Seis estudiantes de derecho del Tec campus Querétaro participaron en el Certamen de Litigio Oral Penal, organizado por la Fiscalía General del Estado de Querétaro, logrando destacar como el equipo ganador.
El equipo está conformado por los estudiantes de Derecho y Doble Titulación, en Derecho y Relaciones Internacionales Camila Ocampo Zamudio, Israel Robles Tinoco, Daniela Díaz, Clara Marina Valencia Murillo, Ana Isabel Carrillo Pascalis y Aylin González Fuentes.
El concurso en su primera edición, reunió a diversas universidades en un desafío que pone a prueba las habilidades jurídicas, técnicas y argumentativas de los participantes.
Durante el certamen, los equipos analizaron una carpeta de investigación relacionada con delitos graves, como homicidio y robo, y simularon juicios orales asumiendo los roles de defensa o fiscalía.
“El certamen no solo mide tus conocimientos, sino tu habilidad para enfrentarte a situaciones reales en un juicio oral. Es una experiencia que te prepara para la vida profesional y te lleva al límite”, explicó Camila Ocampo, quien destacó el impacto del certamen en su formación.
Por ser su primera participación, los estudiantes del Tec enfrentaron un reto significativo, pero demostraron su capacidad para destacar entre las universidades participantes.
El camino al triunfo
El equipo enfrentó uno de sus mayores retos: preparar el caso en menos de dos semanas mientras equilibraban sus responsabilidades académicas.
Durante este tiempo, trabajaron de cerca con sus asesores, los profesores Erick Gustavo Soto Ceballo y Larissa Ramírez Vela, quienes les brindaron orientación clave en técnicas de litigación oral y materia penal.
“Nos apoyaron todos los días, dándonos consejos y ayudándonos a pulir nuestra estrategia. Su compromiso fue esencial para el resultado que obtuvimos”, señaló Daniela Díaz.
Los alumnos practicaron escenarios reales, desarrollando alegatos, contrainterrogatorios y presentando pruebas en un contexto de simulación.
La competencia no solo evaluó su conocimiento jurídico, sino también su capacidad para adaptarse y reaccionar ante imprevistos. “La improvisación fue un factor clave. En un juicio oral, las cosas cambian rápido y necesitas estar preparado para todo”, compartió Ana Isabel Carrillo.
“Fue un desafío emocionante porque no solo representamos a nuestra universidad, sino que también nos enfrentamos a grandes equipos. La experiencia nos dejó aprendizajes para toda la vida”, agregó Camila.
Lecciones que trascienden el certamen
Más allá de los logros académicos, la experiencia representó un aprendizaje significativo en habilidades para la vida profesional. El trabajo bajo presión, la comunicación efectiva y el liderazgo fueron elementos cruciales en el desempeño del equipo.
“La combinación de entregas finales, proyectos y esta competencia nos enseñó a organizar nuestro tiempo y a mantenernos enfocados. Fue un reto enorme, pero logramos sacar todo adelante con excelencia”, comentó Israel Robles.
Los estudiantes también destacaron cómo las herramientas y recursos disponibles les ayudaron a maximizar su desempeño. “Poder practicar en una sala de juicios orales fue invaluable para sentirnos más seguros y preparados”, añadió Clara Marina Valencia.
Sin embargo, no todo fue técnico. La experiencia también les permitió desarrollar confianza en sí mismos y disfrutar del trabajo en equipo. “Disfrutamos mucho el proceso, a pesar de la presión. Estas competencias no solo te preparan académicamente, también te enseñan a confiar en tus compañeros y en ti mismo”, afirmó Aylin González.
“El esfuerzo extra siempre vale la pena. Si puedes esforzarte un poco más, siempre podrás dar lo mejor de ti”.- Daniela Díaz.
Inspiración para la comunidad estudiantil
El equipo destacó la importancia de participar en este tipo de actividades, no solo por el impacto en el currículum, sino también por las habilidades que se desarrollan para la vida profesional.
“Competencias como esta te preparan para lo que enfrentarás en la vida real. En este momento fue un concurso, pero en el futuro serán casos reales”, reflexionó Camila Ocampo.
Asimismo, animaron a otros estudiantes a atreverse a salir de su zona de confort y aprovechar las oportunidades.
Por último, resaltaron el valor de fomentar competencias interuniversitarias, que promuevan una competencia sana y profesional.
“Participar te permite conocer a estudiantes de otras universidades y aprender de ellos. Estas experiencias te transforman y te preparan para ser un mejor profesional”, concluyó Clara.
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