Elena Arévalo egresó de PrepaTec Eugenio Garza Lagüera con el mejor promedio del programa Bachillerato Multicultural y promedio general de PrepaTec en Monterrey
Elena corría detrás del balón al jugar futbol soccer, cuando una jugadora rival la empujó, cayó mal y se fracturó el brazo; eso la marginó de entrar a la selección de Nuevo León.
Así, recuerda Elena Arévalo, egresada de PrepaTec Eugenio Garza Lagüera, uno de los grandes desafíos que la hizo casi abandonar una de las pasiones que son parte de su formación integral.
Contar con padres de distintas nacionalidades y vivir en un lugar donde no había muchos familiares, fueron otros de sus desafíos, sin embargo, al entrar a PrepaTec hizo lo justo para dar rumbo a su vida.
“La prepa me dio el poder convivir con demasiados estudiantes, de diferentes contextos y grupos que respetaban mis ideas. Eso me ayudó a no tener miedo en mostrar quién soy”, señala.
Recientemente, Elena se graduó de PrepaTec con Mención Honorífica de Excelencia por un promedio de 99.6, fue el mejor de su programa y de generación de la región Monterrey; además, una distinción de Excelencia en Liderazgo y Formación Estudiantil (LiFE).
El desafío de conectar con otros y consigo misma
Elena nació hace 18 años en Jerusalén, la capital de Israel, debido a que su papá, entonces alumno de Medicina del Tec de Monterrey, hacía una especialidad en el Hospital Hadassah.
Su mamá es originaria de Chile y conoció a su papá durante un intercambio en el Tec.
Debido a factores culturales, Elena no cuenta con la nacionalidad israelí; es mexicana y chilena gracias a sus padres. Eso le ha planteado diversos retos.
“Sí ha representado un desafío tener papás de diferentes nacionalidades. Vivo en Monterrey, aquí no tengo familia, estoy en un tipo de atmósfera donde no tengo muchas referencias.
“Supongo que muchos de los que tenemos 2 nacionalidades tenemos el conflicto de nunca pertenecer; eso me llevó a ser un poco aislada”.
Fue durante en su etapa de estudiante de secundaria y como parte de selecciones de futbol de dos municipios de Nuevo León cuando más vivió ese desafío; sin embargo, cuando entró al bachillerato en PrepaTec, decidió que esa situación iba a cambiar.
“En la prepa es donde más me he podido desenvolver; me enfoqué en salir de mi zona de confort y relacionarme con más gente".
Fue a través de grupos estudiantiles en los que participó -e incluso ayudó a fundar- que logró desenvolverse y encontrar su identidad, enfocarse en otras partes de su personalidad que iban más allá de lo académico, como el liderazgo.
Incluso, Elena, quien tuvo sus primeros dos semestres de preparatoria en forma virtual por la COVID-19, señala que aprovechó el año de confinamiento para conocerse a sí misma y reflexionar sobre sus intereses.
“Me sirvió mucho este tiempo durante la pandemia para darme un respiro de todo lo que estaba pasando allá afuera y, más bien, ver lo que estaba pasando acá dentro de cómo soy y cómo me siento”, agrega.
“Supongo que muchos de los que tenemos 2 nacionalidades tenemos el conflicto de nunca pertenecer".
Grupos estudiantiles fueron claves para triunfar
Elena tenía clara su estrategia, más allá del esfuerzo para sobresalir en el tema académico, buscaría fortalecer sus habilidades para relacionarse con los demás en su etapa en PrepaTec.
Desde muy niña siempre se interesó por las artes, como la danza, la lectura, pero también por aprender otros idiomas, como Italiano, fue esta razón la que la llevó a inscribirse en el Modelo Bachillerato Multicultural, en el cual logró alcanzar notas destacadas.
En segundo semestre, Elena fue invitada a pasar al Modelo de Bachillerato Internacional, sin embargo, declinó la oferta para centrarse en continuar manteniendo sus altas calificaciones y tener tiempo para integrar grupos estudiantiles.
“Por un momento creí que me iba a afectar en mi formación y me empecé a estresar, pero al platicar con mis profesores me validaron y reconocieron todo el esfuerzo que estaba haciendo, eso me dio un respiro”.
A lo largo de su trayectoria como alumna de PrepaTec, Elena formó parte de 3 grupos estudiantiles, incluso fue cofundadora de uno de ellos.
- Free Enterprise Leadership Challenge (FELC)
Este grupo, enfocado en promover el emprendimiento, fue el primero al que se integró, luego de que su hermana, quien ya era parte, le avisó sobre una entrevista para un puesto que había disponible.
“Me seleccionaron y empecé como coordinadora de Marketing y luego me pasaron a directora de Finanzas.
“A partir de ahí comencé a convivir más con todo lo que era grupos estudiantiles; me gustaba mucho y comencé a participar como staff en muchos congresos”, recuerda.
“La prepa me dio el poder convivir con demasiados estudiantes, de diferentes contextos y grupos que respetaban mis ideas, eso me ayudó a no tener miedo en mostrar quién soy.
- Biblioteca Itinerante (BITE)
Junto con su amiga Valeria Serrano buscó la renovación de este grupo de lectura, con la idea de promover otras maneras de llevar a cabo esta actividad, además de los libros, como cómics, mangas y otros formatos.
“Estuvimos todo un año haciendo eventos, participamos en la Feria Internacional del Libro de Monterrey y llevamos a cabo muchas actividades que nos gustaron bastante; incluso, fui vicepresidenta de ese grupo.
“Siempre se me dificultó hablar en público, pero con la niña que participé, nos conocemos desde la escuela y me ayudó mucho a desenvolverme mejor”, dice.
