Las gradas vibran como en cualquier partido de futbol, pero las porras gritan nombres y números de robots.
Hay 8 canchas presenciando partidas de manera simultánea. En las porras hay botargas de dinosaurios e impresiones a tamaño real de personajes o integrantes de los equipos.
La ropa de los espectadores hace que las gradas grises se pinten de colores. Los más de 600 equipos vienen vestidos del color de su robot y se caracterizan con temáticas como astronautas y marcianos, otros usan sombreros de charros o luces en la ropa.
“¡Bienvenidos al mundial de robótica donde México hizo historia!". Se trata de FIRST Robotics Competition, el torneo más grande de Norteamérica para jóvenes de preparatoria de 14 y 18 años.
Este año, un equipo de PrepaTec, Lambot, se convirtió en el primer mexicano y latinoamericano en llegar a finales de su división.
Acerca del juego
Los robots son 4x4, muy parecidos a los exploradores de Marte, con un estilo industrial y todo terreno.
Algunos tienen brazos que se despliegan, además una especie de rodillos que les permiten tomar cosas y lanzarlas con exactitud a las porterías de la cancha.
Tienen cámaras, sensores y diversos estilos de llantas para desplazarse y girar a gran velocidad.
En ningún momento de este deporte hay un combate máquina a máquina; de hecho, no pueden dañarse y los equipos rivales deben trabajar juntos para conseguir puntos.
Este año, la competencia se llamó Crescendo y cada aro representaba una nota musical, que los robots debían tomar y encestar. Los rovers también debía ser capaces de colgarse de una cuerda de metal y quedar suspendidos en el aire.
Los primeros 15 segundos del juego el robot juega de manera autónoma, es decir está programado para hacer todos los retos.
Los siguientes 2 minutos con 15 segundos es operado por jugadores llamados drivers (conductores).
El partido donde México hizo historia
Diego Pérez, driver del equipo Lambot, de PrepaTec San Luis Potosí, brinca para liberar la adrenalina que invade su cuerpo. Es sábado 20 de abril en el George R. Brown Convention Center, en Houston, Texas.
Y el equipo mexicano acaba de pasar a la final de su división, Newton, y debe ganar 2 juegos de 3 para pasar al torneo final. Ya han perdido el primero, pero aún tienen este juego para reponerse.
Las muestras de apoyo desde las gradas son coros que gritan: ¡Uno más, Uno más!, o ¡1, 2, 3, Lambot!
Los mecánicos del equipo pone al robot en posición y empieza la competencia.
“Esto es como un examen final: te preparas durante toda la temporada, pasas 6 semanas fabricando un robot y en la cancha te pones a prueba”, así lo explica Francisco Guerra, líder nacional de robótica de PrepaTec.
A toda velocidad, los rovers recogen y encestan aros en una base. Queda 10 segundos y el equipo mexicano tiene el marcador en contra. 168 a 115.
El robot despliega su brazo, trepa la cadena de metal y se suspende en el aire mientras una jugadora lanza aros para obtener los últimos puntos.
Encesta 1, 2 y el tercero cae fuera. El equipo mexicano acaba de ser eliminado con un marcador de 168 vs 117.
Pero esto es lo más lejos que ha llegado cualquier equipo mexicano y latinoamericano en FIRST.
El driver se tira al suelo exhausto, hay lágrimas, abrazos y las porras no se detienen: "¡Equipo muy bien, equipo muy bien!".
El equipo sube a su robot al carro, van rumbo al área de reparaciones donde recogerán todas sus herramientas. Pero en el camino equipos de todo el mundo les corean: ¡México, México, México!
30 segundos antes del final
"Jamás en la vida se detiene en un niño que ha pasado por FIRST; aprenden que lo mejor es trabajar con valores, integridad, a seguir un código de ética y que la competencia es mejor si es sana y se ayudan entre todos", dice Bárbara Gómez, directora de FIRST México.
