A Ana le gustaba el arte y no le interesaba en absoluto el mundo de la robótica.
“Pensaba que era un área que se limitaba a 'genios' de la ingeniería, a personas más 'mecánicas', que supieran cómo programar”, cuenta.
Un día, se dio cuenta que las artes y la robótica no eran mundos tan ajenos.
Hoy, siendo una de las voces más reconocidas en español de FIRST Robotics Competition (FRC), Ana Karen Ruíz Cabrera reconstruye cómo se convirtió en la host de uno de los torneos de robótica más grandes del mundo.
FIRST Robotics Competition es una competencia internacional para jóvenes de preparatoria, en la que los equipos diseñan, construyen y programan sus propios robots y se enfrentan en eliminatorias regionales y mundiales.

De amar el teatro al mundo de la robótica
“Muchos asumen que soy ingeniera, y les sorprende saber que, en realidad, soy licenciada y que una de mis pasiones más grandes es el teatro”, comparte.
La historia de Ana con la robótica no empezó como un cuento de amor a primera vista, sino más bien como un mero acto de curiosidad.
Desde pequeña siempre estuvo presente en ella el sueño de ser actriz y siempre se ha sentido atraída por el teatro musical.
Pero un día, un simple vistazo a las redes sociales de unos amigos, la comenzó a empujar hacia un escenario diferente: el de los circuitos, cables y robots.

“Fue a través del Instagram de unos amigos que descubrí FIRST hace ya varios años. Estaban conduciendo el robot, y el ambiente se veía tan emocionante, tan lleno de energía. Parecía una fiesta”, recuerda Ana.
"En ese momento yo no sabía nada de la competencia, pero algo en mí me decía: 'Tengo que estar ahí, en esa cancha. No sé cómo, pero debo estar ahí'".
FIRST es reconocido no solo por ser muy importante en la robótica, sino precisamente por el ambiente entretenido, divertido e inspiracional que genera en miles de jóvenes alrededor del mundo.
"Estaban conduciendo el robot, y el ambiente se veía tan emocionante, tan lleno de energía. Parecía una fiesta.”
Así pues, ese impulso y curiosidad de probar algo nuevo la llevó a acercarse al equipo de robótica Keybot 5716 de la PrepaTec Hidalgo, el grupo del que sus amigos ya formaban parte.
Al principio, Ana no sabía ni el propio concepto de robot. Se acercaba al laboratorio sin más intención que pasar tiempo con sus amigos, pero esas horas se convirtieron en algo más:
“Al inicio solo iba a conversar o pedir ayuda para mis tareas de mate, pero, con el tiempo, empecé a involucrarme. Comencé a aprender, incluso a meter mano en las cosas del lab”, dice.
“Al inicio solo iba a pedir ayuda para mis tareas de mate, pero, con el tiempo, empecé a involucrarme".
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"Soy mujer y no me gustan los videojuegos"
De pronto, la joven que nunca había tocado un martillo ni sabía lo que era un código de programación, comenzó, entonces, a formar parte del equipo.
La robótica, que antes le parecía una disciplina tan distante, poco a poco se hizo parte de su rutina.
Y entonces surgió un reto: el equipo necesitaba un driver (persona que conduce el robot) para la edición Off Season 2022 de FIRST Robotics, Rapid React.
“Los profesores del equipo bromeaban con enviarme a mí, pero al final resultó que era muy en serio”, comenta.
Ana jamás había jugado videojuegos, mucho menos había tomado un mando de robot, pero decidió aceptar el reto: se ofreció como voluntaria.
“Ser driver siempre había sido un puesto asociado a los chicos, sobre todo a aquellos que juegan videojuegos.." dice.
Yo soy mujer y no me gustan los videojuegos, pero me gusta aprender y en ese momento, me gustaba la idea de llegar a conducir”.

Ana tomó el reto muy en serio. Durante los meses siguientes, dedicó todo el invierno a entrenar para convertirse en driver, con el apoyo de su mejor amigo, Bennet Ávila.
Gracias a ello, Ana logró convertirse en la primera mujer en la historia de su equipo en alcanzar este rol, llevándolos hasta las semifinales de competencias regionales como Charge Up Puebla 2023.
"No solo me representaba a mí misma, ni solo a mi equipo. Estaba representando a las mujeres en el STEAM (Science, Technology, Engineerng, Arts and Mathematics)", expresó.
"Estaba representando a las mujeres en el STEAM".

