La primera infancia comprende el periodo de vida desde el nacimiento hasta los 5 años de edad, es en esta etapa donde niñas y niños sientan las bases de su futuro
¿Qué factores afectan el desarrollo pleno de niñas y niños hasta los 5 años de edad? ¿Cómo impactan las condiciones de las ciudades y medio ambiente en la primera infancia?
Durante la primera infancia es de vital importancia que haya condiciones para crecer en un medio ambiente sano y en ciudades donde niñas y niños sean considerados, comentó Lorena Guillé, directora de Fundación FEMSA.
“Hay una preocupación y sentido de urgencia ante lo que estamos viendo en el mundo, y la necesidad de indagar, explorar y proponer cómo asegurar que nuestros niños y niñas de esta y las siguientes generaciones aspiren a desarrollarse en plenitud”, dijo Guillé.
Esto lo mencionó en un taller del Centro para el Futuro de las Ciudades y el Centro para la Primera Infancia del Tec de Monterrey, y Fundación FEMSA, con apoyo de la organización Capita, para reflexionar sobre los retos de las ciudades en materia de cambio climático y primera infancia.
“Es probable que la mayor amenaza para el desarrollo humano saludable en los primeros años de vida provenga de peligros relacionados con el cambio climático, en un mundo que se urbaniza rápidamente”, consideró Joe Waters, cofundador y director ejecutivo de Capita.
Los desafíos para el desarrollo pleno de niños y niñas
Para la directora de Fundación FEMSA, es necesario atender y buscar soluciones a dos grandes desafíos, que son: el desarrollo pleno de la infancia, desde el nacimiento, y vivir en un medio ambiente sano.
Para esto, es relevante poner a los niños y las niñas en el centro de la toma de decisiones, señaló Guillé, quien agregó que esto también implica el poner atención en los espacios donde se desenvuelven los menores y sus familias.
“Estos espacios influyen y determinan en gran medida su salud, su desarrollo y su comportamiento”, consideró.
Con esto, también se buscaría hacer frente al impacto que está generando el cambio climático en las y los menores, quienes llegan a tener repercusiones en su salud, en su desarrollo y en su florecimiento.
“De acuerdo al Índice de Riesgo Climático de la Infancia, 850 millones de niños -1 de cada 3 niños en el mundo- viven en zonas donde se solapan al menos 4 perturbaciones climáticas y medioambientales, como ciclones, escasez de agua y olas de calor”, comentó.
“También, según el Global Designing Cities Initiative, cada año mueren alrededor de 127 mil niñas y niños menores de 5 años a raíz de la contaminación del aire”, añadió..
En el taller al que asistieron alrededor de 50 expertos en urbanismo y ciudades, Guillé señaló que es necesaria la colaboración de actores y representantes de sectores público y privado, sociedad y académicos para hacer frente a esos desafíos.
“Hagamos que la realidad de nuestros niños y niñas, la realidad de nuestras ciudades, su diseño, sus políticas y la realidad de nuestro planeta cambien en la dirección correcta y seamos juntos embajadores de prosperidad para las siguientes generaciones”, dijo Guillé.
Acciones que pongan a los niños y niñas en el centro
“En 40 años, los niños y las niñas vivirán en un mundo moldeado por nuestras decisiones”, consideró Luis Duarte, EXATEC y socio de Imaginable Futures, firma de inversión filantrópica internacional.
Para Duarte, se puede cambiar el destino de las ciudades y el futuro de niños y niñas a través de acciones bien diseñadas donde se tome en cuenta el cambio climático y se ponga en el centro a las necesidades de la primera infancia.
“Las políticas públicas, programas y prácticas enfocadas al cuidado de los pequeños pueden incrementar de forma inmediata la resistencia y capacidad de adaptación de los niños y niñas con respecto a los efectos del cambio climático y otras emergencias”, dijo.
A través de estas acciones se puede aumentar la resiliencia climática, pero también, a mediano y largo plazo, ayudarían al desarrollo sostenible para la sociedad, consideró Duarte.
“Hay que diseñar e implementar estrategias que funcionen y sean sostenibles para el hoy, pero que también sirvan a mediano y largo plazo; es importante resolver problemas fundamentales y sistémicos. Es una dicotomía entre lo urgente y también lo importante”.
“Acciones bien diseñadas donde se toma en cuenta el cambio climático y se pone en el centro las necesidades de los pequeños, son soluciones muy importantes y una alternativa para poder atacar ambas”, mencionó Duarte.
Para el EXATEC, quien ha trabajado en programas sociales a favor de la primera infancia, las acciones que se llevan a cabo y que no están enfocadas en el cuidado de niñas y niños, servirán probablemente para esta generación, pero no para las siguientes.
