puede ayudarte a poner en orden tu mente dándote el mensaje de que estás listo para empezar un nuevo ciclo.

 

"Integra en tu planeación tiempos de recreación, tiempos de conexión con las personas importantes para ti, para hacer ejercicio físico, ya que no solo se trata de regresar y dedicarte a estudiar".

 

Compañeros y profesores en universidad
Foto: Shutterstock

4. Diseña una rutina realista que puedas mantener

Es común que al regresar de vacaciones sintamos el impulso de querer aprovechar cada minuto: estudiar más, hacer ejercicio, socializar, iniciar proyectos nuevos o inscribirse a todas las actividades recreativas. 

No obstante recuerda que intentar hacerlo todo al mismo tiempo a manera “de golpe” suele terminar en agotamiento o burnout.

En lugar de una agenda saturada, prueba diseñar una rutina realista y sostenible con bloques de tiempo para distintas actividades, incluyendo momentos de descanso y hobbies. 

Recuerda que una buena rutina no solo maximiza el rendimiento, sino que protege tu bienestar.

También te puede ser útil establecer horarios regulares para dormir, comer y desconectarte de pantallas, enseñando a tu cuerpo a adaptarse a ciertos ritmos de manera lenta y natural.
 

5. Define metas pequeñas y alcanzables

Otro de los errores más comunes al iniciar el semestre es pensar en todo lo que tienes que lograr en los próximos meses y el esfuerzo y tareas que implica llegar a ese punto final.

Por ahora, enfócate en pequeños pasos: las metas cortas y concretas son más fáciles de cumplir y generan una sensación real de avance. Incluso puedes intentar plantearte objetivos con el formato SMART.

El formato SMART es acrónimo en inglés para un método que define objetivos que sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con tiempo definido.

También, puedes usar una libreta o una app para escribir tus objetivos semanales: terminar una lectura, asistir a todas tus clases, dormir a tiempo, organizar tus apuntes, etc., lo importante es que sean específicos, medibles y alcanzables.

Celebrar cada logro, por pequeño que sea, también es clave, ya que se genera una sensación de progreso constante que se traduce en mayor motivación, disciplina y autoconfianza para los siguientes retos del semestre.
 

6. Retoma o construye hábitos más saludables 

Tu energía mental y física está directamente relacionada con tu estilo de vida por lo que volver a clases con unmood” relajado pero comprometido implica cuidar también tu cuerpo. 

Retomar o fortalecer hábitos como dormir bien, alimentarte de manera balanceada y moverte diariamente es fundamental.

¡Ojo! No necesitas hacer cambios drásticos, empezar con pasos pequeños es más que válido, sobre todo si no estabas acostumbrado a ese tipo de acciones o rutinas.

Además, cuidar de ti mismo es una forma de decirle a tu mente que mereces sentirte bien, ya que la salud no solo es un medio para rendir más en la escuela, sino una condición para disfrutar lo que haces sintiéndote bien.

 

 

7. Evita compararte con los demás

Con el regreso a clases, también vuelve la convivencia con otras personas, particularmente, con tus amigos y compañeros de clase, por lo que caer en la tentación de compararte puede surgir.

Sin embargo, no olvides que cada persona tiene su propio proceso, sus fortalezas y sus desafíos, los cuales, no siempre van a ser visibles para ti u otros.

Compararte puede alimentar tu ansiedad y desviar tu atención de lo que realmente importa: tu propio crecimiento. 

En lugar de enfocarte en lo que otros logran, valora tus avances, identifica tus áreas de mejora y celebra tus esfuerzos; del mismo modo, intenta rodearte de personas que te inspiren sin caer en la autocrítica o la presión innecesaria.

 

Espacio limpio y organizado
Foto: Shutterstock

8. Reencuéntrate con tus amigos, compañeros y profesores

La vida académica no sólo se trata de ir a clases y entregar tareas; recuerda que también es un espacio para hacer amigos, encontrar mentores, formar redes de apoyo y vivir experiencias que van más allá del aula

Regresar a clases es una oportunidad para reconectar con su comunidad, desde volver a ver a tus amigos, platicar con tus profesores y hacer un catch-up con tus compañeros.

Sentirte parte de un grupo contribuye a tu bienestar emocional y te puede brindar un sentido de pertenencia que puede marcar la diferencia en tu experiencia universitaria.

 

9. Planea espacios para desconectarte

El semestre apenas comienza, pero eso no significa que tengas que vivir en modo productivo las 24 horas

Parte de una buena estrategia de regreso es programar intencionalmente momentos de desconexión, descanso, socialización e incluso ocio..

Puede ser tan simple como ver una serie, salir a caminar, escuchar música o practicar un hobby; lo importante es que esos espacios no sean la excepción, sino parte de tu rutina. 