- Shifting Expectations
Elena fundó este grupo estudiantil junto con su compañera Paulina González, el cual buscaba dar visibilidad y promover la diversidad en su preparatoria, a lo que señala: “todos veían que había diferentes tipos de personas en nuestra escuela, pero nadie lo reconocía”.
“Decidimos dar más visibilidad a la diversidad, que la gente supiera que está bien ser diferente; nuestro grupo se enfocó más que nada en el cuerpo, diversidad corporal.
“Hicimos pláticas y eventos que ayudarán a quitar el estigma sobre muchos temas como trastornos de conducta alimentaria, menstruación o discriminación”, agrega.
A través de este grupo, Elena pudo participar en activaciones dirigidas a la comunidad estudiantil de su preparatoria, pero también, hacia el exterior, a través de acciones sociales que llevaron hacia escuelas públicas, por ejemplo.
Además, en su último año como estudiante de PrepaTec Eugenio Garza Lagüera fue parte del Gobierno Estudiantil a través del Comité de Participación, donde fue responsable de logística de proyectos, como las elecciones estudiantiles para la nueva presidencia.
Recupera en prepa otra de sus pasiones: el futbol
Desde muy joven, Elena encontró un gusto por el futbol; su equipo favorito son las Chivas del Guadalajara y los jugadores que la han inspirado son los chilenos Arturo Vidal y Alexis Sánchez, y, actualmente, los mexicanos Alan Mozo y Alexis Vega.
Fue en tercer grado de primaria, cuando su hermana mayor comenzó a jugar futbol, pese a que en su escuela no había equipo femenil. Eso motivó a Elena a también ser parte del equipo varonil y eventualmente, cuando se formó, del representativo femenil.
“Como mi mamá nos vio que nos gustaba mucho, nos metió en una academia y así fuimos brincando de equipos y selecciones”, explica Elena, quien prefiere jugar como defensa central.
Fue parte de las selecciones de dos municipios de Nuevo León: Monterrey y Guadalupe. Sin embargo, la fractura de uno de sus brazos terminó por hacer que el futbol dejara de gustarle.
“Con el futbol acabé mal porque es un ambiente muy competitivo y en su momento me llegó a afectar mucho que algunos equipos me rechazaran o me pusieran de banca; por eso también me fui más a lo académico, para sentir que era buena en algo”, dice.
Pese a su decisión de no volver a jugar futbol, Elena recordaba el orgullo que sentía por practicar un deporte que históricamente era considerado solo para varones.
Esa memoria la guardó consigo hasta que llegó a PrepaTec y consideró volver a la práctica.
“Pese haber prometido no volver al futbol, decidí darle otra oportunidad. Encontré un ambiente más amigable, con gente que lo practica para divertirse; entré al representativo, disfruté mucho jugar con mis compañeras y así me di cuenta que aún me gustaba el futbol”.
Tras retomar la práctica en cuarto semestre, Elena encontró diversión, compañerismo e inspiración en el futbol, incluso, pudo disfrutar de un campeonato que obtuvo con su representativo y que se disputó entre equipos de las PrepaTec ubicadas en Monterrey.
“Me gustó esta perspectiva del futbol mucho más tranquila y se enfoca más en la parte de divertirse, que a mí más que nada me sirvió para relajarme y liberar el estrés de todo el tema académico”, añadió.
Encuentra inspiración en su familia
Elena ha tomado sus propias decisiones a lo largo de su vida en cuanto a su formación académica, sin embargo, reconoce que para cada una de estas elecciones ha sido inspirada de diferentes maneras por su familia.
Su papá es médico EXATEC y actualmente profesor en la Escuela de Medicina y Ciencias de de la Salud; su mamá, es egresada de Pedagogía de la Universidad Católica de Chile y como estudiante tuvo un intercambio en el Tec; y su hermana, también estudió en PrepaTec.
“Mis papás nunca fueron estrictos en que estudiáramos aquí, lo que sí es que nos recomendaban la universidad, porque ahí estudiaron y se conocieron, y que al fin de cuentas es parte del mismo sistema.
“(Mi decisión de entrar a PrepaTec) se la debo a mi hermana. Siempre la miraba y, aunque yo no era muy aplicada, veía que le gustaba destacar en lo académico, luego le dieron beca académica y me sentí muy inspirada por hacer lo mismo y ponerme las pilas”.
Al ser motivada por su hermana Valentina, Elena logró obtener una beca académica en PrepaTec, donde también destacó como estudiante, incluso fue distinguida por el mejor promedio de los 5 planteles en Monterrey.
Por otro lado, comparte que sus padres la han inspirado siempre a creer en sí misma; por ejemplo, fue de su mamá quien le transmitió su pasión por la literatura.
“Mi mamá me ayudó mucho, con ella empecé a compartir ese gusto en común de leer juntas; incluso cuando tuve que enviar un ensayo y un video para entrar a la carrera en el Tec, ella me ayudó a revisarlo y a creer en mí.
“A mi papá siempre lo he visto con admiración; creció en un pueblito, en Tamaulipas, donde era difícil tener educación y llegó a una ciudad como Monterrey, hizo intercambios a Israel y Estados Unidos, me hace ver el valor del esfuerzo para hacer cambios en tu vida y crecer”.
También, su hermano menor, Juan Pablo, la inspira; es quien más porras le da y siempre está para celebrar con ella un buen partido o una buena calificación: “me hace sentir que mis esfuerzos valieron la pena”.
Hoy, Elena está a punto de iniciar un nuevo camino en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec; le interesa el área de la Psiquiatría, inspirada en parte por su papá, como especialista en salud, y, por su mamá, en áreas del pensamiento humano.
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