Duarte señaló que es necesario imaginar, inventar e investigar posibles acciones y enfoques para que las ciudades logren que las necesidades específicas de los niños pequeños sean el centro de sus políticas estratégicas en torno al cambio climático.
De esta manera se puede asegurar que las y los niños estén prosperando en la actualidad y además se construyan bases sólidas para un futuro sostenible.
“Es probable que la mayor amenaza para el desarrollo humano saludable en los primeros años de vida provenga de peligros relacionados con el cambio climático" - Joe Waters
Planes ambientales en las ciudades para primera infancia
Para Duarte, aunado a los desafíos y riesgos en las ciudades como inequidad, pobreza, violencia, falta de oportunidades de empleo, está la exposición al cambio de condiciones climáticas de forma extrema.
Ante estos retos, señaló la necesidad que hay en las ciudades de contar con planes de acción climática y planificación enfocada hacia los niños y niñas que viven en un mundo que incrementa su temperatura significativamente.
Los temas emergentes
Duarte enlistó tres temas emergentes que se están viendo en estos planes en las urbes más pobladas del mundo que buscan atender a la primera infancia a partir de acciones ambientales:
1. Planes que reconocen a la niñez como población vulnerable con distintos problemas de salud y calidad de vida; también, promueven la ecología urbana, la biodiversidad y accesibilidad a espacios abiertos para la primera infancia, mejorar la salud y la habitabilidad.
2. Acciones para reducir los efectos a la salud a causa de la contaminación y el cambio climático en poblaciones vulnerables, por ejemplo, énfasis en la cocina limpia y el alivio de la ola de calor.
3. Proyectos de infraestructura para dar acceso al agua limpia y al saneamiento público; la infraestructura pública funcional en ciudades, asentamientos informales urbanos y barrios marginales es vital para mejorar la calidad de vida de niñas y niños.
Como reflexión, el EXATEC compartió una cita de la UNICEF que dice: “Los niños tienen toda su vida por delante, cualquier privación como resultado de la degradación climática y ambiental a una edad temprana puede resultar en una vida de oportunidades perdidas”.
Falta de servicios e infraestructura en periferias
José Antonio Torre, director del Centro para el Futuro de las Ciudades, y Nélida Escobedo, investigadora del centro y profesora de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec, reflexionaron sobre cómo afecta en el desarrollo de los niños el que sus familias vivan en la periferia de las ciudades.
El director señaló que aunque cada vez más personas viven en las ciudades, el crecimiento de las áreas urbanizadas y los altos costos de la vivienda en los centros urbanos obliga a las familias a instalarse en áreas periféricas donde no hay infraestructura adecuada.
“Es una dinámica donde los centros, con la infraestructura de la ciudad original, se quedan sin población y la estamos empujando hacia los entornos periféricos; es un fenómeno que se da en muchas ciudades de México y el mundo”, dijo Torre.
“Estamos expulsando a la periferia a las familias jóvenes y es aquí en donde están creciendo los niños en estos entornos que tienen toda una serie de déficit en cuanto a equipamiento y servicios”, comentó la profesora.
Para Escobedo este modelo urbano no solamente afecta directamente al acceso a servicios básicos de las familias como agua potable, drenaje, electricidad o recolección de basura, sino que también tiene implicaciones medioambientales, como la calidad del aire y el agua.
“Las infancias son más vulnerables a este sistema; las necesidades fisiológicas de los niños pequeños requieren consumir más oxígeno y son más vulnerables al aire contaminado. Hay pocos o nulos espacios públicos de calidad, no hay espacios de juegos”, explicó.
Al considerar que este modelo reduce la calidad de vida de las personas en todos los sentidos, Torre instó a generar acciones que contrarresten esa dinámica a la que ve como un problema estructural que está acelerando, y a hacer modelos de ciudad más eficientes.
El Centro para el Futuro de las Ciudades es un centro de pensamiento y acción del Tecnológico de Monterrey enfocado en la planeación y la transformación de las ciudades como entornos sostenibles, humanos y prósperos.
El Centro está alineado con el cuarto diferenciador del Tec de Monterrey en su visión estratégica hacia el 2030, que consiste en que el Tec de Monterrey sea un impulsor de la transformación de ciudades y comunidades.
Anuncian el Centro para la Primera Infancia
El Tecnológico de Monterrey y Fundación FEMSA anunciaron la creación del Centro de Primera Infancia, que tiene como propósito abordar las grandes desigualdades de oportunidades durante los primeros años de vida, a través de la ciencia.
Esto se hará a través de cuatro ejes principales: Investigador, Habilitador, Formador y Comunicador.
Conoce más sobre este centro aquí.
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