“¿Quién ve terminada una catedral al construirla? Incluso algunas catedrales se siguen construyendo mientras los que la iniciaron fallecieron. No se trata de quién la inició”.
Esa idea es con la que Mario Adrián Flores, vicepresidente de la Región Monterrey del Tec de Monterrey, se ve a sí mismo como un "constructor de catedrales", enfocado en el impacto a largo plazo.
Para llegar a esto, requirió dejar su hogar, rechazar un aumento de sueldo, todo para convertirse en profesor universitario.
Hoy, Mario Adrián apoya en proyectos como un distrito de innovación en el campus Monterrey, que busca impulsar la investigación y tecnología para las nuevas generaciones.
El momento de "quemar sus naves"
Mario había iniciado su carrera como profesor de cátedra en el Tec campus San Luis Potosí, mezclando sus clases con un trabajo en la empresa de llantas Goodyear.
Un día, el egresado en Ingeniería Mecánica decidió notificar a sus superiores en la fábrica de llantas que iba a renunciar para dedicarse por completo a ser catedrático del Tec.
“Me dijeron: ‘No te vas’ y me duplicaron el sueldo. Entonces me quedé un año más”, cuenta.
Sin embargo, su pasión por la enseñanza lo hizo decidirse a "quemar sus naves": renunció finalmente a su empleo para perseguir su sueño de ser docente.
“Decidí dejar la industria. Me iba bien y tenía futuro, pero me atrapó la emoción de integrarme al mundo del conocimiento. Aunque me ofrecieron más dinero, les dije: ‘Me voy (al Tec)'.
“Nunca pensé estar en una universidad. Como gerente de logística me iba muy bien, pero alguien me dijo que necesitaban a un maestro en el Tec".
"Pasé de estar bien económicamente a comer en bufetes de pizzas, ya que era más barato, pero lo disfruté. Aproveché mucho la vida del Tec" .
"Pasé de estar bien económicamente a comer en bufetes de pizzas"
Un nubarrón negro se asomó en su horizonte cuando la acreditadora estadounidense SACSCOC notificó al Tec que todos sus profesores de profesional deberían de tener una maestría para dar clases, un posgrado que no contaba aún.
En un giro a su favor, en lugar de pedirle a Mario Adrián que dejara de ser profesor, el Tec le ofreció la oportunidad de irse a Monterrey a estudiar un posgrado.
Tras meditarlo, llegó a su nuevo destino junto a su esposa y su primer bebé.
“Llegué a Monterrey con una manutención básica, como si fuera estudiante, y ya tenía un hijo. Pasé de estar bien económicamente a comer en bufetes de pizzas, ya que era más barato, pero lo disfruté. Aproveché mucho la vida del Tec”, asevera.
Regresó a campus San Luis Potosí como profesor de tiempo completo, luego de terminar su maestría en Ingeniería en Ciencias, en campus Monterrey.
En ese tiempo, estudió un doctorado en Polonia y tuvo estancias en Inglaterra. Se integró al Sistema Nacional de Investigadores, y fue director del campus Irapuato.
Tiempo después, en campus León, desarrolló un parque tecnológico para impulsar el emprendimiento, la innovación y la tecnología.
Su impacto como líder coach se refleja en bicampeonato de futbol
Ser coach ontológico lo ha llevado a influir en la vida de personas, e incluso a orientar a un técnico de futbol de primera división de la Liga MX para tener mejores resultados.
"Me denomino, no como directivo, sino más como un líder coach. Tengo la responsabilidad de muchas personas, no puedo renunciar a eso, a la responsabilidad de tanta gente".
Comenta que en una ocasión, habló con el director técnico y le comentó que dejara a un líder del equipo para que se apoyara con él.
"Y así lo hizo. Convirtió a un jugador en el líder del equipo y quedaron bicampeones".
Junto a la herramienta del coaching, también aplica su visión del pensamiento a largo plazo, de trabajar por las generaciones del futuro y construir, ahora, una parte de la "catedral" que tiene frente a sí mismo.
Este pensamiento lo motiva a seguir trabajando en lo que sabe que es importante, a pesar de la posibilidad de no ver un proyecto terminado y funcionando al máximo en el futuro.
“Es como el problema del cambio climático que tardó como 30 años en manifestarse. Si no pensamos a largo plazo le vamos a dejar a nuestros hijos un mundo no tan bueno”, menciona.
El rock y la meditación le dan forma a su vida personal
Actualmente, Mario Adrián relata como se da sus "escapadas", como él dice, durante los fines de semanas para tomar su guitarra eléctrica y ensayar con su grupo canciones clásicas de rock.
"Me gusta Eagles, Pink Floyd y me gusta ir a conciertos. A mis hijos les gusta y me acompañan. (Por ejemplo), he visto a Coldplay 4 veces con ellos.
"Me estoy retando. Eso me energiza para atender los problemas. (Además), tengo mis libros para leer. Me falta tiempo en la semana", cuenta.
De esa manera, así como salir a caminar y meditar todos los días, es como se enfoca en darle balance a su vida personal.
También señala que disfruta del futbol americano, deporte que le dejó muchas enseñanzas de vida como el liderazgo, y que practicó de joven como quarterback.
Su tarea en el Tec: ser "constructor de catedrales"
Al día de hoy, Mario Adrián apoya en los proyectos del Tec de Monterrey para el futuro, como el edificio Expedition.
Esta construcción será parte de un distrito de innovación dentro del campus Monterrey que busca tener altas concentraciones de talento junto con instituciones y compañías bajo un mismo techo.
Contará con laboratorios de genómica, ciencia de datos y nanotecnología, entre otros.
Además, incluiría institutos del Tec como el Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing, el Institute for the Future of Education y el Institute for the Obesity Research.
“El edificio se termina en 2024, pero lo que habrá ahí ya empezó. El Centro del Diseño del Futuro que trae la Escuela de Arquitectura no existe, pero queremos que cuando esté el edificio ya esté funcionando todo.
”Salieron los 3 institutos y las escuelas están desarrollando nuevos centros, entre ellos, el Centro de Empresas Conscientes. Tenemos el talento necesario para el distrito de innovación”, indica Flores.
Mario Adrián reflexiona al recordar las oportunidades que tuvo para dejar el Tec , pero no tarda en asegurar que la razón por la que optó continuar es para buscar que las y los jóvenes vivan una gran experiencia.
“(A las y los estudiantes) les digo que estoy para ayudarles. Mi principal motivo es ayudarles a trascender para que sean personas de bien para un mejor futuro", finaliza.
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