Con información de Ángel Solís
La confianza en las instituciones ha decaído drásticamente debido a la corrupción que vivimos como sociedad, afirmó Salomé Flores coordinadora de la Oficina de las Naciones Unidas con la Droga y el Delito (UNODC).
Esta falta de confianza ha detonado que actos ligados con la impunidad no se denuncien, generando así un ciclo negativo que nos afecta a todos.
“El que tengamos esta percepción no quiere decir que nos debamos quedar con los brazos cruzados, como ciudadanos tenemos la obligación de denunciar estos actos”, señaló.
Hay maneras de compartir lo que está pasando, continuó, para promover cero tolerancia a la corrupción.
Realizado del 28 de septiembre al 2 de octubre el Congreso Sustenta es una iniciativa organizada por alumnos del campus Monterrey enfocado en crear conciencia en torno a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la ONU para el 2030.
Conferencias magistrales, paneles y mesas de diálogo en torno a temas como la Agenda 2030, Gobernanza en el desarrollo humano y Barreras sociales en el desarrollo de un país fueron algunas de las actividades que se llevaron a cabo en el evento.
Instituciones sólidas, ¿por qué son clave para el desarrollo humano de un país y cómo conseguirlas?, fue la conferencia impartida por Flores, donde compartió acciones tomadas por la ONU para enfrentar actos delictivos.
Datos recabados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en 2019 muestran que el 15.7% de la población mexicana que realizó solicitudes de servicios, o bien, tuvo contacto con algún servidor público, experimentó actos de corrupción.
“La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción se ha firmado por 187 países, entre ellos México, entró en vigor hace 13 años y es una de nuestras principales herramientas contra este factor”, afirmó.
Este acuerdo tiene como objetivo luchar contra la corrupción, prevenirla y fortalecer a las instituciones para que lo hagan y se vuelvan más sólidas.
“La Convención está divida en medidas preventivas, temas jurídicos, cooperación internacional, recuperación de activos, asistencia técnica e intercambio de información”, compartió.
Sobre el Sistema Nacional Anticorrupción, Salomé Flores reconoció que es un esfuerzo importante a pesar de que México es un país con uno de los sistemas políticos más complicados.
“Este programa anticorrupción tiene muchos retos, ya se creó la idea, sentaron las bases, pero ahora hay que una continuidad que lo consolide.
"No es una tarea solo de la administración pública o de los gobiernos muy importante el sector privado también para combatir y prevenir la corrupción”, destacó.
Educar contra la corrupción
La Oficina de las Naciones Unidas con la Droga y el Delito (UNODC) promueve sobre todo educación para la integridad y la justicia, destacó Salomé Flores.
“Tenemos un programa global que es de educación para la integridad y que se está llevando a cabo de manera paralela en México, Kenia y Pakistán”, expresó la especialista.
Compartió, que la UNODC creo 10 módulos anticorrupción y 14 de integridad los cuales están vigentes en cuatro universidades privadas y una pública todas nacionales.
El Tec de Monterrey es una de esas universidades que participa de esta iniciativa, donde los módulos sirven como fuente de conocimiento para entender el contexto mexicano en estas áreas.
“Eventualmente vamos a buscar que algunos estudiantes se vuelvan embajadores de ética e integridad y se incorporen a empresas que son parte del proyecto para que puedan promover y educar también a profesionales”, resaltó Flores.
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