La siguiente etapa: después de la prepa...
Sin embargo, después de varias competencias como driver, su graduación se acercaba, y con ella la incertidumbre de lo que vendría.
Ana sabía que, al salir de la PrepaTec y entrar a la universidad, su relación con FIRST Robotics cambiaría (ya que FRC es un torneo para jóvenes en edad de preparatoria).
“Sentí que se acababa esa ilusión tan loca que alguna vez tuve".
"Pensaba: ‘¡Wow, ya no voy a volver a ser driver nunca más!’”, recuerda. “Y sí, tal vez podría volver a conducir un robot por diversión, pero jamás volvería a ser una driver behind the line.”
Ana, además, seguía considerando perseguir su mayor pasión: volverse actriz profesional pero también tenías dudas.
“Sentía que debía optar por una carrera “un poquito más rigurosa” pero igual de apasionante, algo como Derecho", cuenta.

Ana decidió estudiar Derecho, pero también buscó cómo seguir relacionada con sus pasiones: el escenario y la robótica.
Fue entonces cuando, al mirar un micrófono, encontró la respuesta: tenía que empezar a narrar.
Ell ya conocía a los narradores de FIRST. Durante sus días como driver en KeyBot 5716, había observado a personas como Samantha Muñoz y Pepe Santillán, los encargados de dar vida a los partidos.
“Cuando vi a Sam narrando lo que el robot hacía cuando lo manejaba, algo en mí hizo clic", recuerda.
"Pensé: ‘Wow, quiero hacer lo que ella hace. No solo me enamoré de manejar el robot, sino también de contar su historia. Quiero estar ahí, tomar el micrófono".
Decidió contactar a Sam en busca de consejos y la oportunidad de unirse al equipo de voluntarios encargados de narrar los partidos: el mic team.

"En ese momento aún era alumni, pero decidí arriesgarme y le envié un mensaje: 'Sam, quiero ser parte del mic team'. Y ella me respondió con una confianza tremenda: 'Claro que sí, reina, sé que tienes todo lo necesario para lograrlo'".
Ese apoyo fue el empujón que necesitaba. Ana debutó como narradora en el evento Crescendo 2024, y así, su sueño de contar historias en el mundo de los robots comenzó a materializarse.
En ese momento, pudo compartir el micrófono con la misma persona que, en su primer encuentro, la había apoyado para lograr aquello que había soñado desde que conoció FIRST: aportarle emoción.
Pasé de escuchar el ‘drivers, behind the line’ a decirlo, y eso me llena de autorrealización. Es muy satisfactorio ver que dejas un legado, en cosas que ni siquiera imaginaste que podrías lograr
Trascendiendo a través de la voz
Hoy, Ana Karen Ruiz Cabrera, estudiante de cuarto semestre de la doble licenciatura en Derecho y Relaciones Internacionales y acreedora de la Beca al Talento Artístico por su participación en teatro musical, es una de las voces más reconocidas en la comunidad de FIRST Robotics, especialmente en los eventos en español.
Su entusiasmo y energía en sus narraciones, la han convertido en una pieza clave de torneos como Crescendo 2024 y, más recientemente, Reefscape 2025.
Además, comparte su pasión por la robótica a través del podcast De Cero a First, que realiza junto a Carlos Carrillo Rosa, en el que exploran las historias de los participantes detrás de los robots de FIRST Robotics.
“La emoción que alguna vez sentí, ahora puedo transmitirla”, reflexiona Ana. “FIRST realmente te da el poder de trascender”, señala, destacando el impacto que tiene la competencia en las vidas de los participantes, seas driver, espectador o voluntario.
Tampoco ha dejado de soñar con el escenario, y sigue actuando. En sus palabras, la robótica y las artes no son mundos tan distantes después de todo. Como ella misma lo dice: “FIRST tiene lugar para todos: para los ingenieros, para los comunicólogos, para quienes no saben dónde encajan, pero están ahí”.
“Y lo mejor de todo es que, sin importar el camino que elijas, siempre habrá algo que te haga crecer, sea tu carrera, sea tu pasión o cualquier otra cosa. ¡O todo junto!”, finaliza.
