En el cruce entre la creatividad y la tecnología, Édgar Ludert descubrió la forma de enseñar arte y diseño con el uso de inteligencia artificial (IA) como aliada.
Sus clases no solo enseñan a crear, sino a imaginar, desde esculturas que responden a la risa hasta muebles inspirados en comida y visualizados con IA.
Ludert ve en la IA como una herramienta para detonar la imaginación, y la incorpora en sus clases como parte esencial del proceso creativo, retando a sus alumnos a ir más allá de los límites tradicionales del diseño.
“Mi instinto como profesor fue: ‘Vamos a hacer algo con esto’ (con la IA)”. Para él, esta tecnología no es un fin, sino un punto de partida para la exploración artística y personal.
Entre los proyectos del profesor del Tec de Monterrey está Joy Oracle, una escultura interactiva que reacciona al sonido de la risa humana y foodniture, donde desafía a sus alumnos a convertir alimentos en muebles, poniendo al centro al elemento humano.

El algoritmo que interpreta el "código" de la risa como arte
Ante el reto de crear un proyecto que combinara arte, tecnología y ciencia para el concurso Fondo Creativo 2024, el profesor de campus Hermosillo y director regional de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño (EAAD) reclutó a estudiantes bajo una premisa común.
“La idea era diseñar una criatura híbrida, orgánica y artificial que reaccionara a la risa humana, una pieza con la que pudieras interactuar, que reaccionara y se moviera, todo esto utilizando IA gracias a un algoritmo hecho a la medida.
“Quería utilizar un código no lingüístico, universal y simbólico como es la risa (...) todos nos reímos en todas partes del mundo. La idea giraba en torno a usar este código de júbilo, de felicidad hasta de nervios, como catalizador”.
A lo largo de ocho meses, el equipo de Ludert conceptualizó, construyó, ensambló y programó una escultura "viviente" de madera cuyos paneles o pétalos eran capaces de cambiar de posición como reacción al sonido de la risa.
Además de fungir como instalación artística, misma que fue presentada en el Pabellón Expositivo de campus Monterrey y en el edificio EXPEDITION FEMSA a finales de 2024, Joy Oracle busca incitar la pausa.
“El Joy Oracle se pensó como un espacio de pausa dentro de las ciudades, donde nuestros ritmos de vida son muy acelerados, y para nosotros fue muy importante invitar y activar esta pausa en el espacio público.
“Donde la tecnología, como las ciudades, avanza y evoluciona todo el tiempo, este proyecto te invita a la reflexión, a jugar, a desconectarte un poco del absurdo del mundo y simplemente reír, soltar y hacer catarsis.”

Muebles de "comida" renderizados con IA
Como parte de esta intersección entre la inteligencia artificial y el diseño, Ludert reta a sus alumnos de profesional y posgrado con el ejercicio de crear foodniture invitando a transformar piezas de comida en muebles únicos.
En este proyecto, los alumnos deben elegir un platillo o un ingrediente y, a partir de su elección, generan un ‘input’ para la creación de su pieza de mobiliario: desde sillas de nigiris japoneses y comedores de pasta Alfredo hasta vitrales de dulce.
Con un boceto inicial, los estudiantes emplean Vizcom, programa de IA gratuito, para el proceso de renderización y modelado 3D, llevando sus diseños desde el dibujo hasta modelos que pueden visualizarse en realidad aumentada.
Renderizar es el proceso de generar una imagen o video a partir de datos o modelos digitales.
“Es un ejercicio simple que requiere un input simple, pero emocional, y a partir de ahí me engancho porque, como les he dicho a mis alumnos, si algo no es emocional, si es frío y no tiene una conexión, nunca van a desarrollar algo significativo o memorable”.
"Como les he dicho a mis alumnos, si algo no es emocional, si es frío y no tiene una conexión, nunca van a desarrollar algo significativo o memorable”.
Según el docente, esta práctica ha sido altamente efectiva, ya que además de detonar la imaginación y el juego, les permite experimentar y aprender a utilizar esta herramienta de la industria y crear competencias relevantes en su disciplina.
“Se trata de invitarles a aprender cosas nuevas y a entender que todo el tiempo va a haber desafíos y nuevas tecnologías y que si se estancan o se quedan con las mismas herramientas, pues el mercado y la competencia los va a devorar.
“También es importante entender que el potencial de crear algo único depende de la iniciativa del alumno y de su curiosidad, no de la IA (...) si no tienes esa sed de comerte el mundo, de nada te van a servir estas plataformas”.

Enseñando a utilizar la IA con responsabilidad y ética
Si bien Ludert ha encontrado diversas maneras de incorporar herramientas de IA generativa y algoritmos personalizados como parte de su docencia y disciplina, el profesor también destaca la importancia de utilizarlas con conciencia.
Aunque el director regional considera que cuestiones como el aumento de plataformas gratuitas y accesibles son un punto positivo para la democratización del aprendizaje, este considera vital considerar las partes negativas.
“Tiene muchas ventajas el que estas nuevas plataformas sean accesibles, porque un estudiante con pensamiento crítico creativo puede utilizarlas y llevarlas al límite y eso está súper padre, pero también está el otro lado”.
Creación de deepfakes que pueden llegar a difundir información falsa o a engañar a las personas, así como una alta cantidad de prompts que culminan en el deterioro del medio ambiente son algunos de los riesgos que el diseñador identifica.
“La democratización también tiene sus riesgos, si no se cuida la parte ética (...) entonces se les tiene que enseñar también a los estudiantes que no es solo darle ‘clic’ y estar jugando con la IA.
“Es algo que les recuerdo mucho, que todo lo que ellos hagan se va a insertar en la cultura, entonces hay que hacerse responsables de su existencia, reconocer las consecuencias y cuidar mucho cómo usan las tecnologías.”
Un prompt es una instrucción o mensaje que guía a una inteligencia artificial para generar una respuesta específica.

El potencial de la IA y sus limitantes en el mundo creativo
Finalmente, el profesor remarcó que si bien le parece increíble el potencial y la creciente inclusión de la IA en el espacio creativo, con un uso ético, consciente, sensible y con pensamiento crítico, también reconoce sus limitaciones.
Una de las más grandes, y la que más destaca el docente, es que la IA generativa todavía no ha llegado a una etapa ‘avanzada’ capaz de autogestionarse y, principalmente, capaz de sustituir la creatividad humana.
“Hay que ser muy claros que al menos en este momento, la IA no es capaz de crear algo nuevo como lo puede hacer un humano. No tienen esa capacidad, lo que hacen es una especie de remix, una mezcla, a partir de la información que tienen.
“Entonces, para mí, la IA está todavía muy lejos de lo que es la creación o la creatividad. Son herramientas poderosas, muy interesantes, pero todavía no son capaces de crear algo que no existiera antes o de tener ideas innovadoras.”
Siendo así, Ludert destaca la importancia de no tener miedo de que este tipo de herramientas vayan a desplazar a los profesionistas en campos creativos, señalando cómo es imperativo aprender a utilizarlas y ‘colaborar’ con ellas.
Por último, el profesor se muestra optimista en cuanto al potencial de la tecnología más allá de su evolución, considerando que es un gran punto para incitar proyectos creativos entre disciplinas y con otros artistas como ha hecho con Nahum Romero.
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