Transforman la atención del Parkinson con tratamiento integral y multidisciplinario
Por Sara González - 05/03/2018

El diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Parkinson ha ido evolucionando en la última década. De ser generalmente una consulta con el neurólogo, recibir medicación, enviarlo a casa y citarlo en seis meses o un año, se observaba en las consultas subsecuentes la irremediable progresión de la enfermedad. Este tipo de manejo conducía por lo general al paciente hacia la incapacidad progresiva al cabo de algunos años.

 

Ahora el paciente con Parkinson se ha desplazado a un cuidado más integral, apoyado de un equipo multidisciplinario, en el Centro de Parkinson, Movimientos Anormales y Neurorestauración del Hospital Zambrano Hellion, explica el Dr. Héctor Ramón Martínez Rodríguez, Director del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Hospital Zambrano Hellion.

 

Desde el 2014, este Centro conjunta diferentes especialidades de las neurociencias, encaminadas al manejo de este padecimiento, que se caracteriza por interferir con los movimientos normales necesarios en actividades de la vida diaria, provocando lentitud de la marcha, temblores, rigidez, caídas, además de movimientos involuntarios y del tono muscular; todo esto debido principalmente a la falta de dopamina provocada por la pérdida de las neuronas encargadas de su producción en el cerebro.

 

“En el Centro de Parkinson generamos el concepto de abordaje multidisciplinario para estos pacientes. Si bien existe en países desarrollados, lo hemos adaptado gracias a la organización y manejo integral que TecSalud logró con la creación de los Institutos de Salud en diversas especialidades médicas.

 

Nuestro grupo multidisciplinario conjunta la experiencia del neurólogo, en el diagnóstico y manejo de este padecimiento, así como del neurofisiólogo, neurocirujano, neuroradiólogo, neuropsicología, tanatología-acompañamiento, además de especialistas en medicina interna, neurorehabilitación y bienestar integral”, enfatiza Martínez Rodríguez.

 

“Consideramos que el Centro de Parkinson, Movimientos Anormales y Neurorestauración es único entre las instituciones de medicina privada de nuestro país”, enfatiza.

 

“Para el sector salud, el contar con profesionales de alta especialidad y sistemas de manejo integral como el nuestro es de suma importancia, ya que esta enfermedad ha ido incrementándose en forma significativa en frecuencia y prevalencia en nuestro país. Hemos estimado que sólo en el área metropolitana de Monterrey existen alrededor de 15 mil pacientes con enfermedad de Parkinson, al igual que en el resto del país, sin recibir un manejo integral apropiado”, advierte.

 

 

Tratamientos para una mejor calidad de vida

Una de las prácticas más frecuentes es que el paciente acude con su médico familiar o médico internista, por la inquietud de síntomas relacionados con la enfermedad de Parkinson, para luego ser enviado al neurólogo, quien evalúa los síntomas y, en ocasiones, solicita estudios complementarios para definir el diagnóstico.

 

“En la evaluación inicial podemos solicitar el análisis biomecánico de marcha y postura que nos ayudará a definir el tipo de neurorehabilitación y establecer el riesgo de caídas que presentan estos enfermos que pueden sufrir fracturas y complicaciones serias; además, cuando es necesario, son evaluados por  especialistas en medicina interna para tratar síntomas no motores, tales como  estreñimiento, distensión abdominal, trastornos urinarios, de deglución e hidratación, entre otros síntomas asociados.

 

“Al confirmarse el diagnóstico, se establece el estadio clínico de la enfermedad: el estadio I de Hohen y Yahr es la fase inicial de la enfermedad; mientras que el estadio V indica la etapa avanzada en la que el paciente se encuentra postrado en cama”, explica el neurólogo.

 

En los estadios iniciales de la enfermedad, agrega Martínez Rodríguez, además del tratamiento médico, en el Centro de Parkinson del Hospital Zambrano Hellion TecSalud se indica al paciente realizar acondicionamiento físico en el Instituto de Bienestar Integral, que incluye ejercicio aeróbico, baile, tango, tai chi, qi-gong y yoga, entre otras disciplinas, con ejercicios específicos de actividad motriz y coordinación motora.

