Víctor López Lavoignet, estudiante de Ingeniería Biomédica del Tec de Monterrey en Veracruz, desarrolló un sistema de calefacción que reduce el consumo de energía de incubadoras.
Implementando fibra de carbono, Víctor redujo el consumo de energía a los 40 watts de su primer prototipo; una incubadora bacteriológica y parasitológica.
Este consumo es inferior al que tienen las actuales incubadoras, que van de los 150 a los mil 200 watts.
Actualmente su invención se encuentra en trámite de patente.
Daniel Ángel Castro, egresado del Tec, es su mentor para acompañarlo en el proceso de patente y para iniciar su startup.
Gracias a este proyecto, Víctor obtuvo la beca de Líderes del Mañana, que cubre el 100% de la colegiatura para cursar toda su carrera profesional en el Tec.
Además, es candidato al premio Rómulo Garza 2020, donde participan alumnos de preparatoria, profesional y profesores de investigación e innovación científica.
EL SISTEMA
Su sistema tiene la capacidad de reducir el consumo de energía eléctrica a un 80% y con tendencia a disminuirlo todavía más.
Aprovecha el 99% de la electricidad para convertirla en calor, en comparación de los equipos que utilizan resistencias eléctricas y que tienen una eficiencia de solo un 70%.
En eficiencia, el sistema de Víctor tiene una variación de temperatura mínima de una décima de grado, diferente a los aparatos del mercado, que no son menores a las 5 décimas.
Su sistema de calefacción, al recibir la conductividad eléctrica produce calor en forma de radiación, la cual no es dañina.
Su investigación sobre la radiación producida por la fibra de carbono y como se puede utilizar para el cultivo de microorganismos y organismos vivos sin que haya mutación en células.
“Quiero aportar todo lo que tengo para mejorar el funcionamiento de todos esos aparatos, mejorar su eficiencia y que impacten en el consumo de energía", comentó Víctor para CONECTA.
"(Busco) llegar a todos los lugares remotos del mundo. Que sea accesible y que se apoye la economía de quienes utilicen está tecnología”.
EL NACIMIENTO DE LA IDEA
Este proyecto surge por la necesidad que existía en su escuela (CBTIS 67) en la especialidad de laboratorio clínico.
Víctor investigó que las incubadoras y las estufas de cultivo son muy caras, por lo que intentó fabricar una por sus medios.
Invirtió capital compartido entre él y su asesor, y junto con un compañero de la escuela, Elder Yosu Trujillo, estuvieron trabajando durante meses con investigaciones, pruebas y experimentos.
Para la construcción del primer aparato para el proceso de experimentación se apoyó de sus profesores Q.C. Clemente Landa y la Q.F.B Eva Iveth Acosta quienes también fueron sus asesores.
Con su apoyo se revisó la parte técnica y metodológica del desarrollo del proyecto y se evaluó su funcionamiento con base a las normas oficiales para los laboratorios de ensayo y calibración.
De esta manera se aseguraron de contar con los requerimientos de bioseguridad para operar en cualquier laboratorio.
LOGROS Y CONCURSOS
Víctor fue invitado a participar en el Concurso Local de Prototipos de Innovación Tecnológica en 2018 en Misantla, Veracruz, donde obtuvo el primer lugar y su pase a la fase estatal.
Su proyecto produjo tanto interés que llegó a tener ofertas de compra, pero negó todas, pues su objetivo era conseguir la patente y crear su propia empresa,
Ya en la fase estatal, obtuvo el primer lugar, obteniendo el pase al XXI concurso nacional de prototipos en el estado de Durango.
En la etapa nacional obtuvo más ofertas de compra, desde equipos individuales hasta de la propia idea y despertó interés en compañías que fabrican de equipos de laboratorio nacionales y extranjeras.
“En 10 años me visualizo como un empresario que se dedique a la fabricación de equipos de laboratorio, equipos médicos y también entrar al área de incubación de aves y reptiles porque mi trabajo puede ser adaptado a diferentes ramas", concluye Víctor.
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