Ana Sofía Zárate Álvarez, egresada del Tecnológico de Monterrey, tiene Japón a sus pies gracias a una beca de Conacyt y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), para la que han sido seleccionados solamente 28 jóvenes mexicanos. De este modo, Zárate Álvarez, profesionista en la Licenciatura en Diseño Industrial, participará en el Programa Diseño Moderno y Artesanía Tradicional Japonesa de la Universidad Tecnológica de Kyoto.
¿Pero quién es esta joven de 25 años que a tan corta edad tiene un futuro prometedor en el mundo del diseño industrial? Ana Sofía Zárate se define a sí misma como una amante del diseño de interiores y de producto, “que bebe mucho té y disfruta tomando fotografías”.
Con la carrera recién acabada, Ana Sofía empezó a trabajar como diseñadora gráfica freelance. “Siempre me llamó la atención la comunicación gráfica, y considero que es un complemento esencial para el diseño de producto”, afirma en una entrevista concedida a Conecta.
Durante su inminente estancia en Japón aprenderá el uso técnicas tradicionales del país nipón. Según sus propias palabras, se trata de crear un puente cultural y profesional entre Japón y México. “Trabajaré técnicas como vidrio soplado, cerámica raku, Hasami-yaki , Mino-yaki y trabajo de madera, entre otras disciplinas. Se busca que el becario mexicano sea portador de este aprendizaje a su regreso y que enriquezca y comparta conocimientos de técnicas artesanales, aquí en Japón”, subrayó.
En el plano personal, afirma que la beca no solo abarca la enseñanza del diseño moderno y la artesanía japonesa, ya que también recibirá clases intensivas de lengua y cultura japonesa. “Pienso que el enfrentarme a una cultura tan diferente y a un idioma nuevo me ofrece una gran oportunidad de crecimiento personal. Considero que el viajar, conocer otras culturas, el estar abierto a nuevas formas de pensar y salir de la zona de confort son piezas clave para el desarrollo personal”, aseguró.
En cuanto a su paso por el Tecnológico de Monterrey recalcó que se siente muy orgullosa de ser EXATEC. “Esta institución me permitió realizar intercambios, asistir a congresos y conocer ponencias de alto renombre en diseño. Mis profesores siguieron apoyándome cuando ya era graduada y después formé parte de la docencia. Lo que más me gustó de haber estudiado ahí, es el trato personal, el impulso académico y las múltiples oportunidades que el campus ofrece”, destacó.
Así mismo, tiene clara cuál será su trayectoria después de su estadía en Japón. “Quiero seguir trabajando en mi portafolio, realizar una línea de diseño. Considero que cada objeto en nuestra vida diaria tiene una historia que contar, un contexto, una cultura, tradiciones y sabiduría. Me gustaría poder contar un testimonio en mis diseños, donde la historia, materiales y cultura japonesa se fusione con mi esencia mexicana”.