Para recordar a los alumnos Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, alumnos fallecidos el 19 de marzo del 2010 por la inseguridad que se vivía en Monterrey, el Tec de Monterrey ha lanzado un memorial virtual en su honor.
En el portal de internet https://memorialjorgeyjavier.tec.mx/ hay fotos, videos e información para recordar a los alumnos destacados del campus Monterrey.
"Que este memorial no sirva únicamente para seguir limpiando sus nombres, sino también para compartir con la comunidad de Monterrey, de Nuevo León y de México, los valores que hacían de Jorge y Javier estudiantes y personas extraordinarias", expresó Victor Gutiérrez Aladro, vicepresidente de Operaciones del Tec.
"Que nos recuerde que, si trabajamos de la mano, en colaboración y cooperación, estaremos en el camino correcto hacia la construcción de un México en paz y armonía para las presentes y futuras generaciones", añadió.
A pesar de la suspensión de actividades presenciales por la pandemia del coronavirus, la institución creó este sitio para conmemorar el 10° aniversario luctuoso de los dos jóvenes.
La guardia en honor a Jorge y Javier, que se realiza cada año en el campus Monterrey desde el 2011, se ha pospuesto para los próximos días cuando las actividades se reanuden de forma regular.
"Debido a esta situación, el homenaje que año con año organizan nuestros estudiantes para conmemorar a Jorge y Javier tuvo que ser pospuesto, sin embargo hemos creado un memorial virtual con el objetivo de recordar y rendir homenaje a nuestros extraordinarios compañeros", dijo Gutiérrez Aladro.
Con esta plataforma se preservará su memoria y se podrá encontrar quienes fueron y reconocer su ejemplo.
Jorge Antonio era un estudiante de la Maestría en Ciencias con especialidad en Sistemas de Manufactura, de 23 años, originario de Saltillo, Coahuila.
Por ser un excelente alumno en el Instituto Tecnológico de Saltillo, Jorge Antonio fue invitado a participar en un programa de becas de la Escuela de Ingeniería del campus Monterrey, donde pudo mantener un promedio de 93.
Fue integrante de los Borregos de Atletismo en el Salto con Garrocha, donde participó en diversas competencias nacionales.
Por su parte, Javier Francisco, de 24 años, estudiaba el Doctorado en Ciencias de Ingeniería, donde contaba con una beca de excelencia además de un apoyo del CONACyT y de la Cátedra de Investigación y Sistemas Inteligentes del Tec.
Originario de Todos Santos, Baja California, se trasladó a Coahuila para iniciar sus cursos de Ingeniero en Mecatrónica dentro del Instituto Tecnológico de Saltillo; fue en esta etapa donde conoció a Jorge Antonio.
Sus allegados señalan que era común visualizar al sudcaliforniano desvelarse cumpliendo cabalmente con todas sus responsabilidades académicas, entregando en las fechas determinadas sus asignaciones.
Este tipo de información es la que se puede encontrar en el memorial virtual.
Es alrededor de la placa que se puso en honor de Jorge y Javier, ubicada frente al Centro de Congresos, donde se lleva a cabo el evento cada año desde su fallecimiento, en el que se guarda un minuto de silencio y se instala una ofrenda floral.
La placa colocada en mayo del 2010 guarda este mensaje:
"Su ausencia deberá motivar a los estudiantes de nuestra institución a participar como ciudadanos comprometidos para lograr construir un mejor país".
El año pasado, la secretaria de gobierno de México, Olga Sánchez Cordero, ofreció una disculpa pública en el campus Monterrey a los padres de los estudiantes y reconoció que eran alumnos de excelencia académica.
Al culminar el evento en el Auditorio Luis Elizondo, se entregó a los padres una réplica de la placa conmemorativa que se colocó en el bajo puente (NTE) de la Avenida Luis Elizondo, esquina con Avenida Eugenio Garza Sada.
"Jorge y Javier fueron alumnos ejemplares que llevaremos por siempre en nuestra memoria y nuestro corazón. Como cada año, los recordamos y nos esforzamos por reivindicar sus nombres y legado", manifestó Gutiérrez Aladro.
"Reiteramos nuestro cariño, solidaridad y admiración a los padres, familiares y amigos de Jorge y Javier, por su persistencia, resiliencia y fortaleza. El Tec siempre será su casa, donde buscamos formar para transformar vidas", agregó.
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