Cada año el Tecnológico de Monterrey reconoce a aquellos docentes que sobresalen por su trabajo de excelencia con el premio Profesor Inspirador.
En la edición 2020 el galardón nacional cayó en manos de Eduardo Javier Arrambide Leal, quien imparte clases en la institución desde hace seis años.
Esta es la máxima distinción que el Tec brinda a sus profesores por transformar la vida de los estudiantes a través de su labor en el aula.
Eduardo Arrambide es profesor desde hace 14 años, aunque también se ha desempeñado en el sector industrial, especialmente del giro automotríz.
Egresó del campus Monterrey como ingeniero mecánico, y posteriormente realizó una maestría en Ohio State University.
Su primera experiencia como docente fue al frente de un grupo de preparatoria en la ciudad de Brownsville, Texas.
Sin embargo, después de ocho años regresó a México para integrarse al Tecnológico de Monterrey como profesor y director de las carreras de Ingeniería Mecánica en 2014.
Actualmente, Eduardo forma parte del Departamento de Mecánica de la Región Norte bajo el modelo multicampus, realizando sus labores en campus Saltillo.
“Cuando comencé a dar clases yo pensé que sería solo un escalón más en mi carrera, pero resultó que encontré mi pasión”, expresó.
A lo largo de su trayectoria Eduardo ha conseguido múltiples logros personales y profesionales, pero considera que su mayor satisfacción está en impulsar a sus alumnos a ser mejores personas.
Para este profesor, el trabajo académico es solo una parte de la responsabilidad que tienen los docentes frente a los alumnos.
“Aunque nuestra prioridad son las clases, a veces somos consejeros, psicólogos u orientadores. Estas conexiones son las que nos hacen trascender”, señaló.
Inspirado por su padre que se dedica a la pediatría, decidió dirigir su carrera hacia donde pudiera crear conexiones con las personas para ayudarlas a crecer.
“Siempre admiré a mi padre por su profesión porque cambia la vida de la gente. Como docente yo puedo conectar mi pasión, que es la ciencia, con mi vocación de apoyar a los demás”, dijo.
Los vínculos que ha establecido en sus grupos le han permitido entender de forma cercana las necesidades de cada joven y trascender por su forma de enseñar.
“Tienes que explicar bien para que aprendan, hacer conexión con ellos y entender que no todos son iguales. A veces se nos puede olvidar lo mucho que impactamos a los muchachos”, destacó.
Ante los retos actuales, Eduardo ha destacado por su dedicación y empeño para mejorar la calidad de la educación que ofrece.
“Ahora que estamos obligados a enseñar desde casa, el reto es mucho mayor. Todos los profesores nos estamos adaptando y demostrando que se pueden hacer las cosas de otra manera”, aclaró.
Esto lo ha motivado a explotar su creatividad y a tutorear a sus colegas en el uso de la tecnología para mejorar sus clases.
Eduardo recibió la estatuilla que representa al premio Profesor Inspirador de la mano de sus padres y amigos más cercanos.
“Siempre ha sido muy entregado a su profesión y por eso nos da mucho gusto que lo reconozcan de esta forma. Estamos seguros de que va a seguir superándose en su carrera”, expresó su padre, el señor Jesús Arrambide.
“Este es el resultado de una semilla que se plantó a lo largo de su vida. Él siempre ha dado todo y ahora estamos muy orgullosos de sus logros”, agregó su madre, la señora Martha Leal.
El reconocimiento es para Eduardo un recordatorio de que está en el lugar correcto y haciendo lo que ama.
“Recibir este premio es una sorpresa muy grata y también una responsabilidad muy grande. Me siento agradecido e inspirado a ser un mejor profesor para dar a mis alumnos conocimiento y experiencias inolvidables”, finalizó.