No necesitas ganarte un descanso, recuerda que tomar una pausa es un derecho, no un premio.

Respetar tus momentos de break también pueden mejorar tu concentración cuando estudias: es un equilibrio que beneficia tanto tu rendimiento como tu estado de ánimo.

 

10. Usa herramientas digitales y apps a tu favor

El regreso a clases también puede ser más ligero si haces uso de toda la tecnología a tu disposición de forma estratégica. 

Hoy, existen apps y plataformas digitales que pueden ayudarte a organizarte mejor, estudiar de forma más eficiente y evitar la procrastinación.

Claro está, que establecer límites y utilizar estas herramientas de manera ética es indispensable: la tecnología es una aliada si no se convierte en distracción o se utiliza para reemplazar tu propio trabajo. 

Para esto, define horarios sin tu celular, desactiva notificaciones innecesarias y crea rutinas que te mantengan enfocado sin tomar toda tu atención.

 

 

11. No ignores o hagas de menos tus emociones

El inicio del semestre puede venir acompañado de entusiasmo, pero también de emociones que, comúnmente, pueden percibirse como negativas como: inseguridad, ansiedad, flojera, etc. 

Reconocer y expresar lo que sientes -bueno o malo- es el primer paso para atravesar esas emociones sin quedarte atrapado en ellas; asimismo, validar tus emociones te permite gestionarlas sin hacerlas a un lado.

Si el manejo de estos sentimientos se vuelve una tarea difícil de manera individual, habla con alguien de confianza, considera un acercamiento profesional o intenta acudir a los servicios de apoyo emocional de tu universidad

En el caso del Tec, espacios como Punto Blanco o Consejería y Bienestar podrían brindarte un acompañamiento adicional a lo largo del semestre según tus necesidades; esto, a la par de la línea TQueremos.

 

Música para inicio de clases
Foto: Shutterstock

12. Intenta ser más flexible contigo mismo y practica la resiliencia

Otro de los principales tips para volver a clases con una actitud o mood positivo es practicar la flexibilidad: las cosas no siempre saldrán como planeas, y eso está bien, lo importante es cómo respondes ante estos cambios, errores o imprevistos.

Trabajar en cultivar una mentalidad de resiliencia permite que te adaptes mejor ante aquello que no puedes controlar, aprendiendo de esas experiencias/retos y manteniendo tu motivación incluso en momentos difíciles.

Ahora bien, ser flexible contigo mismo no significa rendirse o dejar que todo “fluya” sin ningún tipo de camino o guía. 

Significa entender que el camino hacia tus metas no es lineal, y que puedes ajustar el rumbo de acuerdo a las situaciones que se presenten en tu vida sin perder de vista tus objetivos, algo que también amerita compromiso.

 

 

13. Elige un “outfit” poderoso para el primer día

Aunque para algunos puede parecer irrelevante, cómo te vistes también puede influir en cómo te sientes, particularmente, cuando ya te sientes nervioso o inseguro.

¿La clave? Escoge un atuendo o outfit con el que te sientas más como tú mismo y que a su vez sea cómodo, de manera que lo puedas usar durante todo el día sintiéndote al 100.

No se trata de impresionar a nadie, seguir tendencias o “disfrazarte” de alguien más, se trata de comenzar el semestre con energía y autoconfianza

Además, armar tu look de regreso a clases puede ser una actividad divertida: pon música mientras eliges la ropa, intenta combinaciones nuevas en tu cuarto o dale vida nueva a esa prenda tuya que siempre te hace sentir mejor.

Es imprescindible recordar que si te sientes bien por fuera, es más factible que proyectes seguridad, te relaciones sin distracciones y empieces la semana con una sonrisa sin preocuparte por el ¿qué pensarán?

 

14. Crea una playlist para regresar con todo

Aunque se ha dicho antes, es verdad: la música puede cambiar por completo tu estado de ánimo, para bien o para mal, e influenciar cómo inicias este nuevo bloque de tu vida. 

Arma una playlist de regreso a clases con canciones que te motiven, te relajen o simplemente te hagan bailar o te pongan de buen humor mientras te preparas por la mañana o te trasladas al campus.

Desde los clásicos hasta tus guilty pleasures, se vale incluso tener varias listas según el mood: para estudiar, para caminar entre clases o para relajarte al final del día.

La idea es que uses la música como herramienta más para tu regulación emocional, siendo una forma creativa, accesible y personal de mantenerte conectado contigo y con tu energía.

 

 

15. Recompénsate con un pequeño premio de inicio de semestre

Finalmente, no falta decir que: iniciar clases es un logro en sí mismo, por ello, siempre puedes darte un pequeño gusto simplemente por el hecho de haber regresado. 

