‘El recibir un reconocimiento así debe mirarse como un compromiso hacia el futuro’
Carlos Alejandro Ibarra Hernández, profesor de la Escuela de Humanidades y Educación de Medios y Cultura Digital del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe, fue galardonado con el premio Amantes de México que otorga la fundación del mismo nombre.
Este reconocimiento es otorgado a quienes, a consideración de ellos, han hecho alguna acción o desarrollado alguna actividad personal o profesional relevante en beneficio de México.
“Me fue otorgado por mi trayectoria como periodista. La Fundación consideró que mi trabajo ha sido un aporte importante para nuestro país”, comentó.
El galardón lo otorga la Fundación Amantes de México, cuya misión, definida así por ellos, es unir a todos los mexicanos a través del trabajo y esfuerzo, convocarlos a ser mejores cada día, a amar a México y a unirse para fortalecer los valores de los mexicanos.
La elección es realizada por un comité que analiza las trayectorias de las personas que son propuestas por algún miembro de la fundación para recibir el galardón, por méritos personales o profesionales.
“Honestamente sentí agradecimiento por el gran honor y al mismo tiempo una gran motivación para hacer mi trabajo. Creo que soy afortunado. Hago lo que me gusta, tengo el privilegio de compartir lo que sé con mis alumnos y, encima, me pagan por ello. Soy afortunado”, expresó Carlos.
Un compromiso hacia el futuro
De acuerdo con el profesor el recibir este premio es una gran responsabilidad.
“El recibir un reconocimiento así debe mirarse como un compromiso hacia el futuro, a ser mejor persona, mejor profesional y mejor mexicano. Siempre, todos nosotros, sin importar a qué nos dediquemos, somos ejemplo para alguien más.
“Por ello, creo que debemos procurar que ese ejemplo sea el mejor posible; más cuando se recibe un reconocimiento así. Sin dejar de lado, obvio, que como humanos, tenemos virtudes y defectos”, manifestó.
Carlos compartió a CONECTA un mensaje para la comunidad a seguir su vocación.
“Me gustaría compartirles, especialmente a los jóvenes, que escuchen atentamente a esa "vocecita interna" llamada vocación. Aquello de "Si haces lo que te apasiona no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida" es mucho más que un refrán o un lugar común.
“Si te dedicas a lo que te apasiona encontrarás no sólo tu propio bienestar; también podrás poner tus habilidades y conocimientos al servicio de otros. Ahí está la verdadera felicidad y no es algo que diga yo, todos pueden comprobarlo”, manifestó.
Finalmente, el profesor comentó que entre las razones para sentirse afortunado se encuentra el formar parte de esta gran institución, el Tec.
“Es un privilegio poder compartir lo que soy y lo que sé con mis estudiantes y, en muchos sentidos, aprender de ellos. Cada semestre me llevo nuevas experiencias, nuevas amistades y diferentes y frescas perspectivas”, concluyó.
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