En este deporte, las alianzas rivales trabajan juntas para obtener puntos en una zona negra que está justo en medio de los extremos de cada lado de la cancha.
Los puntos que hacen en ese espacio cuentan para ambas alianzas. Es un término que FIRST ha llamado coopertition:
“Compiten entre ellos, pero al mismo tiempo trabajan juntos en esa zona”, explica Guerra.
El equipo que obtuvo menor puntaje se une a las porras del equipo ganador.
“Nunca habíamos llegado tan lejos y estamos muy emocionados, porque ya sabemos qué mejorar a la siguiente”, dicen.
Las entrañas del robot
Desde las gradas, recoger y encestar piezas parece una tarea sencilla, pero para que el robot pueda hacer estas maniobras se requiere de 11 meses de preparación, 6 semanas de construcción y un equipo de entre 20 y 50 personas.
“Son como una pequeña empresa”, explica Francisco Guerra.
Cada equipo se divide en áreas como: mecánica, eléctrica, programación, diseño, administración, comunicación y acción social.
La cuenta regresiva comienza cuando llega la caja negra de FIRST con todas las piezas del juego.
El kit no tiene instructivo, cada equipo debe diseñar, armar, programar y cablear su robot.
"Cuando los estudiantes tienen la posibilidad de experimentar con piezas y herramientas ven que hay diferentes formas de hacer llegar a la ciencia y la tecnología, se las arreglan para ser creativos con lo que tienen a la mano", dice Crisantos Martínez, decano de PrepaTec.
Durante la competencia el equipo se divide en grupos, la mayoría en las gradas para animar con porras, disfraces y mascotas.
Otros en los pits, el espacio reservado para los robots, drivers, mecánicos y programadores.
Este lugar tiene diversas herramientas para cablear y hacer reparaciones del robot, pero no parece un taller mecánico, más bien tiene la apariencia de un stand.
Los equipos lo adornan, exponen sus premios de años anteriores, los proyectos de acción social que realizan y toda la información que los jueces u otros equipos quieran conocer.
“No sólo fabrican robots, están construyendo su carácter, autoestima y relaciones con sus compañeros”, asó lo afirmó Dean Kamen, creador de FIRST Robotics Competition a los participantes, en el enlace en vivo donde les explicó el reto de este año.
Al mismo tiempo que construyen su robot, los alumnos fortalecen otras habilidades, dice Francisco Guerra, estas son:
- Autogestión
- Creatividad
- Trabajo en equipo
- Comunicación
- Resolución de problemas
- Administración del tiempo
“El construir un robot también es desarrollar creatividad, innovación y sus herramientas de trabajo en equipo.
"Además, se hacen conscientes de la responsabilidad social, personal, el pensamiento crítico y fortalecer sus sentimientos y sueños”.
Acerca del mundial de robótica de FIRST Robotics Competition
FIRST Robotics Competition (para edades de 14 a 18 años) combina la emoción del deporte con el rigor de la ciencia y la tecnología. Trabajando con mentores adultos, los estudiantes diseñan, construyen y programan sus robots para cumplir con el reto de la temporada.
En el juego de 2024, CRESCENDO, los equipos utilizaron sus habilidades STEM y su poder creativo para aumentar el volumen en un juego lleno de acción que incluyó períodos autónomos y operados por conductores.
Este es uno de los torneos de robótica más grandes del mundo, en la que 600 equipos compitieron en alianzas rotativas en una de las 8 divisiones durante varias rondas para ganar puntos de clasificación y avanzar a los playoffs.
Las divisiones fueron: Archimedes, Curie, Daly, Galileo, Hopper, Johnson, Milestein y Newton.
FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology), fue fundada en 1989 por Dean Kamen. Y es una organización global que prepara a los jóvenes para el futuro a través de programas de robótica inclusivos y basados en equipos.
La sede del evento fue el George R. Brown Convention Center, en Houston, que se celebró del 17 al 20 de abril.
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