Planea una recompensa divertida para tu primer día o primera semana: desde una salida por café a tu lugar favorito, ver tu serie favorita, regalarte una comida especial o un autoregalo, ¡todo se vale!

No olvides que el esfuerzo y el autocuidado pueden convivir y aprender a premiarte sin culpa también es parte de tu equilibrio emocional y tu manejo de emociones.

Además si lo haces con amigos, ¡puede ser incluso mejor! Celebren juntos que están de vuelta, que “sobrevivieron” el primer lunes y que tienen un semestre entero para crecer, aprender y disfrutar.

 

Amigos se reúnen en el semestre
Foto: Shutterstock

16. Considera hacer meal prep para tu primera semana

Si el regreso a clases te tiene muy estresado o ansioso, es común que actividades importantes como alimentarte bien queden en segundo plano, optando por snacks rápidos o platillos que puedes comprar en el momento.

Una buena forma de distraerte y además prever para esas primeras semanas ajetreadas es preparando tus comidas de la semana con anticipación, de manera que sólo tengas que congelarlas y recalentarlas de acuerdo a tus horarios.

La actividad de cocinar con tranquilidad y sin prisas incluso puede ser un momento de calma antes del inicio de clases que puedes mantener durante todo el semestre como un hábito.

 

17. Agenda una cita contigo y date tiempo para organizar tu semestre

Antes de que te absorban las tareas, haz espacio sólo para ti: bloquea en tu calendario una o dos horas durante la primera semana para revisar tu horario, tus clases, fechas clave del semestre y lo que se espera de ti.

Este date académico contigo mismo te ayuda a tener claridad, anticipar momentos de alta carga y tomar decisiones con mayor calma.

Incluso puedes hacerlo con música, café y tus cosas favoritas para convertirlo en un ritual agradable.

Cuando tomas el control de tu planeación desde el inicio, reduces la incertidumbre y evitas andar improvisando a la mitad del semestre.

 

18. ¡Participa! aunque sea poquito

¡Ojo! No tienes que levantar la mano en todas las clases ni unirte a todos los grupos estudiantiles; se trata únicamente de mantenerte involucrado de poco a poco para “romper el hielo” con el regreso a clases. 

Participar, aunque sea de forma puntual, te conecta con tu entorno, te ayuda a comprender mejor y te mantiene activo mentalmente.

Hacer una pregunta, apoyar en una dinámica o simplemente saludar a tu profesor son pequeños pasos que rompen la inercia del “modo vacaciones” y te recuerdan que tu presencia en el aula y tu comunidad académica importan.

Además, involucrarte desde temprano puede ayudarte a generar confianza en ti mismo y puede abrirte puertas a futuras oportunidades, sin que tengas que forzarte a ser el más extrovertido.

 

 

19. Si eres foráneo, recuerda considerar tus tiempos y presupuestos

González también recuerda -para aquellos que además regresan desde sus países, estados o ciudades natales- separar tiempos dentro de sus agendas y horarios para actividades básicas como ir al supermercado y prepararse de comer. 

Las actividades domésticas como limpiar tu vivienda, planear tu movilidad durante el semestre, lavar tu ropa, etc. también son partes importantes de tu bienestar y deben ser consideradas particularmente durante las primeras semanas.

Si vives con compañeros o en comunidad incluso pueden organizarse de manera conjunta para dividir gastos de manera estratégica, turnarse las tareas del hogar, el transporte y la preparación de sus alimentos.

 

20. Haz check-in contigo al final de la primera semana

Cuando termines tu primera semana de clases, tómate unos minutos para reflexionar: ¿qué te funcionó?, ¿qué te costó más?, ¿cómo te sentiste? 

No necesitas escribir un ensayo: basta con una nota rápida en tu celular, una breve entrada en tu diario o incluso una conversación a solas contigo mismo.

Este mini chequeo te permite ajustar antes de que el semestre avance demasiado, ya que puedes irte dando cuenta si estás durmiendo poco, si necesitas reorganizar tus horarios o si te hace falta pedir ayuda en cierta materia.

Además, reconocer cómo estás te ayuda a tomar decisiones más conscientes, en lugar de dejar que el ritmo te arrastre sin rumbo.

Finalmente, la mentora destaca la clave de todo: disfrutar al máximo cada una de las experiencias que provee este periodo de tu vida.

"Recuerda: nada es para siempre, todo pasa. De cada experiencia toma lo mejor, incluso cuando las cosas no vayan como tu esperabas, porque finalmente todo suma a construir la mejor versión de tí, si y sólo si, tú decides que así lo vas vivir", concluyó.

 

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