Erix Asdrubal Salas vuelve a experimentar la adrenalina de estar en la cima de una gran montaña, llegando al K2 donde colocó la bandera de México
"Se ve imponente y apenas estamos debajo de 5 mil metros, lo más difícil y peligroso está por empezar".
En palabras de Erix Asdrúbal Salas Abasolo, quien logró llegar a la cima del Monte Everest en 2021 y una vez más logra la hazaña de llegar a la cima del K2, la segunda montaña más alta, conocida como la montaña asesina.
El egresado del Tec de Monterrey logró subir a la cima del K2, con 8 mil 611 metros de altura, publicó a través de sus redes sociales, superando el peligro de la caída del desplome del Serac, de la travesía con caídas abismales y de rocas mortales.
El ascenso duró 4 días desde el campamento base hacia la cima, escaló al rededor de 10 horas, y una vez ahí, pudo contemplar y hondear la bandera de México y un letrero con el nombre de Río Grande, Zacatecas, su municipio y estado natal.
“Hay que ir subiendo lento, con cuidado y moverse entre los escudos de rocas que nos puedan proteger y sobre todo, sobre todo controlar el miedo, es importante para seguir avanzando".
Su condición y temple fueron lo que le permitió llegar a la cima de la montaña, ya que según Erix Asdrúbal, durante el trayecto temió por su vida en varios momentos de su trayecto.
La caída de rocas amenazan el camino
En su camino hacia la cima del K2, a más de 6 mil metros de altura, el Ingeniero Industrial y de Sistemas del Tec, relata que no imaginaba que fuera a ser tanta la caída de rocas, ya que el sol derrite la nieve y las afloja, haciendo que caigan a gran velocidad.
"Al llegar al campamento 2 no llegué ileso o sin percance. Un roca de al rededor de 15 cms golpeó mi casco. Sin la protección, esta roca me hubiera matado.
Esta montaña hasta ahora ha sido la más dura y peligrosa. He comprobado porque le llaman la montaña asesina", relata el zacatecano.
Durante el trayecto comentó que todos estaban en riesgo y nadie se escapaba del peligro de la montaña. Un sherpa, como se les conoce a los guías de montaña de la región del Tibet Himalaya, tuvo un percance con una roca que destrozó su pierna.
Esta montaña hasta ahora ha sido la más dura y peligrosa. He comprobado porque le llaman la montaña asesina.
Tuvieron que bajarlo en camilla al campo base para intentar curarlo o sacarlo en helicóptero, después de 3 días de estar en duelo entre salvar su pierna o perderla, se empezó a recuperar.
“Se aprecia la fuerte solidaridad, la fraternidad y la unidad de la comunidad Sherpa para ayudar a uno de los suyos en este tipo de momentos”, platicó.
Rumbo hacia la montaña K2
Al iniciar nuevamente el ascenso hacia la cima, Erix Asdrúbal relata que varias preguntas le llegaban a su mente: "¿Por qué estoy arriesgando tanto? Si se supone que la aventura debería ser divertida, ¿Divertida?, pero esto es K2, la montaña asesina".
El camino continuó con caídas de enormes rocas, por lo cual varios miembros del equipo decidieron terminar la expedición; una de ellas de cerca de 1 metro de ancho se desplazó cayendo del lado derecho hacia donde iban ellos. a lo cual el EXATEC relata:
"El sonido de su caída es aterrador, algo muy parecido al sonido que emite un compresor de aire. Nunca había visto una roca que cayera en sentido horizontal y de tal tamaño".
Al seguir avanzando hacia el campamento 2, el clima había cambiado, amaneció con mucha neblina, viento y nieve, así como el estrés lo había dejado cansado mentalmente, el miedo, el temor y la incertidumbre lo desgastaban anímicamente.
"No sólo se requiere valor, sino también cabeza, inteligencia para saber qué acciones tomar para sobrellevar estos peligros y sobre todo escucharte sin presión de nada ni de nadie, la montaña siempre va estar ahí".
La adrenalina fluyendo al llegar a la cima
Al llegar a la cima del K2 a una altura de 8,611 m, Erix Asdrúbal Salas dice haber sentido una gran satisfacción de llegar a salvo. Iniciaron su asenso a las 9:30 pm, escalaron durante toda la noche para llegar a la cima cerca de las 7:30 am.
"Estoy agradecido con Dios y con la montaña que al final permitió llegar a la cima. Con nuestras lámparas vamos iluminando el camino, la imagen de las luces me inspiran al ver la determinación del empuje final buscando lograr la cima".
Al llegar a la cima, el zacatecano relata cómo las piernas las sentía torpes y no le respondían por el cansancio. Contempló la cima cerca de 20 mins., de la segunda montaña más alta del mundo, la montaña asesina, la gran K2.
Continuaron su descenso al campamento base, pasando nuevamente por caída de rocas, pero descendiendo lo más rápido posible. Se encontró con algunos inconvenientes, ayudar a salvar a un compañero que se quedó sin energías para descender.
"Parecía que la montaña no quería dejarnos ir, pero al final todo resultó bien. Estoy feliz de haber llegado al pie de la montaña a salvo. Adiós K2", concluyó.
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