 

“En ocasiones puede requerir, además del tratamiento médico, neurorehabilitación, acondicionamiento físico, manejo tanatológico y de acompañamiento, otro tipo de tratamiento que se determina en sesión médica entre miembros del grupo multidisciplinario que incluye al neurólogo, neurocirujano, neurofisiólogo, neuroradiólogo y neuropsicólogo, y se concluye si el paciente es candidato a neurocirugía funcional para implantar un micro electrodo en áreas motoras del cerebro, procedimiento que se conoce con el nombre de Estimulación Cerebral Profunda”, explica.

 

Los enfermos que requieren este tipo de intervención en general son aquellos que, luego de tres años de adecuada respuesta a medicamentos, empiezan a perder el efecto del tratamiento inicial y, en consecuencia, aumentan los síntomas. Otra indicación, agrega el neurólogo, es cuando el paciente tiene efecto positivo con el tratamiento médico, pero es intolerante a los medicamentos mostrando efectos adversos.

 

Una tercera indicación para someterse a la Estimulación Cerebral Profunda es que el paciente, por consecuencia de la enfermedad y/o del tratamiento médico, empieza a presentar movimientos anormales significativos o incapacitantes. “Con este procedimiento se ha comprobado que mejoran los síntomas clínicos y la calidad de vida, además de disminuir la medicación”, reconoce el neurólogo.

 

Aclara que desde los años 90 este tipo de tratamiento fue autorizado por la FDA (Food and Drug Administration) y a partir del año 2000 se empezó a realizar en TecSalud.

“Ese tipo de cirugías se ha incrementado conforme el Centro de Parkinson ha estado funcionando en forma integral; aproximadamente entre 15 y 20 pacientes por año son sometidos a la cirugía de Estimulación Cerebral Profunda en nuestra institución”, explica.

 

Martínez Rodríguez comparte que también se realiza la Estimulación Magnética Transcraneal cuando el paciente tiene movimientos anormales incapacitantes, o distonías, trastornos del tono muscular, depresión y cuando el paciente no es susceptible o tiene contraindicación para cirugía, incluyendo la Estimulación Cerebral Profunda.

 

“La Estimulación Magnética Transcraneal es otra forma de tratamiento con el que cuenta el Centro de Parkinson y es un procedimiento autorizado por la FDA desde el 2008”, explica. “Se utiliza en ciertos trastornos neurológicos y neuropsiquiátricos, incluyendo la depresión que ocurre en un buen número de pacientes como consecuencia de la enfermedad del Parkinson, aunque también se recomienda para la depresión por otras causas”, recalca el neurólogo.

 

Acompañamiento para estar más cerca de ti

 

En coordinación con los tratamientos más avanzados de la ciencia, el Centro de Parkinson cuenta con un grupo de neuropsicólogas expertas en tanatología y acompañamiento para la familia y el paciente.  

 

“Al confirmar el diagnóstico de la enfermedad, el paciente y su entorno familiar sufren un impacto emocional significativo, aquí es donde inicia la participación de nuestra área de tanatología-acompañamiento, quienes les ofrecen herramientas de cómo abordar emocionalmente la enfermedad, qué hacer en la familia para afrontarla, además de educar acerca de los espacios en la casa de los enfermos que pueden ser riesgosos para provocar una caída, o detectar los problemas que incrementen la incapacidad por la enfermedad, es todo un manejo integral”, explica Martínez Rodríguez.

 

También es importante orientarlos porque el Parkinson es un proceso de envejecimiento, se altera el curso normal de los órganos de los sentidos, aparte de lo motriz, y si no se cuenta con una buena percepción del aparato auditivo y visual, se producen caídas y como consecuencia, hay fracturas, agrega el neurólogo.

 

Otra de las herramientas para el involucramiento emocional entre la familia y el paciente son las pláticas y conferencias que se efectúan en el Centro de Parkinson, que incluyen educación acerca de la enfermedad, aspectos nutricionales, ejercicios físicos, los efectos del baile, tango, horas de sueño, mejorar procesos de audición, visión, danza y risoterapia.

 

 

 

 

Campus:
Categoría: