El proyecto está dentro de NOVUS programa nacional del Tec, el cual apoya la innovación en la educación, para mejorar el aprendizaje en los alumnos
Imagina poder controlar la temperatura y humedad en las plantas de un vivero y así tener una investigación más exacta, además de acelerar los procesos, para tener mejores resultados.
Tres profesores del Tec campus Chihuahua lograron lo anterior en un vivero automatizado, en conjunto con la participación de sus alumnos.
Todo comenzó en el 2018, como parte de la materia Proyecto Mecatrónico en donde Lorena Montes, Gildardo Rosas y Camilo Lozoya, maestros de ingeniería en biotecnología, mecánica y mecatrónica, propusieron el proyecto al programa NOVUS.
Este programa del Tec apoya propuestas que propongan una solución a una problemática en el proceso de enseñanza-aprendizaje con la implementación de una innovación pedagógica, tecnológica o ambas, en uno o más cursos.
El vivero automatizado al ser innovador y tener las bases para mejorar el aprendizaje en los estudiantes, contó con un apoyo de 190 mil pesos del programa, el cual ayuda al desarrollo de varios proyectos en el campus.
Asimismo, el alumno Esier Alexander Eyzaguirre, estudiante del noveno semestre de Mecatrónica, se encargó de la automatización del vivero por medio de sensores de temperatura y humedad.
“La humedad es controlada por medio de nebulizadores y ésta se mide por medio de sensores clavados en cada una de las macetas y un sensor general del ambiente, esto se ajusta desde una página web programada con html, css y java script”, comentó para CONECTA Esier.
Los sensores miden la humedad general del ambiente que a su vez está programada con diferentes lenguajes computacionales que ayudan a la generación de los datos.
El desarrollo del proyecto tiene el objetivo de que todo alumno que quiera utilizarlo para investigaciones relacionadas a temas de plantas lo pueda lo que desencadenará en un aprendizaje constante.
Alberto Arvizu, director de Servicios Académicos del campus Chihuahua, comentó la importancia de que el vivero sea aprovechado en su totalidad por los alumnos.
“Tienen que aprovechar el espacio hagan sus investigaciones, esto puede detonar un montón de aprendizaje desde lo técnico y tecnológico hasta el emprendimiento”, explicó Alberto.
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