Mariana Jacuinde Mayés | Campus Morelia
A principios de año millones de personas se proponen alcanzar metas que se imponen para este nuevo ciclo, pero no muchas llegan a cumplirlo.
Desde ir al gimnasio, dejar de fumar o aprender algo nuevo, todo requiere esfuerzo y dedicación. Es por eso que Diana Beatriz Nágera, médico del Tec campus Morelia nos comparte estos 5 consejos de cómo hacer tus propósitos de año nuevo realidad:
1. Poner orden en otras áreas
Antes de plantear cómo cumplir los propósitos de año nuevo, es necesario equilibrar todos los ámbitos de vida tanto física, emocional y mentalmente, para que todo el esfuerzo y dedicación vayan dirigidos hacia nuestros objetivos.
“Las personas a las que les cuesta más trabajo cumplir sus metas, son aquellas que están pasando por un momento complicado en otra área de su vida o que padecen algún desequilibrio en su salud” comenta Diana.
Ya sean ámbitos escolares, familiares o laborales, lo principal es ser una persona comprometida en todos los aspectos de la vida cotidiana, para que también pueda comprometerse con su desarrollo personal.
2. Plantear metas reales
Uno de los principales motivos por los que las personas no llegan a cumplir sus propósitos de año nuevo es que desde un inicio se plantean metas muy difíciles de alcanzar.
Por ejemplo, si tu meta es comer saludable todos los días, será muy complicado quitar grasas y alimentos chatarras por completo; lo ideal es empezar de a poco hasta que el cuerpo se vaya acostumbrando.
Es importante conocer los límites que tanto el cuerpo como la mente poseen y comenzar a superarlos paso a paso, ya que el sobrecargarse solo termina cansando más rápido el organismo y lo saca de su rutina de forma brusca.
3. Definir tiempo y espacios
Desarrolla un plan, define el cómo llegarás a tu meta y no solamente hasta donde quieres llegar. El cerebro trabaja mejor si se le da un tiempo definido en el cual es libre de trabajar.
Por ejemplo, si tu propósito es ir al gimnasio todo el año, define un espacio concreto y un horario a la semana en donde desde un principio se te facilite ir. De nada sirve que se le de tiempo de vez en cuando, sino que tiene que ser un progreso constante.
4. Priorizar tus actividades
El concentrarse en un solo propósito hace que todos tus esfuerzos se centren en él, por el contrario, si intentamos hacer todo lo que nos proponemos al mismo tiempo es muy probable que no las alcancemos, ya que a ninguno le dedicamos la atención necesaria.
Si tenemos más de una meta, es necesario priorizar, ya que puede que algunas requieren mucho más tiempo o más recursos que otras. También, no todos los propósitos les damos la misma importancia y es mejor determinar cuáles son los que más nos interesan cumplir.
5. Pensar a futuro
Por último, algunas metas que nos proponemos resultan muy complicadas de realizar porque implica dejar actividades que resultan placenteras al cerebro, como por ejemplo dejar de fumar o incluso dejar de procrastinar.
Para este tipo de propósitos es necesario el tener en mente las consecuencias y beneficios que traería el seguir haciendo este tipo de actividades o dejarlas.
Tomemos el ejemplo de dejar de procrastinar, en el caso de seguir haciéndolo puede que no nos aporte nada relevante, mientras que se pueden ir acumulando tareas pendientes e incluso traería graves consecuencias.
En cambio, si poco a poco se va dejando, genera más productividad en nosotros y nos impulsa a seguir buscando oportunidades para nuestro desarrollo.
“Desde que tu te planteas algo, el cerebro comienza a hacer conexiones y empieza a prepararse para cumplirlas, el mismo cumplimiento de tus actividades y de tus resultados te genera emociones que te impulsan a seguir lográndolo” menciona Diana Nágera.
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